11 [Encontrar un lugar]

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Garras, (T/N__), Leo y Mikey seguían caminando por el bosque.

—¿Cuándo se lo pediste?— Preguntó Leo a su hermano cuando se separaron un poco de las chicas.—

—¿Qué cosa?— Le preguntó en respuesta—

—A (T/N__), que fuera tu novia—

Mikey se puso rojo, no se le había pasado por la cabeza decirles a todos que ahora era novio de (T/N__), no con todo lo que estaba pasando.

—Fueron una horas antes de que todo empezara— Dijo Mikey sonriendo—

Leo sonrió, le dio unas palmadas en la espalda y se adelantó.

Caminaron un largo tiempo antes de que pudieran encontrar otro lugar, para ser Nueva York, es su afueras estaba verdaderamente abandonado y aunque quisieran regresar a la ciudad para buscar a sus hermanos, entrar ya era prácticamente imposible.

—¡Miren!— Gritó (T/N__) cuando alcanzó al ver una casita—

Corrieron hasta ahí entraron, pero a Garras y a (T/N__) les dio una extraña sensación de ya haber estado ahí. Cuando entraron pudieron ver que todo estaba desordenado, como si hubieran entrado a robar, pero hace mucho, mucho tiempo.

Se volvieron a separar para buscar cosa que necesitaran, Mikey fue a la cocina, Garras a la sala, Leo al sótano y (T/N__) a la habitaciones.

(T/N__) estaba entrando en las habitaciones del segundo piso, había entrado en una con una cama matrimonial y había encontrado un rifle de caza, lo tomó y fue a revisar los demás cuartos. Había aproximadamente cuatro puertas más en el piso, pero le llamó la atención una en especial. Blanca con flores pintadas con lo que parecían crayones.

Empujó la puerta suavemente y entró a una habitación un poco más grande que la otra. Había tres camas, con la cabecera pegada a las otras tres paredes y a lado de ellas había un pequeño baul. Se acercó a la cama de la derecha y se sentó, tomó un pequeño peluche de lo que parecía un cerdito y lo examinó.

Sintió un pequeño mareo y después escuchó risas de niñas, volteó buscando de donde provenían esas risas. Vio alucinaciones, se parecían mucho a los sueños que había estado teniendo. Las niñas corrían de un lado a otro, saltando sobre las camas de la otra, bajando y volviendo a subir.

La que parecía la más pequeña le gritó entre risas a las otras dos que no podrían atraparla. Las dos mayores la persiguieron por un buen rato hasta que por fin la atraparon.

Entró una mujer y un hombre al cuarto.

—Es hora de dormir niñas— Dijo la mujer con una voz suave—

A (T/N__) le salió una lagrima, esa era su madre y esas eran ellas de niñas.

El hombre se acercó a la pequeña (T/N__), la cargó, la llevó a su cama, que era la misma en la que estaba sentada y le entregó el peluche de cerdito para que lo abrazara. Arroparon a las tres y salieron de la habitación.

Dejó de ver el recuerdo y todo volvió a la normalidad, ahora se encontraba abrazando el peluche, no recordaba mucho de cuando era pequeña, o de cuando perdieron a sus padre, pero había soñado muchas veces con ellos y hasta ahora se daba cuenta de quienes eran. Y también recordó al pequeño cerdito que la había acompañado durante sus primeros cuatro años de vida.

Salió de la habitación y entró a las demás, no encontró nada más que les resultara útil.

—Con Leo—

Se encontraba en el sótano que también era un desastre, pero en el pudo encontrar un hacha y algunos machetes, y linternas. Pero hubo algo que le llamó la atención, vio un pequeño marco tirado en el piso, con el cristal roto. Tomó el marco y se sorprendió por lo que vio.

Era una foto de Garras, Darla y (T/N__) de pequeñas, con sus padres atrás de ellas abrazándolas.

Se reunieron y mostraron lo que habían encontrado, que no fue mucho, la comida y las medicinas ya habían caducado hace mucho, la mayoría de las baterías ya no servían pero el rifle con sus municiones y los machetes eran de mucha ayuda.

Leo quería hablar con Garras, así que le hizo una señal para que fuera con él, dejando a los demás en la sala.

—¿Qué te tiene tan preocupada?— Preguntó Leo aunque ya sabía la respuesta—

—Esta era nuestra casa— Dijo soltando unas cuantas lágrimas, jamás había imaginado que volvería—

Leo le mostró la foto que había encontrado lo cual solo provocó que llorara más, Leo abrazó a Garras, nunca les habían preguntado por sus padres, no supusieron nada sobre ellos, a veces olvidaban que tenían que existir.

—¿Qué fue lo que sucedió?— Susurró Leo—

—Los mataron— Respondió en el mismo volumen, ahora, desde que habían conocido a las tortugas, suponían quien había sido, pero jamás pudieron comprobarlo— (T/N__) no lo recuerda, creo que todavía era muy pequeña, pero Darla y yo si lo hacemos.—

La abrazó por un buen rato, hasta que logró calmarse.

—Con Mikey y (T/N__)—

Mikey había notado un poco distraída a (T/N__) desde que había bajado y no entendía porque, así que en cuando Leo y Garras se fueron, se lo preguntó.

—Nosotras vivíamos aquí, con nuestros padres—

—¿Cómo lo sabes?— Le intentó preguntar tranquilo, nunca había hecho ningún tipo de referencia de sus padres, ni de como era su vida antes de Nueva York.

"Lo recordé", fue lo único que dijo, parecía muy afectada, de cierta forma confundida. Le tomó la mano y la llevó afuera para que pudiera desahogarse en privado. Aunque no totalmente, pues quiso que se quedara con ella.

Mientras los que se encontraban en Nueva York todavía habían tenido que parar, pues los carros habían sido dejados en medio de la carretera, los dueños habían muerto antes de siquiera poder moverlos. Entraron en una estación de policía ya que ahí podría haber armas, pero se equivocaron. Rafa gritó una maldición cuando se dieron cuenta de que no habían dejado ni una sola arma con las que defenderse, el Maestro Splinter inmediatamente corrigió su vocabulario pero no importó mucho porque estaban en el fin del mundo.

Amor aprueba de infección  (TMNT) #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora