~Una Última Vez~ <Finalizada>

Capitulo 2

-Ciel, no te vayas...- El sonido tembloroso de la voz de aquel demonio rompió la tranquilidad del lugar,- por favor, no te vayas de nuevo.-

-¿Qué se siente Sebastian? ¿te duele? – preguntó la silueta de aquel joven dándole la espalda a quien alguna vez fue su salvador.

-Si... Me dolió, aún lo hace...- inevitablemente el demonio trató de acercarse.

-Ni un paso más sebastian, ni uno más.- Murmuró el peliazul girando sobre sus talones para encararlo.

-¿Porqué? ¿porqué no me permites acercarme a ti?, Ciel... por favor.-

-No, Sebastian, ya no. No dejaré que vuelvas a dañarme.-

-Ciel yo nunca quise hacerlo... pero si con eso me permites abrazarte al menos una vez más... Prometo que jamás volveré a dañarte.-

-Sí, claro... como digas.- rió sin ganas

-Estoy hablando en serio. A pesar de todo nunca rompí ninguna de nuestras promesas.-

- a mí no me importaban esas promesas Sebastian...-Su mirada se apagó.-Me dolió mucho ¿sabes?, me dolieron tus burlas, la indiferencia y tu desprecio.-una lágrima rebelde bajó por su ojo derecho y de inmediato borró todo rastro de ella.- Pero finalmente ha dejado de doler Sebastian, y ahora quien sufre eres tú, dime... ¿Te gusta sentirlo Sebastian? ¿no es algo maravilloso?

-No...- susurró el más grande,- ¡No lo es! Y lo odio... ¡Yo ni siquiera debería sentirme así!-gritó desesperado,- así que ¿¡porqué!? ¿porqué duele tanto?, ¡maldita sea!-

-¿Quién sabe?- respondió ladeando un poco su cabeza y dándole la espalda agregó.-Fuiste tú quien dijo que supuestamente no podías sentir nada, ¿No es así?-

-¡Es que yo realmente no quería! ¡Hasta que te apareciste en mi maldita existencia y todo aquello se fue a la mierda!-

-Acabas de admitir que eras tú quien no quería sentir, ¿te diste cuenta de eso?.. ¿Porqué Sebastian? Nosotros hubiésemos logrado serlo todo, ¡Todo! Pero preferiste encerrarte en tu pequeña burbuja de cristal e intentar protegerte de amar, de ser amado como nunca antes lo habías sido.- comenzó a caminar, alejándose por completo, dejando al mayor ahí, mientras veía como poco a poco su pequeña silueta se iba perdiendo.

Abrió sus ojos de golpe y se enderezó quedando sentado sobre lo que parecía era una cama... Cama que él no recordaba haber conseguido en ningún momento.

-¿porqué he dormido? Yo nunca lo he hecho...- Un suspiro salió de sus labios y bajó la mirada recordando aquel sueño- Serlo todo...- Su atención se centro en la oscuridad del lugar, preguntándose porqué aún a pesar de ser un demonio no podía ver con claridad. Cerró sus ojos, tratando de apreciar algo, un sonido, un olor o al menos sentir alguna presencia, pero no; era como si sus sentidos malditamente desarrollados se hubieran ido al carajo, intentó levantarse pero al hacerlo tropezó con algo que al caer hizo un ruido seco.

-No creo que sea buena idea, Sebastian... - De repente sus sentidos volvieron y aún entre penumbras logró ver el rostro de esa voz.

-¿Tú eres...?-