Odio Y Amor

Día 16

Tal y como si nada hubiera pasado, las vidas de las personas del vecindario continuaron sin saber que al alejarse de ese sitio, sus peores pesadillas se podrían hacer realidad.
Y así como la vida continua, continua el reto por olvidar a una persona si eres alguien que se obsesiona fácilmente. Él se volvió adicto y un desesperado por la piel y el aroma de ella. Pero es triste porque no era algo equitativo. Más pareciera que los encuentros entre estos dos chicos eran una mezcla de aburriemiento y lastima por parte de ella y lo demás era lujuria por parte de él.

Las noches fueron cansancio para ella. Las noches fueron el circo para él.
Las cosas que habían no tenían que ver sólo ya con la diversión, si no como una manera de descargar energía.
Sus actos se volvían cada vez más feroces y amargos.
Los días en La escuela simplemente eran días donde no se dirigían palabra alguna y se aguantaba las ganas de tenerse y protegerse.
La obsesión de él, un buen día culminó; mientras caminaban hacia su destino de todas las noches para satisfacer sus placeres carnales y aquel deseo inoportuno destinado a los seres humanos, el sacó tu navaja,la tomó del cuello sin ejercer mucha presión y sin que ella se quejará, le susurró al oído:

-Te conozco bien. Estos días has actuado como si mi presencia te fuera en vano o no fuera suficiente. ¿Porque ya no gritas cada vez que me colocó entre tu inmidad y te hago sentir como una parte de mi? ¿Te has aburrido? ¿Qué puedo hacer para que vuelvas a quererme?.- preguntó muy desesperado el chico que se obsesiona de la chica de ojos tristes.

-No importa, no importa lo que hagas o lo que haga ahora. Simplemente estoy cansada. Vas a acabar conmigo y yo lo haré contigo. Veremos quien acabará el uno con el otro más rápido. No puedo soportar el hecho de que alguien me ame. Pensar en eso me repugna.- dijo ella con gran seriedad, mientras él la soltaba y rasguñaba el cuello de los con su navaja lentamente al compás de los ceujidos de su corazón.

-Te buscaré y te atrapar cervatillo. No importa lo que hagas, volverás a mi así como yo iré a ti. Te buscaré y después te volveré la obra de arte más hermosa del mundo. La obra de arte humana más hermosa de lo que ya eres.-

Así se depidio él, alejándose con el llanto y la desesperación. Ella sólo observó con lágrimas en los ojos y corrió a casa. Ambos se declararon la guerra y como toda guerra, debían prepararse. El final estaba cerca para alguno de los dos.