Cuentos Paranormales Y Sangrientos:3

Zero y Doe. (Relato sangriento, paranormal no.)

Segunda Parte:

-Sólo espera al anochecer, no seas impaciente, hombre. Ya nos podremos divertir juntos, los dos, solos. Sin que nadie ni nada nos interrumpa. Aquí, querido amigo, estamos aislados de personas. Este lugar, es un punto muerto para cualquiera, menos para mí.-Hizo una pausa y lo miró a los ojos.- Entiendes? No tienes el lujo de ser mi primera víctima. Lástima, personas anteriormente, murieron por mi causa. Queee maaal.-Alargó las últimas palabras y se marchó, dejándolo solo.
Fue al cuarto donde guardaba todas las armas blancas y demás. Eligió una navaja larga y afilada, alcohol, cuchillos pequeños, pero filosos, agujas, hilo y una tijera con filo. Lo guardó todo ordenadamente en una caja, imaginó toda la sangre que se derramaría en la sala, suspiró de alegría y salió de esa habitación, con la caja en manos.

Doe miró a Zero de reojo y ella sonrió.

-Estoy aburrida.-Dijo sacando una aguja.-Veamos que podemos hacer con esta pequeña hermosura.-La miró, admirando su tamaño.-Mira, te voy a cortar la soga que amarra tu brazo, okey?.- Asintió y ella cortó la soga.-Dame tu brazo.-Ordenó. El negó, Zero bufó y lo agarró a la fuerza. Lentamente, fue clavando la aguja en el brazo derecho de Doe, el emitía sonidos por el dolor. Para ella, esos sonidos, eran como un canto muy bello.-Mira, te sale sangre. Hermoso, verdad?-Miró detalladamente su brazo, y, era verdad, sangre brotaba de esa diminuta abertura.-Me aburrooo.-Dijo clavando más profundo. Corrió la aguja brutalmente hacia el otro costado, formando una abertura mucho mayor a la de antes. "Gemidos" de dolor, se escuchaban de parte de Doe. Ella reía mientras observaba la herida.-Como mi corazón es taan bueno, te traje esto.-Dijo mostrando una pequeña botella de alcohol para heridas. El negó, le ardería como los mil infiernos. Sonrió y abrió la botella. Colocó un poco de alcohol en un recipiente menor, lo acercó a la herida y lo volcó, sin piedad alguna.

Zero, le arrebató la cinta de la boca y el gritó.
Las carcajadas de Zero se mezclaban con los gritos de Doe.

-Maldita zorra!-Exclamó el, con odio en su mirada.

Ella, sacó una tijera de la caja y tomó la mano de el, enojada, empezó a clavarsela en la mano.

Gritos y gritos.

-Eres un cerdo! Te odio, Maldita sea! Arruinaste mi vida y ahora te quejas??!

-Tus padres eran unos mal nacidos! No merecían vivir, al igual que tu familia, Zorra! Te tendría que haber matado a ti!- Zero se encontraba llorando y muy enojada. Con toda su fuerza, le pegó una patada a la silla en la que estaba sentado Doe. Tirado en el piso, gimiendo de dolor, se encontraba el. Era su destino, morir en las manos correctas.

-Vuelves a hablar de mi familia y te asesino ahora mismo! No espero al anochecer, Escuchaste??-Ninguna respuesta de su parte. Se acercó a el, agachándose a su altura.-Escuchaste???!- Asintió, asustado.

Buscó la cinta y se la puso, nuevamente, en los labios.

-Veamos, qué puedo usar ahora?-Preguntó a la nada, pensando. Agarró un cuchillo y se puso a la derecha de el.-Te gusta?-El negó.-Oh, vamos, algo te debe gustar!- Se agachó, observando el cuerpo de Doe. Acercó su cuchillo a su zona masculina, el empezó a temblar, y por una extraña razón, a excitarse. Bajó el cierre de su pantalón, dejándolo por encima de sus rodillas, así, quedándose en bóxers. Ella se rió al ver el bulto que se le había formado en su entre pierna.-De enserio? Te excitas apenas te tocan? Oh por favor.-Seguía riéndose. El cuchillo rozó su bulto, empezó a clavarlo lentamente y despacio. El dolor era insoportable, se podía notar por las expresiones de Doe. Esta vez, lo clavó más rápido. Le sacó el bóxer y, su zona, estaba sangrando. Sonrió, clavando el cuchillo más profundo. Lo sacó y lo dejó a un lado.

De nuevo, le sacó la cinta de la boca, agarró una aguja e hilo, la clavó en sus labios, muy bruscamente. Gritos, otra vez. Doe, se iba desangrando rápidamente, eso no le gustaba a Zero.

Clavó algunas navajas en las piernas de el, volcó alcohol en ellas, ardiendo demasiado. El lloraba por piedad, ella reía por diversión.

Su existencia, se iba desvaneciendo, muy rápido.
Para terminar, Zero clavó dos cuchillos en la garganta de Doe, dejándolo, automaticamente, sin vida.

Fin.

ValuVallejos Listo, ya. :P