Capítulo 9

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A la mañana siguiente Laimute nos pide que nos reunamos con él antes de comenzar el segundo día de enfrentamientos. Le entrego la lista que he elaborado para los enfrentamientos, ya que la segunda ronda me tocaba a mí. En tres casos aparecen tres nombres, y no dos, en los combates. Laimute me pregunta qué significa.

- Por si se recupera el que está en la enfermería antes de que acabe el día. Si al final quedan algunos descolgados que luchen entre ellos.

Uno de los casos es el de Cattleya, por eso sonríe Laimute. Si se recupera, tendrá que enfrentarse a Billy. Sé que a primera vista parece una mala decisión, pero en realidad he creído que contra Billy, sabiendo que él es más fuerte, le resulte más fácil dejarse perder. Sabe que no tiene nada que hacer, así que, ¿para que luchar y lastimar a Billy y lastimarse ella misma sin necesidad? Le paso la lista a Lesley para que la examine. Lesley me mira por encima del papel y mira a Laimute de reojo.

- Los enfrentamientos parecen bastantes equilibrados. – Dice Lesley ojeando la lista.

- Sí, al igual que los de ayer.

- Sí, eso creo. – Dice Lesley y Laimute muestra una sonrisa de suficiencia. – A excepción de Cattleya. Que hoy vuelve a ser de los enfrentamientos más desequilibrados.

Su comentario no sólo sorprende a Laimute, sino también a mí. No porque Lesley haya cuestionado mi enfrentamiento, sino porque ha cuestionado el de Laimute. Lesley ha sido capaz de decir lo que yo deseaba protestar. Laimute la mira un poco asombrado, buscando una respuesta.

- ¿La consideras débil? – Pregunta Laimute con maldad. – Porque a la vista está que Cuatro la considera de las más fuertes.

La pregunta, obviamente, tiene trampa. Si dice que la ve débil eso puede ser utilizado por Laimute en cualquier momento; si dice que no, no podrá objetar nada ante los enfrentamientos.

- Sólo la he visto luchar y no parecía un combate equilibrado. – Dice Lesley.

Lesley lo ha resulto bastante bien. Ella no ha visto su entrenamiento, así que no tiene por qué saber si es débil o no, pero que el combate no fue igualado se ha dado cuenta todo el mundo. Laimute se limita a encogerse de hombros y a sonreír malvadamente. Sabe que no está siendo justo con ella, todos lo sabemos, pero no le importa. Puede que mi comportamiento lo respalde, pero mi intención es buena. Lesley me mira sin comprender nada, sé que no entiende cómo la voy a enfrentar contra uno de los más fuertes.

Cattleya no viene en toda la mañana. Empiezo a preocuparme bastante. Tiene que luchar, sea como sea. Algo podré hacer. Cuando Laimute da permiso para ir a comer, todos se marchan. Yo le hago un gesto a Billy para que se quede atrás. No debe confiar mucho en mí porque le susurra algo a Brenda, que también se hace la remolona para quedarse atrás del grupo. Le pido a Lesley que vaya a almorzar, que yo iré después, pero que se asegure de que Laimute no está en la puerta vigilándome. Ella asiente y se marcha. No debo perder tiempo, no puedo explicarles nada, sólo debo decirles lo justo para que Cattleya venga esta tarde a luchar. Los dos me miran y yo me aproximo a ellos.

- Esta tarde tienes que enfrentarte a Cattleya. – Le digo a Billy, y me marcho sin esperar respuesta.

Se lo dirá a Cattleya, y ella, por ser tan tozuda, se enfrentará a él. Sigue enfadada conmigo, y pensará que este enfrentamiento es mi venganza. Ojalá viera que todo lo hago por su bien.

Me siento al lado de Lesley para comer. Laimute llega poco después y se sienta enfrente de nosotros. No podremos hablar nada en su presencia. Ha debido de estar espiándome, me alegro de haberle dicho poco a Billy, aunque espero que mi estrategia funcione. Durante el almuerzo hablamos poco. Cuando volvemos a la sala de entrenamiento ya están allí todos los iniciados, a excepción de aquellos que aún están en enfermería. Cattleya está charlando con sus amigos, siento un gran alivio en mi interior por verla aquí, pero no tiene buen aspecto Espero que se rinda en cuanto Billy le de un par de golpes, será lo mejor para todos. Conversa alegremente con sus amigos. De hecho, incluso bromea con Billy, que le toma una mano y le examina los nudillos. Ella finge que siente un gran dolor y él se alarma. Todos se ríen. A Cattleya le cuesta ponerse en pie, no se conformará con un par de golpes, querrá aguantar todo lo que pueda. Laimute vuelve a poner orden en la sala con su tono autoritario característico. Una vez más, debo jugar mi última carta, aunque nunca me sirva para nada. Quiero ver si hay posibilidad de llegar a un trato con Laimute. Cattleya no está para luchar, mucho menos para enfrentarse a Billy.

Un nuevo comienzo (versión de Cuatro) Fanfic Saga Divergente de Verónica RothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora