Acantilados Malva

7.

Farah.

-¿Sobre Adrien? ¿Porqué?
- ¿Te gusta? -me pregunta bastante rápido, como si no quisiera que le oyera-
- Bueno...no lo sé. Quiero decir, es guapo y eso, pero no le conozco. Sólo nos hemos liado, me ha parecido guapo y por lo poco que me hemos hablado también me parece bastante agradable, ¿porque me estás preguntando esto?

Me mira y siento como si el color esmeralda de sus ojos se volviera un poco más oscuro y, la verdad es que me asusta. ¿Es que a caso tengo que tener cuidado con Adrien?

-No, no es por nada malo, no tienes que preocuparte. Es sólo qué, conozco a Adrien desde hace bastantes años y sé que sólo le interesa el sexo, no quiere nada más y no quiero que te haga daño

Me río, sin saber realmente porqué. Lo cierto es que me da igual que Adrien busque sólo sexo, ahora mismo no quiero nada serio con nadie.

- Eso me da igual, ahora no quiero nada con nadie. -le miro a los ojos el mínimo tiempo posible, porque me intimida demasiado-

- ¿Como que te da igual? ¿No te importa que solo te utilice para acostarse contigo?

- Mira Miles, no quiero ser borde contigo, pero no va a utilizarme para nada, porque yo no quiero nada serio con nadie. No me importa tener sólo sexo con alguien. Además, no creo que seas el más indicado para darme sermones cuando te has ido a follar con Nora en el baño del bar.

- Para empezar, Nora y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo, y tenemos las cosas bastante habladas, no es lo mismo que lo tuyo con Adrien.

Parece que se está enfadando y esta conversación comienza a ponerme tensa. Acabo de salir de una mala relación y lo único que quiero es pasarlo bien, sin atarme a nadie, poder hacer lo que quiera sin tener a un novio celoso detrás de mi.

- Miles, acabo de salir de una relación muy mala y... bastante tóxica, por decirlo de alguna forma. Y ahora no busco nada serio con nadie, sólo quiero pasarlo bien

- Espera, ¿que quieres decir con una "relación tóxica"? -pregunta, y noto preocupación en su voz-

- No te preocupes, nunca me hizo daño, por lo menos no físicamente. Pero fue una mala relación, he intentado engañarme desde que me marché de Amsterdam, queriendo pensar que no debía marcharme de allí porque tenía a alguien que me quería, pero en realidad dudo que alguna vez lo hiciera, y ahora que lo pienso es bastante triste -suelto una pequeña risa, aunque en realidad tengo ganas de llorar-

- Era tu novio, tuvo que quererte en algún momento -añade sin mirarme, parece más tranquilo, incluso algo preocupado-

- No, nunca me quiso. Y es lo que más me jode de todo esto, que he intentado engañarme, fingiendo que dejaba atrás una gran relación con alguien que estaba enamorado de mi, cuando no era así.

- Bueno, ya encontrarás a alguien que te quiera de verdad, no te preocupes -me mira y sonríe-

Dios, tiene la sonrisa más bonita que he visto nunca.

- Lo sé, pero ahora mismo no me interesa nada de eso, ¿sabes? No tengo esa necesidad, sólo quiero disfrutar de todo esto, ya sabes, de la vida, quiero vivir al máximo. No es que vaya a ser como esa gente que dice vive rápido y muere joven -rio- quiero llegar a vieja, pero antes quiero viajar, ver el mundo, vivir todo lo que pueda y exprimir la vida al máximo. Creo que, aunque tenga 21 años me lo he ganado, ¿sabes?

- ¿A que te refieres? -me mira, como si estuviera loca por decir todo esto, pero de alguna forma parece que quiere escucharme hablar de todo lo que me pasa por la cabeza y me gusta, nunca me había sentido así con nadie-

- Me refiero a que, mis padres son de ese tipo de gente que quieren dirigir mi vida para que sea como ellos, y no quiero. Lo que de verdad me gustaría es ser yo misma, elegir lo que quiero hacer. Tengo un año para decir lo que quiero estudiar o si no tengo que estudiar una carrera de Ciencias y me niego, pero aún no sé lo que quiero hacer.

- Te entiendo, yo no le he contado esto a nadie, a parte de a mis padres, pero me gustaría ser escritor. Me han dado este año para poder escribir algo y conseguir que alguien me lo publique, o tendré que acabar estudiando derecho

Le sonrío, porque me he dado cuenta de que le gusta escribir desde que vi esos post-its en el corcho de su habitación

- Me lo imaginé cuando vi las notas en la pared de tu habitación. Tómate tiempo para escribir, a veces la inspiración llega sola. Si te centras demasiado al final te acabas bloqueando. Pero verás como al final consigues sacar algo

- Oh...-sonríe sin mirarme y noto como intenta cubrirse la cara sin ningún éxito, puedo ver que se ha sonrojado y me parece adorable-

- No tienes porqué avergonzarte, escribir me parece algo realmente complicado. Creo que la gente que consigue crear una historia de lo que sea tiene una mente increíble -sonrío y le doy un beso en la mejilla-

No sé porque he hecho eso, no sé cómo me he atrevido pero los dos nos estamos mirando igual de sorprendidos.

- Lo siento -tartamudeo- no sé porqué he hecho eso, yo no...-me corta antes de que pueda decir algo más-

- No, no importa, es sólo que...no se, no esperaba que lo hicieras -dice, igual de avergonzado que yo- pero gracias por lo que has dicho, es justo lo que necesitaba oír.

Le sonrío, ahora un poco más relajada y cuando llegamos a la puerta de su casa entramos sin hacer mucho ruido. Me deja paso para que pase primero y le doy las gracias en un pequeño susurro. Nuestros padres no están, así que doy por hecho que están dormidos. Subimos a la habitación y entro al baño para cambiarme y ponerme el pijama. Cuando salgo él ya está en la cama, está medio tapado con las sábanas y puedo ver que no lleva camiseta.
No está demasiado fuerte y por la postura en la que está sus clavículas se marcan bastante, pero puedo notar que tiene los abdominales algo marcados y, a pesar del mal clima que hay en Londres está bastante bronceado.
Me meto en la cama y me tapo con las mantas. Miro al techo pensando en la conversación que hemos tenido mientras volvíamos a casa y me doy cuenta de que, hacía mucho tiempo que no mantenía una conversación así con nadie y creo que la única razón de eso es que, no me había sentido cómoda hablando de estos temas con nadie hasta ahora, y lo cierto es que me alegra poder tener esa sensación de poder hablar con alguien que sabes que no va a juzgarte y que, de un modo u otro entiende lo que quieres decir.

- Me alegra haber hablado contigo esta noche Farah -dice de repente, sacándome de mis pensamientos-

- Lo mismo digo Miles -le sonrío y espero que pueda notarlo a pesar de que, la única luz que entra en la habitación es a través de la ventana- Espero que consigas que te publiquen alguna historia.

- Ojalá, pero necesito ideas y ahora mismo no tengo nada. Mi mente está completamente en blanco.

- Creo que lo que necesitas es una musa -rio- ya sabes, alguien que te inspire para escribir algo, que haga que tu mente se llene de ideas

Me sonríe, y puedo ver una hilera de dientes blancos gracias a la luz que entra por la ventana.

Tiene una sonrisa preciosa, nunca me cansaré de decirlo.

- Creo que no tengo que irme muy lejos para encontrarla -dice en un susurro-
Noto su voz algo cansada, pero no es algo que me desagrade, es más, me gusta. Tiene un tono grave que hace que me relaje, hasta que me doy cuenta de sus palabras; no necesito irme muy lejos para encontrarla.

Si, Nora es la musa perfecta para cualquiera. Ojalá alguien me viera a mi de esa forma.

- Me alegra oír eso -digo dándole la espalda, puedo notar dolor en mi propia voz- hasta mañana Miles.

- Buenas noches Farah.

Y todo se queda en silencio, cierro los ojos hasta quedarme dormida con una única cosa en mi mente; espero que algún día alguien me vea de la misma forma que Miles ve a Nora.