Tocando El Poder Divino

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Mi cuerpo había cambiado, mis ojos estaban llenos de odio puro y eran totalmente negros, como la misma oscuridad, era todo lo contrario a mi guardián. Luego el puso su mano en mi corazón, y una energía recorría mi cuerpo de pies a cabeza mi sangre se torno de color negro, mi corazón latía rápidamente y sentí como la oscuridad hacia parte de mi ser.

Ya no podía morir, no sentía dolor físico, estaba totalmente inmaculado, ya no era mortal. Abrí por primera vez mis ojos siendo un dios, cada exhaló se sentía impresionante y mi cuerpo era intocable. ¿ Eso sentía ser un dios?, aunque la respuesta era obvia, ahora sería el juez de los mortales y ellos tendrían que pagar por sus pecados pero primero pagarían los que tanto daño me hicieron.

El procedió a decirme,- estarás en todos lados, donde hay luz siempre hay sombra. Podrás dar vida a aquello que a muerto, y viceversa podrás desaparecer lo que no merece vivir. El mundo temblará con tu presencia, Caronte tendrá miedo te pasearte en su valsa, Tanatos se esconderá donde posiblemente no hallan sombras, todo aquel que sirve al mal y se alimenta de el temblará al escuchar tu voz.

Sentí regocijo, placer y un poder imparable que corría a través de mis venas, estaba tocando el poder divino.

EN LA OSCURIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora