Día 14

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Él volvió a recogerla de su casa. Esta vez trajo panecillos para su madre, que le ofreció pasar a desayunar pero se negó ya que quería estar a solas con ella.
Ella se extraño, subió al auto sin despedirse de mamá y él condujo hasta la escuela

-¿Porque me recojes para ir a la escuela?

-¿Acaso no puedo cervatillo? Más aya de mostrarte mi auto quiero que conozcas otras rutas para llegar al colegio, algunas son largas y otras cortas. Además quiero pasar tiempo contigo.

Él planea algo y ella lo sabe pero por ahora no preguntará nada.

-He visto que últimamente llevas camisetas costas, se que la primavera se acerca pero por el tiempo que llevo de acecharte, se que siempre usas manga larga. ¿O acaso te estás arreglando sólo por mi?

Ella se sonroja, porque en parte es verdad, pero tiene ganas de matarlo pues se siente tan débil ante él, el chico más guapo y popular del colegio que se fijó en una loca callada.
Pero por lo que dijo ella se sorprende ¿acaso él ya se había fijado en ella antes?

- Mis heridas se han curado y ya no lo he hecho.

- Bien...- el gira violentamente el auto, estira su brazo y toma la mano de ella para observar su brazo.

-¡Carajo!, ¡Mierda, maneja bien idiota!

Él se ríe y observa; es verdad, sus heridas han curado pero tiene nuevas, aunque estas son más pequeñas. Ella esconde sus brazos y se molesta.

-Por favor cervatillo, no lo hagas más.

-¿Porqué?

- Porque no tienes razón para hacerlo, se que te hace sentir bien pero hay otras maneras de sentirte bien, ya sabes, sentir placer, si quieres yo te enseño.

Se sonroja y ella lo golpea mientras él ríe.

- Era broma cervatillo, pero Por favor no lo hagas.

- Pero así me siento bien.

-Lo se, pero si la vida en verdad quisiera que sufrieras te hubiera dado una enfermedad incurable o una malformación que muchas personas en verdad sufren.

Ella no lo cree, le preocupa y esas palabras la ayudan bastante porque tiene razón. Él es un idiota pero esta vez tiene razón. Ella seca algunas lágrimas y no responde. Esas palabras la tocaron, nadie le había respondido así, en serio, las palabras más hermosas que ha escuchado.

-Gracias, intentaré ya no hacerlo.

- Por favor te lo pido, no quiero verte más herida, más de lo ya lo estás.

Odio Y AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora