Yuma I

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Me pregunto, ¿por qué será tan alto? No es algo que me incomode, para nada, debido a que soy más alta que la mayoría es algo que me alegra. No es como que alcance el metro con ochenta pero si mido 1.73 .

Sinceramente yo no creo que sea muy alta. Las demás son enanas, eso es diferente.

Pero regresando al tema, me pregunto cuánto medira. Me muero por saber pero no puedo ir y llegar en plan "Joder, que eres más alto que un árbol, ¿cuánto mides?" Me aplastaria como a un insecto.

Por si no se han dado cuenta, él me gusta. Nunca se lo he dicho, es obvio. Todas las que se confiesan son rechazadas vilmente, prefiero mantener la poca dignidad que me queda. Lo único que hago es observar desde lejos...

Y contar los días

No es broma, llevo un registro, ¡Un maldito registro!

Me encontraba sentada por ahí observandolo y tratando de evitar su mirada la cual parecia molesta mientras me distraia con un libro. Mi tiempo se acabo y fui a mi respectivo salón. Dejando pasar el tiempo las clases siguieron hasta el primer descanso. Me levante de mi asiento y me dirigí a la biblioteca para dormir, es un lugar callado, no me culpen.

Sentí una mano en muñeca.

- Te gusta Yuma, ¿no es así?

Preguntó un chico de cabellos rubios mientras me sonreía divertido

Pude reconocerlo, era uno de sus hermanos.

-No y si no te molesta, quiero dormir.

Negué rotundamente, todavía tengo dignidad.

- No me mientas "Gatita", es más que obvio.

- Te equivocas de persona.

- ¿Acaso no eres tú la que siempre usa un libro para cubrirse y lleva un registro?

Me sonrio

- No soy tan patética

Sí. Sí lo eres.

- No insistire, pero solo venía a informarte que una conocida tuya planea confesarse.

- ¿Quién?

Joder, se escuchó la desesperación.

- Fufufu, es un se-cre-to.

Sonrió

-Si yo fuera tú, me confesaría pronto. Nos vemos "Gatita".

Salió de la biblioteca despidiendose con su mano.

¿Y si me confieso?  Tal vez ya sea hora...

||~||~||~||

Avance por el pasillo con mis piernas temblorosas, tenía ganas de regresar la comida y de huir de ahí.

Estaba sudando de los nervios, era la salida y no faltaba mucho para que estuvieran por aquí.

- Ara, ara, ¿te has decidido confesar?

- Kou, yo no se si pueda.

- Estas sudando.

-Lo sé.

Me dio ánimos y me recomendó actuar rápido. En eso gire mi cabeza y lo vi por uno de los pasillos, estaban rodeado de chicas, como siempre. Por al menos 2 segundos cruzamos miradas, sentí que iba a vomitar en ese momento.

- ¡Dejenme en paz, malditas cerdas!

Oí a Yuma exclamar debido a que tres chicas intentaron irse encima de él.

Todas las chicas asustadas se fueron, mientras murmuraban. Los Mukami salieron de el colegio. Mi oportunidad se iba. Era ahora o nunca.

Avance a paso apresurado y tome la parte de abajo de su saco. Se volteó con una mirada no agradable.  Antes de que me gritara trague en seco, intente mantenerme de pie y saque el sobre de mi bolsillo

- Toma

Fue lo único que pude decir. Mi cara se sentía tan caliente. A pesar de morirme por dentro, mi cuerpo no actuaba raro, parecía como si no me importara en absoluto. Ni siquiera entregue la carta con ambas manos, eso no es algo bueno.

La tomo como si nada y se retiró.

¿Eso era algo bueno?

||~||~||~||

Era un nuevo día, intente verme mejor de lo normal para verme como si nada pasara.

Era hora de que él llegara, espere discretamente a que llegará. Me distraía con cualquier cosa hasta que los chillidos empezaron. Estaba aquí.

- ¡Oi, Cerda!

Oí su voz y por curiosidad me giré. Sus ojos estaban sobre mi y me miraba con seriedad. Todas las miradas estaban en mi. Podía sentir mil navajas sobre mi cuerpo por parte de las chicas.

- ¿S-si?

- Hablaré contigo en un rato

¿Por qué el gruñido? ¿Tan mala idea fue decirselo?

Dejé que pasaran las horas, no entré a clases, decidí escabullirme en la azotea. Faltaba una clase para el primer descanso.

- Eres predecible

Era Yuma. Estaba en frente mio, con el ceño fruncido. Respire profundo y lo miré.

- Tch, no me lo esperaba.

- Creo que era obvia, ¿no crees?

-Pensé que eran miradas de odio, estaba apunto de patear tu trasero.

-¿Odio?

- Tu mirada es muy agresiva, con razón las de nuevo ingreso te tienen miedo.

Se burló.

- No quiero una respuesta

-¿Qué? ¿Para qué me la das si vas a decir una estupidez así?

Elevó su voz y me vio enojado.

Me miró pensativo y yo sentía que me moría.

Se acercó a mi cara lentamente, podía oír mi corazón.

-Eres una "cerda" estúpida.

Dijo con un tono que hizo que se me erizara la piel y se fue.

Me deje deslizar por la pared. Esta noche sera larga.

||~||~||~||

Era el fin de las clases y me dirigí a la salida.

Lo vi pasar y no pude evitar hablarle.

- Yuma.

Dije y él volteó con la expresión de siempre, sus ojos se posaron sobre los mios.

-Sobre lo que te di ayer...

Solto un gruñido y siguió su camino.

- Al menos di algo.

Siguió su camino

- Eres molesto.

- Yuma-kun, no seas así con esta "Perrita"

Sakamaki. Era el peor momento para que aparecieran.

El chico de ojos verde esmeralda me tomó del brazo y me acercó a él.

- Fufu, hueles delicioso "Perrita".

Hice una mueca e intente separarme.

- Ella es mía

Me jalaron bruscamente del brazo, era Yuma. Se veía más molesto de lo usual.

Me soltó, y no sin antes de dedicarse una mirada de odio, siguió su camino, mire confundida mientras se iba. Mi mirada si que a de ser agresiva pues se paró y volteó. Lo miré con confusión en mis ojos.

- Cer-da.

Me dio una media sonrisa la cual solo veía cuando sus hermanos estaban cerca.

Esperemos que esa sonrisa no signifique hermandad.

《Diabolik Lovers》||  (One-Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora