Lluvia De Sangre

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Ahora seguía los pasos Dimitri, que se encontraba en la ciudad de Viena, Austria. Partio de la ciudad de Linz, Cruzó a largo el río Donau por cinco días, hasta llegar a la ciudad de Viena. Dimitri llega exhausto al pueblo de Ganserndorf, el ambiente era frío y llovía fuerte, una ciudad bella con muy pocos pobladores.

Dimitri llegó a un pequeño hotel, en si, era una casa, muy antgua y acogedora. Cuando entro el ambiente era cálido, los dueños del hotel era una familia con tradiciones de antaño, se respiraba una armonía y un ambiente familiar feliz. Era un padre con dos hijos, una hermosa niña de siete años y un joven de dieciséis, estaba casado con una bonita mujer de veintiocho años, eran una familia feliz. En el hotel estaban alojadas tres personas, un joven de veinticinco años, era un estudiante rockero y sindicalista, amante de la musica, y una chica de veintidós años, que vivía enfrente del rockero, también hermosa, era una artista de galería. No se la llevaba bien con el rockero, en sólo un aspecto, mantenía con muchas mujeres, y ellos se gustaban pero siempre vivian peleando por el ruido de la musica del rockero y por los reclamos de la chica en fin eran dos jóvenes enamorados, que no se decían las cosas. Y la tercera era un anciano de sesenta y nueve años. Era una persona muy pacifista, lleno de trádiciones muy querido por los habitantes del hotel y muy cariñoso con los jóvenes y la niña.

Dimitri entra, totalmente empapado,la lluvia era fuerte, su acento ruso asusta a la gente del hotel, pero su sonrisa recompensa su voz, fue bien recibido por el anciano y los demás. El anciano pide una toalla para Dimitri y un chocolate caliente con malbadiscos. Le dice - ¿como te llamas javen? - Dimitri señor, mucho gusto. El anciano le contesta - yo me llamó Evan, te presentaré a los demás, el es Vic y su esposa Maia, sus hijos son,la pequeña y tierna Damara y su hijo Mayor Lució.

Estos dos jóvenes son Erick y Margaret, y el perrito es Tonny. Dimitri contesta - es un placer conocerlos pero, les pido un permiso para irme a descansar a mi habitación. Erick dice - amigo venga le ayudo con ese equipaje, Dimitri le dice - gracias, y se deja ayudar. Erick le dice - si nesecita algo, sólo diga, Dimitri contesta,- muchas gracias, lo tendré en cuenta. Dimitri queda sólo en la habitación, se seca y se va a la cama, cansado cae como una roca. A las dos horas le tocan a la puerta, el despierta y pregunta - ¿quien es? Contestan - soy Maia, sólo vengo a pedirte que bajes al comedor a cenar.

Dimitri le contesta - no tengo hambre. Maia le dice - es descortes no aceptar una invitación a comer, cuando estas en una casa ajena. Dimitri le dice - listo ya bajo a cenar. Cuando se sienta en el comedor siente un ambiente familiar, algo que Dimitri ya había perdido. Se sientan cada uno de los habitantes de la casa en el comedor, Maia sirve los alimentos, y comienzan a cenar.

Ya en la cena comienza el diálogo, preguntas van y vienen hacia Dimitri. Contesta algunas pero no todo, el anciano le pregunto, - ¿ y tu que haces en una cuidad como Viena, lejos de tu país de origen? Dimitri le contesta - ando en búsqueda de algo muy valioso e importante. El anciano le vuelve a preguntar - ¿ y que tanto buscas? Dimitri dice - soy vendedor de gemas preciosas y ando en busca de una sola en su tipo, y única en el mundo. El anciano queda sorprendido y cambia de tema, terminan de comer y el anciano llama a Dimitri a parte mientras los jóvenes enamorados discutían como siempre, y la familia reía al verlos discutir.

El anciano le dice a Dimitri - quiero mostrarte algo, Dimitri se le queda viendo con extrañes, dentran al cuarto del viejo, Dimitri se queda al frente de la puerta, mientras que el anciano saca una caja de terciopelo forada en el mejor cuero de toro, el anciano destapa la caja y ella se encontraba una gema color marrón con el signo de Capricornio.

Dimitri abre sus ojos sorprendido, el anciano le dice, esto es lo que buscas cierto, Dimitri le dice - ¿ en donde la encontraste? El anciano le responde, el antiguo juez oscuro de Capricornio me la dio a guardar y proteger, me dijo que vendría buscándola, en el momento necesario. Pero que no iva hacer a el, a quien se la entregará, sino a quien preguntara por ella, y nadie en el mundo, exceptuando los doce jueces oscuros, las conocen.

EN LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora