One Shot de Big Bang

Sang et la mort

Protagonista: Kwon Ji Yong
Apariciones: Dara, Taeyang y TOP
Género: Misterio

La cordura y la locura van de la mano. Quién nos asegura que vivimos en un mundo totalmente cuerdo. Enfermos mentales son aquellos que habitan un hospital psiquiátrico, aunque a veces la vida fuera de aquel lugar si es el verdadero manicomio.

Era época de Hallowen y como era tradición, cuando el sol se escondía por el horizonte y daba fin a su reino. La luna se hacía presente para reinar en la oscuridad y ser testigo de las mil travesuras que chicos y grandes le jugaban a quien no les diera una buena dotación de caramelos.
Dos adolescentes caminaban por las calles de San Francisco, observando cómo los niños corrían de casa en casa en busca de golosinas. Iban disfrazados de vampiros, momias, hombres lobos, Iron Man, Spiderman, Batman,

-Ji Yong. No te gustaría volver a ser niño- pregunto la linda joven
-Quizás- se encogió de hombros -Tienen una vida despreocupada y no son obligados a asistir a una tonta fiesta de Hallowen- respondió sin más aquel joven de piel nívea, ojos avellana, labios delgados y rosados, cabellera café.
-Ash. Me arrepiento de haberte obligado a venir- le contesto su acompañante. Una joven de piel igual de blanca que la de Ji Yong, facciones finas cual princesa, ojos cafés, labios rosados y cabellera roja.
-Si quieres me regreso, no tengo inconveniente. Además este atuendo no me gusta. Quien te dijo que disfrazarme de Bob Esponja era la mejor idea-
-Yo. Además te ves muy mono- se paro frente a él para tomar ambas mejillas y jalarlas
-Basta Dara. Camina o me regreso a casa-

Ambos chicos continuaron su camino. Como cada año, la preparatoria organizaba una fiesta por el día de Hallowen y era el mejor pretexto para jugarle bromas a los propios profesores e incluso para pedirle al chico o chica que les gustase ir con ellos aquella fiesta. Pero no era el caso de ellos dos, ellos eran amigos de infancia y el único sentimiento que compartían era un amor de hermanos.
Poco faltaba para llegar a su destino, unas cuantas calles y estarían en la entrada de la escuela. Ji Yong estaba decidido a irse, odiaba este tipo de fiestas y más cuando le obligan a usar un disfraz de Bob Esponja. Admitía que le agradaba aquel personaje, pero de eso a ir vestido como él era otra cosa. En cambio Dara escogió ir como la mujer maravilla. No negaría que se veía hermosa y sexy, pero le pateaba la idea de que algún tipejo la viera de manera morbosa. Al fin y al cabo para él, ella era su hermanita y la cuidaría de cualquier fulano.

Una calle más y llegarían, las luces de aquellos faroles empezaron a fallar, se prendían y apagaban. El viento se hizo algo denso y una tenue capa de neblina cubrió su camino. Dara sintió cierto miedo y tomo la mano de Ji Yong. Por su parte él la miro y con una sonrisa le dio a entender que él la protegería. De pronto una ventisca se hizo presente y frente a ellos aparecieron dos siluetas masculinas. Por un momento Ji Yong sintió miedo, pero recordó en qué fecha se encontraban y de seguro era una jugada de los mismos estudiantes.

-Dejen de hacerse lo gracioso y déjennos pasar- grito Ji Yong, pero aquellas siluetas no se movieron -En ese caso, con su permiso- paso a lado de una de ellas pero le impidió proseguir, pues lo tomo de la muñeca -Ya estuvo bien de su broma- trato de zafarse pero le fue imposible
-Ji Yong tengo miedo- dijo Dara mientras seguía agarrada de la mano del mencionado
-Ya te dije que te protegeré- contesto
-Hermoso a caso no te han dicho que no salgas por las noches. Nunca se sabe con qué tipo de cosas puedes encontrarte- le regalo una mirada macabra
-Ya estuvo bien de sus jueguitos. Espanten a otros- como pudo logro liberarse de aquel agarre.

No dio ni cinco pasos cuando se encontraba frente a él a un hombre de piel bronceada, sus cabellos era de un tono platinado, al igual que su acompañante era poseedor de un extraordinario cuerpo y de estatura más baja que él.

-Tú no iras a ningún lado y menos con ella- señalo a Dara -Su sangre huele realmente dulce y la probare- dejo a relucir sus dientes blancos que eran acompañados por un par de ¿colmillos? Acaso eran colmillos lo que veía
-Son colmillos- contesto aquel tipo de voz gruesa. ¿Pero como supo lo que estaba pensando? -Telequinesis. Así de simple-
-TOP, deja de hablar con la comida- dijo molesto
-Para hacerlo interesante, dejemos que traten de salvar sus vidas- frunció el ceño su acompañante -Si logran llegar hasta la entrada de aquel lugar- señaló la preparatoria -Conservaran sus vidas, pero si fallan despídanse de ellas. Corre niño y llévate a tu amiga- esas simple palabras bastaron para que Ji empezara a correr por la vida de los dos