Thomas.

102 3 0
                                    

Esa tarde, el cielo estaba nublado. No expresaba nada. Pero, a esos 4 amigos no les importaba.

Caminaron por las calles menos transitadas de su ciudad, mirando sus alrededores.

-Oigan.-Dijo Federico. Llamando la atención de los demás.- Se acuerdan de esa vieja mansión?-Preguntó, señalando la propiedad más abandonada de esa cuadra. Ellos asintieron y la observaron detalladamente. Esas ventanas, cuyos vidrios, brillaban por su ausencia; el césped, descuidado; las rejas oxidadas. Todo de esa mansión, daba miedo.

Gino, quien le restaba importancia a su estado demacrado, corrió y cruzó la calle, adentrándose en la gran casa abandonada.

Lucas, quien estaba cansado de las tonterías de su amigo, bufó. Estaba por poner un pie en la calle para cruzar, pero alguien lo detuvo.

-A dónde vas?! Estás demente? Ni locos entraremos ahí.-Señaló con la mirada, Federico.

-Alguien tiene que ir a buscarlo.

-Yo, paso. Estás loco, amigo.-Dijo Federico, apoyando su mano en el hombro de Lucas.

-Yo te acompaño.-Intervino de pronto Thomas. Lucas asintió y se encaminaron hacia la vereda de en frente.

-Tengan cuidado!-Gritó Federico.-Encuentren a ese imbécil y salgan lo más pronto posible!

Lucas apoyó su mano en la puerta polvorienta, empujándola de a poco. El ruido que provocaba la puerta cada vez que se iba abriendo, era insoportable. Thomas miró adentro de la casa y lo único que había, eran muebles llenos de polvo y signos raros. Frunció el ceño cuando vió pasar una sombra.

-Viste eso?-Preguntó el, mirando para atrás, creyendo que con el que se iba a encontrar, era con su amigo. Pero, se encontró con la nada. No había nadie atrás de el.
La puerta se cerró haciéndolo sobresaltar y mirar asustado para todos lados.

Un susurro se escuchó a lo lejos. No logró comprender y del miedo, empezó a temblar.

Otra vez, el susurro se hizo presente. Cada paso que daba, era un ruido escalofriante, causado por el suelo de madera.

Sintió un escalofrío en su brazo derecho, que estaba al descubierto. Frunció su semblante y cada que avanzaba, el susurro se hacía más claro.

-Vete de aquí, ella te encontrará y te asesinará...-Escuchó cerca de su oído, cada palabra, ese ser, la decía lentamente y con temor en su voz.

Giró su cabeza y se encontró con Gino.

-Gino! Idiota, vámonos, debemos encontrar a Lucas!-Lo tomó del brazo y su amigo, al tener contacto con el, lo empujó.-Pero, qué te pasa??-Gritó exaltado Thomas.

-Vete de aquí... No te debe encontrar...-Escuchó a su izquierda.

-Te matará... Al igual que lo hizo con todos nosotros... Vete...-Escuchó a sus espaldas.

Asustado miró a su amigo, el cual sonreía con burla. Se fue corriendo y Thomas quiso deterlo, pero, no lo logró.

Al final de un pasillo se podían visualizar sombras de niños. Una cantidad de niños inocentes y puros, pero, muertos.

-Aléjate!-Gritó una niña mirando por encima del hombro de Thomas. El no se quería dar vuelta, sabía que lo que había detrás de el, no era un ente benigno.

Escuchó risas por detrás de el. Fue empujado contra una pared, con una fuerza increíble. Su cuerpo, aún con vida, yacía en el suelo. Sangre empezó a salir de su boca y nariz. Cortes se formaban por su cara, dando un camino de sangre.

Abrió sus ojos y visualizó una sombra encima de el. Fijó sus ojos detrás y los niños miraban la escena con lamentación, no podían hacer nada aunque lo quisieran.

Un metal filoso atravesó su estómago. Gritó desesperado, en busca de ayuda. Pero, nadie lo oía.

Su vista se tornó nublosa, sus pulmones no recibían oxígeno, la sangre no le permitía respirar debidamente.

-Eres tan mala...-Dijo la niña, momentos antes, mencionada.

Sus carcajadas provocaban eco en la enorme sala, debido a lo que había dicho la pequeña.

Y ahí estaba, su cuerpo, echado en el suelo, sin vida.

Ella, al ver su repugnante hecho, sonrió, orgullosa de otra muerte más.

Cuentos Paranormales Y Sangrientos:3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora