Centauro De Mis Entrañas

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La mitad de la misión ya estaba completa, ahora Mack estaba encaminado hacia Estocolmo, Suecia. Ya estaba en las ruinas de la ciudad vikinga de Brika, donde antigua decadencia contaba miles de historias. Mack llebava un morral con algunos alimentos, munición de rifle y su rifle francotirador Ballista, colgado al hombro.

Caminando por la ciudad antigua, ve trazos y pictogramas muy extraños en los antiguos muros. Y una colina llena de rocas filosas y puntiagudas, que resguardaban un antiguo templo vikingo. Llegando a la cúspide de la colina observa una gran estatua de una criatura mitológica, que no era de esas tierras, tenía un cuerpo de caballo y el torzo de un humano, llebava en su espalda una bolsa con más de cien flechas y apuntaba un hermoso arco hacia el horizonte, pero toda la estatua hasta el arco y la bolsa con cien flechas eran de roca sólida.

Mack se le queda viendo, pero no le da importancia y se adentra al templo. El polvo era demasiado y todo estaba en ruinas, los salones eran inmensos, y el templo estaba lleno de túneles, atajos, bobedas sigue bajando, hasta llegar a un lugar oscuro. Mack prende su encenadedor para iluminar el salón, logra divisar una antorcha, que se encontraba en un muro rústico y la enciende con la llama de su encendedor, sin tomar la antorcha de su sitio ya que no se podía desprender del muro. Cuando la enciende, de pronto, todo el salón se ilumina, por que la antorcha estaba conectada a una cadena de antorchas que rodeaban un gran mausoleo. Al iluminarse el gran salon, se encontraban cientos de cuerpos de vikingos disecados, algunos completos, era un templo de muerte, donde reposaba los recuerdos de antiguos guerreros.

Todos los cuerpos llevaban la misma armadura y cinco de ellos una corona que los distinguía como reyes, algunos una armadura especial y en bobedas diferentes casi iguales a los de los reyes, r eposaban algunos generales. Mack siguió andando por el mausoleo, cuando de pronto el suelo se de fondo, Mack cae casi diez metros a un salón que triplicaba el gran mausoleo.

Cayó en unas catacumbas repletas de riquezas, oro, joyas, collares, todo tipo de piedras presiosas, plata, todo lo que un hombre desearía. Toneladas inimaginables de riquezas llenaban todo esa catacumba, casi llegaba al techo las riquezas de donde se encontraba el mausoleo. Mack queda impresionado con lo que está contemplado, toma su morral y lo llena hasta no dar abasto, sus bolsillos repletos. Mack dice - me servirá esto para no preocuparme durante mi viaje, y podré alimentarme muy bien durante un largo tiempo.

Mack toma lo necesario y busca una salida, hasta que observa un gran porton hecho de oro solido. Al pisar frente al portón las dos grandes puertas se abrieron, cuando dentro vio otro gran salon, este era un gran santuario, lleno de estatuas hechas de oro solido y piedras presiosas. Las cuales fueron adoradas alguna vez por los mismos vikingos, el santuario estaba iluminado por el oro.

Los muros estavan llenos de letra antigua y pictogramas, los mismos que vio en la entrada del templo. Mientras que observaba los trazos, escucho cascos de caballo acercándose, voltea lentamente la mirada hacia la puerta del santuario.
Mack queda asombrado era la misma bestia que vio en la entrada del templo pero esta ya no era una simple roca, este era de carne y hueso.

Era una bestia enorme, formidable y totalmente furiosa. El centauro dice - ¿ estas perdido muchacho? - sellaste tu destino al pisar este templo sagrado y robarlo, te mataré y te daré como sacrificio a los dioses, - como todo este templo fue un sacricio para mis dioses, yo acabe con esta civilización y está es mi ofrenda para Zeus. El centauro tenia una enorme jabalina hecha de diamante puro, un arco de plata fina, con fechas de punta de plata y una espada romana hecha de oro solido. Llevaba puesto en su cabeza, un yelmo romano también hecho de plata, era un general centauro, eran los comandantes de primera línea de Zeus.

Mack apunta su rifle hacia la cabeza del general centauro, y le dice - antes de que llegues a mi tu cabeza volará en mil pedazos con una de mis balas. El centauro rie desquisiadamente, y le dice a Mack, - insolente parásito, te mataré y daré tu cabeza como ofrenda, al Dios de dioses. El centauro se acerca rápidamente empuñando su lanza hacia Mack, para atravesarlo. Mack dispara tres veces seguidas, el centauro saca su espada y desvía las balas, el general centauro frena y lanza su jabalina hacia Mack, el da un bote, pero su morral es alcanzado por la jabalina, que rasga su morral y el oro que llevaba se esparcio por todo el santuario, la jabalina queda enterrada en uno de los muros. Mack comienza a correr, pero el centauro lo alcanza y lo embiste, mandandolo hacia la puerta de oro, dejándolo tendido en la catacumba donde se encontraban las riquezas.

EN LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora