Dejate de joder Boludo?

Capitulo 23

Soy una estúpida jamás le debía haber dado ese beso, nunca debí confiar en él después de todo Él es el mujeriego del instituto, es el chico por el cual muchas chicas lloran y sufren después de ser utilizadas por el que tanto aman.

 -Lali alguien quiere verte - grita mamá desde el primer piso

-No quiero ver a nadie mamá - digo lo suficientemente Alto Como para que me escuche

-Pero es el vecino - grita y yo me sorprendo, me levanto, abro la puerta y lo miró

- ¿Qué haces aquí? Me refiero a que además de arruinarme el día  en el instituto también me lo quieres arruinar aquí - digo molesta

-No fue mi intención Lali - dice pero lo interrumpo

-Nunca lo hacen con intención, Pero mira qué excusa tan estúpida y poco varonil, sólo los estúpidos como tú dicen eso - digo mientras bajo las escaleras y me paró enfrente de él

-Mira lali yo... - dice pero lo golpeó

- Vete de mi casa, Además te deje bien en claro que no quería que me hablaras o eres tonto - Lo miró con Odio, la ira recorre por mi cuerpo y él solo me mira y se va, cuando sale por esa puerta Una lágrima se escapa por mi ojo y un sollozo sale de mi boca

-Lali querida estás bien pregunta mi madre - mientras me abraza

-él me besó solo porque era una apuesta - digo y mi madre me abraza más fuerte

-Querida tranquila es sólo un idiota más en tu vida - dice

-eso quiere decir que vendrán más- digo y ella suelta una pequeña risa

-vendrán muchos más- dice y yo suelto un suspiro

-Creo que será mejor que duerma un poco - digo mientras me suelto de su abrazo y ella me da una mirada de comprensión

-Ve - dice y me da un beso en la frente

Estoy a punto de dormirme hasta que suena mi teléfono, lo veo y dice número desconocido pero decido contestar...

-Lali soy Marcos - dice Marcos Desde la otra línea

-¿Cómo conseguiste mi número? - preguntó

-me lo dio tu amigo - dice yo me quedo callada sin saber qué responder

-¿Quería saber cómo estabas?

-Estoy bien, no es como si me hayan roto el corazón.... espera si lo hicieron - digo y él soltó una pequeña risa

-Cómo puedo arreglar ese corazoncito roto - pregunta

-No creo que haya una forma arreglarlo - digo con un claro tono de angustia

-Claro que la hay, una cita con tu servidor - dice y yo río

-No creo que sea lo mejor - respondo

-Claro que lo es, mi hermana me enseñó que un buen helado cura un corazón herido - dice y yo pues no puedo evitar sonreír

-No creo que... - me interrumpe

-Pasó por ti a las 5:30  - dice y cuelga.

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¿Estas feliz por tu iniciativa de maraton? .. mi buzon privado te odia Fabian!