El domador y el león.

3.7K 536 36
                                    

Y el domador con el látigo salía a presentar su acto,
con las piernas temblando y con el león enjaulado.
Con miedo de morir
por el león haber sido tragado.

Con miedo de que no se rían
de su depravado espectáculo.
Y acercándose al león,
un golpe le dio y esperó su reacción.

Sin embargo nada pasó,
o por lo menos eso pensó.
El león gruñó,
y el público gritó (de terror).

(Y me contaron una vez
que el domador jamás quiso maltratar a su amigo.
Pero con el tiempo le obligaron
a ser un cruel asesino.

A hacer sangrar al pobre felino,
que mordiendo a su dueño se desquitaba del conflicto.
Es por eso que ves al domador con una pierna sangrante,
con piel putrefacta... ¡León, mira lo que haces!).

Una mordida:
estás perdida.

Dos mordidas:
mira como el león le da a su dueño una lamida.

Tres mordidas:
los gritos de los suicidas te tienen rendida.

Cuatro mordidas:
el domador está muerto y se oyen las risas.

El presentador debe suspender el show,
un participante menos en este circo de horror.
Al pobre león un enorme castigo se le condena,
¡cuidado! Más sangre te espera.

CIRCUS (en corrección).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora