CAPÍTULO XXV

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Durante las clases de hoy no estoy atendiendo mucho a los profesores, hablan del viaje a Francia pero para eso todavía faltan unos cuantos meses, ya le preguntaré a alguien.
Estoy pensando en Cristóbal, sobretodo porque le he pillado unas cuantas veces mirándome, me recuerda a... me recuerda a mi.

En la última clase la profesora de química me ha pillado garabateando en mi cuaderno y me ha castigado, me ha dado las llaves del laboratorio para que cierre cuando acabe de limpiar.

-Hola Val.-escucho decir a alguien desde la puerta. Al girarme veo que es Cristóbal.

-Ah, eres tú, hola-digo un poco fría.

-¿Puedo ayudarte a recoger?

-Como quieras.-Digo haciéndome la dura y me giro para continuar ignorándole.

-Val, quiero hablar contigo.¿Leíste mi carta?

-Sí.

-¿No quieres decirme nada entonces?

-Sí.-digo dejando la última pipeta en la estantería de vidrio.-¿por qué jugaste conmigo?

-Yo no jugué contigo, sólo quedamos algunas veces.

-Debías de estar ciego si no llegaste a notar que me gustabas. Nunca pensé que llegaríamos a ser amigos y así es, nunca podrías ser amigo mío, tu forma de ser te lo impediría.-respiro un poco y continuo-así que decidí no acercarme mucho a ti. ¿Por qué me empezaste a hablar?

-No lo sé.

-Yo si que no lo sé- odio que me diga eso, si hablo del tema, si abro mi corazón para que se entere de una vez este bobo, es para que él me de respuestas, no para que me diga "no lo sé".- ¿No sabes por que me empezaste a hablar, por que me abrazabas....por que me cogías de la mano?

-No, no lo se, sólo lo hacia. Pero, ¿qué problema hay?

-¿Qué problema? Con cada vez que me cogías de la mano me gustabas más y con cada abrazo se me hacía imposible alejarme de ti, y yo tan tonta e ilusa pensé que te gustaba y te confesé lo que sentía.

-Valeria, te juro que hasta ese día, yo no sabía nada de tus sentimientos. Siento haberte hecho sentir mal.

-Sabrás lo que se siente si le confiesas tu amor a alguien no correspondido que va detrás de alguien.

-¿A que te refieres?

-A Caroline, está más que claro que te gusta.

-No me gusta, admito que me atraía, pero no me gusta y además tiene novio.

Nos quedamos en silencio, yo cierro los ojos con rabia para evitar que se me caiga una lágrima de frustración y me siento en un taburete, luego Cristóbal se acerca a mi.

-Hola, me llamo Cristóbal. Conozco a una chica muy simpática, guapa y segura de si misma y también está segura de no querer que yo le hable. He pensado hacer las cosas de otra manera y que sería mejor ser sólo su amigo, de momento. Pareces buena persona, ¿cómo te llamas?-me pilla desprevenida pero me hace gracia.

-Me llamo Valeria-decido seguirle el juego.

-Encantado Valeria, bonito nombre. ¿Puedo ser tu amigo?

-Claro-digo sonriendo y dejando salir una pequeña risa

-Me gusta tu sonrisa.

Me ha sorprendido Cristóbal, la verdad, ya no estoy molesta con él. Yo ya pensaba que estaba siendo un poco injusta y no tenía porque haberle ignorado, se molestó en escribirme esa carta tan bonita, mandarme tantos mensajes y...ese beso....no, no, no, ahora somos amigos, AMIGOS, tengo que olvidar ese beso, ahora el que más ocupa mi mente es el de Tobías. Eso me recuerda que no le contesté ayer y debe de estar preocupado. Ya terminé de recoger el laboratorio, así que cerraré y me iré con Cristóbal, luego hablaré con Tobías.

***

*suena el timbre*

Que sonido más curioso el de este timbre, no sabía que se pudieran poner canciones, ayer cuando vine fue con Tobías y como es su casa no hacía falta que utilizara el timbre.
Veo que se abre la puerta y me acerco un poco más, luego veo que el que abre la puerta es Tobías, y con una cara de asombro, no le comenté que vendría a su casa.

-Hola Valeria, ¿qué haces aquí?

-Quería verte y pedirte perdón por no contestarte ayer, pensé que era mejor explicártelo hoy.

-¿Explicarme el qué? Ayer me preocupé al ver que no me respondías, pensaba que te había pasado algo o...o que no querías hablarme.-sonrío un poco y me acerco hacia él para abrazarle.

Creo que Tobías me gusta, sí, estoy segura de ello. Es tan adorable. Su cara al decirme que se había preocupado por mi me ha enamorado casi tanto como el escuchar que se preocupó.

-Bueno, te quiero contar lo que ha pasado, no quiero que te enteres de otro modo y lo malinterpretes.

-Está bien. Pasa, iremos a mi habitación.

Hola chic@s, siento no publicar capítulos tan seguido. Tengo pensado el final de la historia, pero tranquilos que todavía falta romance juvenil por delante. Espero que os esté gustando
"mi historia".

SENTIMIENTOS CONFUSOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora