Acantilados Malva

5.

Farah.

Miles me ha llevado a ver parte de la ciudad, no hemos hablado mucho, la verdad. Toda esta situación sigue siendo bastante incómoda para ambos, aún no tenemos la confianza suficiente y eso hace que la mayor parte del tiempo que estamos juntos, se creen silencios incómodos. Ninguno de los dos dice nada, nos limitamos simplemente a mirar hacia el suelo o a observar el paisaje.

-He quedado en un pub por aquí cerca con mis amigos, ¿te apetece ir? -dice de repente, rompiendo el silencio que se había formado-

-Ehm...vale -le sonrío levemente-

Caminamos un poco más hasta llegar al pub donde todos sus amigos están en la puerta esperando. Nos acercamos hasta donde están y Miles saluda a todos animadamente, le noto más relajado que cuando estábamos los dos solos, seguramente sea porque con ellos tiene confianza y más temas de conversación. No puedo evitar sentirme algo fuera de lugar.
Ya estamos todos dentro del pub sentados en una mesa al fondo, cada uno con un vaso bastante grande de cerveza, aunque más que un vaso yo diría que es una jarra. Miro a Miles que habla con una chica con unas tetas bastante grandes, ella no deja de tocarse el pelo y morderse el labio, a veces pone su mano sobre el hombro de Miles y le acaricia haciendo círculos pequeños. Está más que claro que intenta ligar con él.

Decido dejar de mirarles porque la escena empieza a darme náuseas y me limito a beber de mi jarra de cerveza sin hablar con nadie.

No debería haber venido. Estoy completamente sola, aislada de todos los demás y ya voy por mi sexta cerveza. Ninguno de los amigos de Miles se han acercado a mi para, por lo menos, presentarse, y Miles sigue hablando con la misma chica de antes que, ya ha conseguido lo que llevaba intentando toda la noche, hace un rato los dos han desaparecido durante bastante tiempo y cuando han vuelto el pintalabios de esa chica estaba en el cuello de Miles.

Asqueroso.

Cuando me he acabado la cerveza me levanto de la mesa para ir al baño y salir fuera un rato a que me de el aire. No se en que momento, pero tenía a todos los amigos de Miles, incluida a esa chica, mirándome fijamente. Creo que es la primera vez que me prestan atención desde que hemos llegado al pub.

-¿A dónde vas? -me pregunta Miles-

Yo alzo una ceja y le miro bastante cabreada. Ha pasado de mi toda la tarde y ahora se preocupa, claro que si.

-A mear y a fumar -le redondo lo más seca que puedo y saco mi cajetilla de tabaco del bolsillo de mi chaqueta-

-No sabía que fumabas -me responde mirándome directamente a los ojos-

Quiero que deje de hacer eso, quiero que deje de mirarme así. Me intimida demasiado.

-Espera, que voy contigo -dice de repente la chica que está con Miles-

Se levanta y baja un poco su mini vestido. Me fijo en su cuerpo y entonces entiendo porque Miles está con ella; no es muy alta, pero es delgada y tiene unas curvas increíbles, sus piernas son largas y torneadas. El vestido que lleva le hace ver aún más guapa de lo que es, marca a la perfección su figura. Tiene un cuerpo envidiable. ¿Porque yo no puedo ser así de guapa?
Salgo de mi trance y le sonrío.

-Vale, vamos -

Vamos al baño juntas y después salimos a la calle. Las dos sacamos un cigarro y lo encendemos.

-Así que, eres amiga de Miles eh...-dice de repente después de echar el humo del cigarrillo-

-Bueno...no exactamente, éramos amigos de pequeños, pero ahora somos simples conocidos -la miro-

-Bueno, pero ahora que vuelves a vivir aquí seguro que podéis recuperar la amistad-me sonríe-

-Si, supongo...-echo el humo y tiro la ceniza- bueno y, ehm...vosotros salís juntos?

-No exactamente, somos amigos con derechos, ya sabes -se encoge de hombros y ríe- No es que no quiera salir con él, Miles es fantástico, pero siempre parece que está en otro mundo. Incluso cuando nos acostamos. Es como si nunca estuviera aquí...

No puedo evitar sentir pena por ella, parece que le gusta de verdad. Me pregunto porque Miles se comporta de esa forma incluso con la chica con la que se acuesta, es un completo misterio.

Cuando terminamos de fumar volvemos dentro del pub.

-Por cierto, me llamo Nora

-Yo soy Farah -le sonrío-

-Vaya, es un nombre muy...raro. De dónde viene?

-Es árabe, a mi madre siempre le ha apasionado toda la cultura y la historia de allí, así que cuando nací obligó a mi padre a llamarme así...al principio no me hacia mucha gracia el nombre, pero me he acabado acostumbrado

-Si, te entiendo. A mi me pasaba lo mismo con el mío -ríe-

Volvemos a la mesa y me siento. Esta vez la gente empieza a darse cuenta de que estoy ahí y hablan conmigo, empiezo a integrarme con el grupo y, la verdad es que son bastante agradables, sobre todo Adrien, el chico que está sentado justo a mi lado. Llevamos un rato hablando y me cae bastante bien, no se si serán alucinaciones mias pero, creo que está intentando ligar conmigo. No estoy segura, pero si realmente está intentando hacerlo, no voy a decirle que no. Es bastante guapo, tiene una sonrisa increíble, sabe dar conversación y encima tiene buen gusto con la música. Es casi como el hombre perfecto.

Casi.

Porque le falta algo que Miles tiene, y que sigo sin saber que es.

Aunque ahora mismo no me importa demasiado si le falta algo o si es un súper héroe de Marvel, estoy un poco borracha, a las seis cervezas anteriores se les han sumado otras tres más. Me siento muy ligera y no puedo evitar reírme por cualquier cosa que Adrien me dice.
Llevo un buen rato notando la mirada de Miles sobre nosotros y, no es que parezca muy feliz de vernos hablando juntos, la verdad.
No se que se le pasa por la cabeza pero ahora mismo me importa bastante poco.

Dejo de pensar en Miles cuando noto la mano de Adrien sobre mi muslo y le veo acercarse a mi oído para susurrarme algo

-Están poniendo The Kooks, es la primera canción decente que ponen en toda la tarde. Te apetece bailar conmigo?

Y me sonríe.
Y no se porqué, pero noto que me derrito por dentro.
Y no sé porqué, pero acepto.
Y no sé porqué, Miles me mira como si hubiera cometido un crimen.