Acantilados Malva

6.

Miles.

Vi a Farah levantarse con Adrien, se colocaron en el centro del pub. Estaban muy pegados. Demasiado.

-Hey, ¿te pasa algo? ¿Porqué estás tan tenso de repente? -me pregunta Nora-

-No es nada, es que aquí hay demasiado ruido, está empezando a dolerme la cabeza

-Oh, ¿quieres que nos vayamos? Mi casa está libre -me sonríe y se acerca a mi cuello para dejar algunos besos-

No, claro que no quiero irme. Quiero quedarme aquí y vigilar lo que pasa entre Farah y el idiota de Adrien.
Está sonando The Kooks, ella está bailando, dios, no puedo dejar de mirarla. Parece que no hay mas personas en el bar, sólo ella y yo aquí sentado mirándola como un tonto, queriendo separarla de Adrien pero sin el valor necesario para hacerlo.

Ha pasado un rato pero ellos siguen bailando, he decidido dejar de mirarles porque lo único que estaba consiguiendo era cabrearme más. Llevo un buen rato hablando con los demás y todo parece ir bien hasta que todos se ponen a gritar y a aplaudir mirando hacia dónde están Farah y Adrien, decido mirar esperando que no estuviera pasando lo que yo creía, pero eso era exactamente lo que estaba pasando.

Se estaban besando. Joder, se estaban dando el lote delante de todo el puto bar.

-Que asco -dije en voz alta-
Aunque lo que realmente quería decir era, que envidia. Yo también quería besar a Farah, Nora para mi era sólo alguien con quien pasar el rato. No siento nada cuando la beso, ni mucho menos cuando nos acostamos y nunca he sentido una presión en el pecho cuando la he visto con otro tío, siempre me ha dado igual. Pero con Farah todo es distinto...¿Porqué?

He seguido mirándoles mientras le daba vueltas a la cabeza, y no me había dado cuenta hasta ahora de que Adrien tenía su mano por debajo de la falda de Farah.

Capullo.

Ella tenía una de sus manos enredada en el pelo de Adrien y con la otra agarraba su camiseta. Eso solo hacia que estuvieran muy pegados y que a mi me dieran ganas de matar a ese capullo.

-Voy a salir un momento -digo de repente, con un tono más molesto del que me hubiera gustado.

-Voy contigo -me dice Nora sonriendo-

-No, sólo será un rato. Además, me apetece estar solo -y sin decir más salgo del pub-

Me siento en una de las banquetas que hay fuera y veo que, apoyada en la mesa, hay una cajetilla de cigarrillos Marlboro, yo nunca he fumado, pero la verdad es, que ahora mismo creo que es exactamente lo que necesito. Abro la cajetilla y, para mi suerte aún le quedan algunos cigarros. Cojo uno y me guardo el resto.

-Mierda, no tengo mechero -bufo, esta es la suerte que tengo en la vida. Ni siquiera puedo permitirme tener algún vicio

Soy un dramático de mierda.

De pronto oigo una voz a mis espaldas y me giro para ver quien es.

-Toma tío, yo te doy fuego. No te alteres -ríe-

-Gracias Adrien -cojo el mechero y enciendo el cigarro- ¿que tal con Farah? Veo que os habéis caído bien...

Capullo

Veo que Adrien se ríe y enciende su cigarro cuando le devuelvo su mechero. Le da una larga calada y cuando echa el humo me responde.

-Es una puta diosa tío, enserio, está buenísima. Y no veas como besa...-vuelve a dar otra calada a su cigarro- me ha dado su teléfono, hemos quedado mañana

-Vaya...que rápido todo, ¿no? -digo con el tono menos sarcástico que puedo. Ahora mismo quiero matarle-

-Bueno, puede -ríe de nuevo y tira su cigarro al suelo- pero no le hacemos daño a nadie -pisa la colilla con sus botas militares-

A mí, me hacéis daño a mi.

Ahora podría ser como John Green, y hacer una metáfora de cómo esa colilla tirada en el suelo que Adrien acaba de pisar simboliza como me he sentido cuando le he visto besar a Farah.
No sé porque me siento así.
Otra vez estoy volviendo a ser un dramático de mierda.

-¿Vas enserio con ella? Quiero decir, ¿te interesa de verdad o sólo quieres tirartela?

-No lo sé tío, está muy buena y eso, pero acabo de conocerla -ríe- aunque no te voy a negar que mañana pienso tirármela

- Oh, pues...

Antes de que pudiera decir algo más veo a Farah salir del pub con su chaqueta puesta. Se acerca a nosotros.

-Miles, ¿te importa si me voy ya? Estoy algo cansada y...un poco borracha

- No no, claro que no, yo también iba a irme ya así que nos vamos juntos -sonrío- voy a por mis cosas y nos vamos, vale?

Entro en el pub dejando solos otra vez a Farah y Adrien, cojo mis cosas y me despido de Nora. No se porque sigo teniendo algo con ella, ni siquiera me gusta y cada vez me pone menos. No deja de besarme y la situación empieza a agobiarme así que la separo de mi con la excusa de que tengo prisa.
Salgo del pub y vuelvo a encontrarme con la misma escena que tuve que ver dentro del pub; Adrien besando a Farah como si se fuera a acabar el mundo, agarrándola el culo y ella con sus manos rodeando su cuello. Carraspeo para que se separen y Farah me mira algo avergonzada. Me pregunto porqué no puedo enfadarme con ella a pesar de que esté besando a un capullo que, estoy seguro, sólo quiere utilizarla.

Tengo que hacerla entrar en razón, pienso.

Si, eso es lo que tengo que hacer. Esperaré a quedarnos solos para hablar con ella sobre el idiota de Adrien.

-¿Nos vamos? -digo mirándola sólo a ella, obviando la presencia de Adrien que cada vez me resulta más molesta-

-Si, adiós Adrien, hasta mañana -le sonríe y yo lo único que quiero hacer es matarle-

Empezamos a caminar en silencio para volver a casa, uno al lado del otro. Nuestras manos se rozan y podría jurar que ella quiere cogerme de la mano, pero no quiero hacer nada. No quiero que piense que soy raro.

Lo eres, idiota, dice mi subconsciente.

Tengo que sacar el tema como sea, no puedo dejar que se vaya con él sin haber intentado hacerla entrar en razón.

-Ehm, esto...Farah, ¿puedo hablar contigo de algo?

Me mira con sus ojos verdes, la luz de la luna hacía que el color resaltara aún más y puedo jurar que nunca había visto unos ojos tan preciosos, estaban llenos de vida. Parecía que tenía toda una galaxia escondida en ellos, hacía ver que tenía tantas cosas que decir.

-Miles... ¿estás bien? Te has quedado pillado -ríe, y sólo oír su risa hace que sonría. Salgo de mi trance y aparto la mirada-

-Eh...s-si, lo siento. Verás, quería hablarte sobre Adrien.