Desalmado

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Llegue a Buenos Aires, Argentina. Una tierra hermosa, llena de romanticismo y sueños infinitos. Una noche de luna llena, plateda y enorme. Iluminaba las calles gauchas, pero habían lugares donde la luz no llegaba. Y hay, estaba yo, esperando mi siguiente objetivo. Marcos un joven de piel blanca cabello oscuro tan oscuro como el odio que sentia, andaba solo por las calles bajo una luna plateada que lo iluminaba por completo, de sus ojos azules caían lágrimas que parecían cristales al brillar con la luz de la luna.

Cuando oyó mi voz, - ¡ Marcos !, se detuvo, miraba para todos lados confundido y con una voz titubeante dijo, - ¿ quien anda hay ?, Le respondí, - no tengas miedo Marcos yo quiero solo una cosa de ti, se que dejaron morir a tu madre en la sala de un hospital, por no tener un seguro medico y poco ingreso económico, y ahora odias al mundo tanto como yo, pero no puedes hacer nada. - Pero yo puedo hacer que paguen por lo que te hicieron a ti y en especial a tu madre.

Marcos cayó durante un minuto y luego después de su silencio dijo. ¿ quien eres y en que puedo ayudarte?. Le dije soy un Dios castigador de maldad y tu un joven que quiere venganza, uneté a mi, y veras arder el mundo en llamas, el mismo mundo que causo tu enorme dolor y el de muchos. Me dijo - muestraté. Cuando giro su mirada yo estaba hay, y dijo, - ¿ cual es la razón de tu odio? Le dije,- la misma por la que te quedaste solo. Dije, -destruiré todo el mal y acabaré con todo aquel que lo haga, pero antes necesito tu ayuda, tengo el poder necesario para ayudarte a cambio de tu lealtad, veras como sufren aquellos que dejaron morir a tu madre.

El dijo, - aceptó, no amo nada en este mundo, ahora sólo queda cambiar. Yo le dije,- ahora eres como yo un ser moldeado por el dolor que nos causo el mundo, eres igual que yo," desalmado". Le dije,- te esperare en Berlín. Las nubes taparon la luna por un momento, y se oscureció todo, luego se movieron otra vez y había desaparecido junto con la oscuridad. Marcos quedo bajo aquella luz de luna que lo iluminaba por fuera, pero dentro de su ser era seco, frío, desalmado.

EN LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora