17: Viernes de sotpresas (III)

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- Kat, yo no tengo mucha hambre, la verdad...

- Tienes que comer algo, te sentará bien. Ya verás.

Al pensar en comer le vienen náuseas.

- Lo digo enserio, no voy a comer nada. En pensar en Sandro me vienen arcadas. 

- Pero exactamente, ¿que te izo? ¿puede ser ilegal? -hace una pausa mientras mira  su amiga-. Dime la verdad, Elizabeth. Por favor.

La morena se sienta al filo de su cama, y agacha la cabeza, jugueteando con el borde de su edredón. Suspira y de pasa la mano por la frente, apartando-se el pelo que una vez había sido un flequillo. 

- Pues no se, no, no creo, osea, la mayoría de cosas fueron verbales, pero, no se, me intimidó y de sobó un poco, joder -siente ganas de volver a llorar- es que soy gilipollas...

- Eh... -Kat se sienta a su lado y le pasa el brazo por encima-, solo intento aprovecharse, ¿no...? 

- Si -dice con voz mocosa-, lo... lo intentó.

- Pues tranquila, ¿vale? Ya ha pasado todo.

- Pero, el lunes, ¿como voy a aparecer a ese sitio?, y además tendré que estar con ese hijo de puta toda la puñetera tarde... -gira la cabeza mirando a su compañera, intentando una mirada de compasión, pero no funciona, Kat la mira con cara de circunstancia-.

- ¿No se lo dirás a Sara? -Eli se queda sin palabras, duda, duda mucho, y la tardanca de su respuesta ya se la da a Kat-. No tienes que temer que te despida después de lo de hoy, es su hijo, lo llegaría si le defendiera, pero no puedes callarte. No te calles Elizabeth. 

- ¿Y si lo hago y me despide? Mis padres me dejarían en la calle a la hora de enterarse, y lo siento mucho pero a ti también, por que que yo sepa, no te llega ni para pagar todo el alquiles si no quieres morirte de hambre. 

La rubia le dedicó una mirada de odio. 

- Tía, ¿de que vas? ¿Te sientes mejor después de decirme eso? No es justo, te desahogas conmigo por que tienes miedo de que Sara te despida. No soy yo el que ha abusado de ti en el trabajo de  mi madre, no es culpa mía, así que relájate, por que que las pagues conmigo y yo no tenga ningún a culpa de lo que te ha pasado esta tarde, no es justo, ¿me estas escuchando? No es justo -Kat se levanta de un salto de la cama de Eli y se marcha por la puerta, pero se para en el umbral-. Te diré una última cosa, y si me respondes con sinceridad te perdonaré:  La primera vez que nos vimos, ¿no me dijiste que habías venido a Nueva York por que querías cumplir tu pequeño sueño? ¿no me dijiste que estabas aquí por que pensabas que aquí se cumples los sueños? ¿no me dijiste que harías todo lo necesario para poder llegar a tus metas? ¿Porqué ahora te achantas y te escondes? Me estas demostrando que eres cobarde, y este sitio no acepta cobardes, este sitio es para personas ambiciosas, que no temen por sus sueños. Se que es difícil, pero tienes que decir la verdad, ¿vale? 

Elizabeth se levanta, tremosa, y se pone enfrente de la chica mayor. Se sorbe la nariz, la que le empezaba a gotear, y con los ojos vidriosos después del discurso de su compañera, la abraza, con tanta fuerza que tienes que retroceder unos pasos, hasta que se ponen en mitad del comedor de la pareja. Elizabeth dice en un susurro: 

- He estado toda la vida esperando un momento así, y sí, tengo miedo, te mentiría si te digo que no temo a nada. Pero temo más quedarme en soledad, así que seguiré tu consejo. Te lo prometo.

El abrazo se hace más fuerte, por las dos partes, y Kat responde:

- Como no sea así, te juro que te arranco la cabeza, a ti y a este gilipollas de Sandro, y después las colocaré en estacas que colgaré en el balcón por navidad, así que no me decepciones.  

"Se quien eres.." {Fanfic Taylor Lautner}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora