Habían pasado ya tres años, desde que el joven conde terminó con su vida. Tres años desde que Sebastian ya no tenía amo, ya no tenía nadie a quien proteger, nadie a quien ayudar a vestir, nadie a quien alimentar... Era libre, y debía sentirse así. Pero no, él no se sentía libre, era todo lo contrario. Era un sentimiento abrumador, había algo en su pecho, era extraño. Le oprimía cada vez que recordaba las últimas palabras de Ciel
"Si sentías algo de respeto o deseo por mi alma, carga con esto en tu poca consciencia." cuanta razón tenia aquel niño.
Su consciencia...su memoria no dejaba de jugarle sucio y le hacía recordar lo que sucedió después de escuchar ese disparo...
Todo sucedió en cámara lenta... Las ultimas palabras de ciel, decididas, fuertes y claras. Esa última sonrisa tan amarga. El sonido del disparo que retumbó en el lugar y que al escucharlo inevitablemente cerró los ojos... Quedándose con la ultima mirada de ciel, una mirada triste, vacía, tan llena de sueños rotos. No quería abrir los ojos, no, no era capaz de ver el cuerpo inerte de ese joven al que había cuidado con uñas y dientes.No quería ver muerto a ese niño arrogante, frívolo, y orgulloso. Pero él no debía sentirse mal,¿cierto? Si ciel había decidido suicidarse fue por que se había rendido por algo tan simple como un corazón roto... Con ese pensamiento abrió los ojos, pero dudó un poco al bajar la vista y ver su cuerpo; su sangre, un charco grotesco que sin duda, no se iría fácilmente...se arrodilló ante él, y recordó otras de sus palabras "graba el dolor de mi vida en mi alma" tomó su cuerpo en brazos, y lo apretó contra su pecho, hiperventilando.-No, no no no- repetía acariciando su mejilla- ...¡Ciel! Por favor, lo siento... Me quedaré contigo, seré tu escudo si eso quieres...¡Lo prometo! Pero por favor despierta- le decía al pequeño conde, entre susurros. Se quedó ahí en el piso, meciendo al conde entre sus brazos, arrullándolo y algo en su pecho se rompió pero, ¿Cómo era eso posible? Era perfectamente claro que solo deseaba el alma de ciel. No sentía cariño por él, mucho menos amor.... ¿Y entonces porqué? ¿porqué esa lágrima rebelde bajó por su mejilla? Y ¿por que otras más le seguían? No lo soportaba. ¡Él no lloraba!, no compartía tales sentimientos, no lo entendía.
Se levantó con el cuerpo de su joven amo en brazos, se acercó a la cama y lo recostó, observando por una última vez, su cuerpo frío y completamente pálido. Se acercó a su rostro y juntó su frente con la de él.
-lo lamento, perdóname- le susurró y al no recibir respuesta y comenzó a reírse como un desquiciado, ¿Quién sabe? Tal vez al final incluso un demonio podia enloquecer.- ¿De verdad te has suicidado? ¿tú? ¿No se suponía que tenías una venganza que cumplir? ¡Me tenías a mi! Y me dejaste.... - Pero entonces su voz se apagó, recapacitando lo que había dicho. Se separó del cuerpo inerte, no sin antes darle el último beso en los labios... Se acercó a uno de los espejos en la habitación y su puño lo hizo añicos- ...Yo te dejé...Yo te abandoné. Tú querías mi amor y yo quería tu alma... Era algo imposible -más lágrimas corrían por sus mejillas- fue mi culpa... Todo fue mi culpa...- Se odiaba a sí mismo, porque todo era su maldita culpa, y eso lo sabía perfectamente. Mas no podía hacer nada ya por cambiarlo, no hacía nada por intentar mejorar su situación y eso, fue lo peor de todo.

ESTÁS LEYENDO
~Una Última Vez~ <Finalizada>
FanficAdvertencia ; contenido erótico. Éste relato es yaoi (chicoxchico) si no te gusta este género, por favor, no lo leas. Personajes principales; Sebastian Michaelis y Ciel Phantomhive, estos personajes son propiedad de su creadora; Yana toboso.