Después de tan maravillosa cita, las cosas iban como miel sobre hojuelas. Ahora que ambos sentían ese maravilloso sentimiento, iban lento, sin prisas. La confianza que se depositaban mutuamente era sumamente ciega. Ambos se protegían, se cuidaban. Sabían que no volverían a cometer aquel error que parecía tan lejano. Los malos momentos, las lágrimas y el dolor, ahora definitivamente representaban sólo una pequeña parte del camino, un camino que sin lugar a dudas, fue difícil y había valido tanto la pena, que volverían a recorrerlo una y otra vez de ser necesario.
Ambos estaban totalmente completos, con una mirada se transmitían todo. Las sonrisas cómplices que se dedicaban el uno al otro, cada vez que rozaban de forma involuntaria sus manos o esos besos ya nada discretos que se regalaban, sin importar quien estuviera enfrente.
Si, todo iba perfecto. Así es como debió haber sido desde un comienzo. Ya no les importaba lo que los demás pensaran, aún si esas demás personas eran cercanas a ambos, después de todo ¿Quiénes eran ellos para juzgar deliberadamente su amor, si nunca se vieron envueltos en el?¿Quién sería capaz de apuntarlos por la calle, si nunca se habían entregado completamente al sentimiento más puro del mundo? ¿Quién se atrevería a decir que el amor presente en un demonio no era posible si nadie presenció los sacrificios de éste para llegar a su preciado destino? Nadie, esto se trataba de ellos. Sólo de ellos. El mundo en estos momentos, giraba entorno a ellos, o al menos, su mundo así lo hacía.
Siempre cubriéndose el frío mutuamente a la hora de dormir, sin necesidad alguna de llegar más allá de un profundo beso–para nada apasionado–lleno de amor y devoción. Ciel estaba cada vez más cerca del infierno, y Sebastian lo estaba del cielo, pero poco menos podía importarles corromper el alma del otro, si eso era lo que el destino había querido, que así fuese.
Ambos seres, de diferentes razas, entregados a un sentimiento más fuerte que todo. Aguardando firmemente hasta el día en el que el corazón de ambos se detuviera, uno por la edad y otro por convicción propia, pero al menos, estarían juntos aún más allá de esto que llamamos vida, ¿No es así?
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~Una Última Vez~ <Finalizada>
FanficAdvertencia ; contenido erótico. Éste relato es yaoi (chicoxchico) si no te gusta este género, por favor, no lo leas. Personajes principales; Sebastian Michaelis y Ciel Phantomhive, estos personajes son propiedad de su creadora; Yana toboso.