Él

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Cuando ambos cruzaron la frontera del vecindario, no encontraron más que la zona más pobre y abandonada de la ciudad. Claro que para llegar a la zona Urbana les faltaba un poco, pero era un lugar silencioso y oscuro, perfecto para que alguien con poca cordura realizará un sacrificio humano.
Este era su sitio, él solía aparecerse por ahí y dar paseos o simplemente para ver quien sería su siguiente víctima.

Él parece ser un chico normal, sin problemas. Parece que vive una vida perfecta y que tiene todo lo necesario como para estar en el puesto con el cual es bien conocido. Lo cierto es, que por estos factores, siempre ha sido juzgado y eso lo tenía harto.
Sus padres aún viven juntos y ambos se hacen responsables de la misma empresa de seguros. Es hijo único y sus pases trabajan todos los días a todas horas. Apenas él puede verlos en las noches o antes de que de marchen al trabajo. Hasta ahora, ellos se han asegurado de darle todo lo necesario para que él sea feliz; alimento, ropa de buena calidad, un buen teléfono, la última tecnología en sistemas computacionales y los últimos videojuegos lanzados al mercado. Claro que eso lo hacía feliz, pero el dinero no puede comprar al amor. Necesita a sus padres, necesita ayuda.
El hecho de necesitar a sus padres es algo que sólo lo hace consciente de que ellos ya no son felices juntos y si aún no se divorcian es por el hecho que para trabajar y ser los dueños de esa empresa se deben cumplir ciertos requisitos. Claro está que es el único motivo que no los motiva a terminar con ese matrimonio y es triste porque su hijo no es ni será ese factor. Además de que, él sabe que su padre se acuesta con cualquier chica que sea de buen gusto para su vista y sea sexo servidora cada vez sale de su casa al discutir con su mujer. A esa lista se le unen todas sus secretarias o alguna mujer que quiera realizar algún negocio con la empresa.
Mientras que su madre, tiene una relación con uno de los empresarios que se ha ofrecido a trabajar junto con esa empresa de seguros. No es una familia feliz.
Él siempre está sólo. Los chicos que están en su escuela sólo lo acompañan por beneficio. Es un acto sucio y cobarde pero eso le ha ayudado a no sentirse tan abandonado. Las chicas que aceptan estar con él, son sólo chicas con problemas iguales o mayores que los de él. Su vida es una porquería; el hecho de tener sexo, fiestas y amigos se convierte en objeto de lastima y una forma de desahogar todos los problemas, bueno, un poco.
Hace tiempo que el descrubrio a su padre con una de las mujeres que se supone cuidaba a su hijo cuando él era menor. Esto le provocó un ataque de ira que terminó por lanzarse hacia la mujer y darle algunos golpes. Fue separado por su padre y este en vez de explicar le dio una bofetada. La sangre y las lágrimas en su rostro no sabían tan mal comparado con el amargo sentimiento que se le quedó en la garganta. Después de ese incidente escapó de casa por 10 días y no fue buscado por sus padres hasta que su madre se enteró de lo ocurrido.
Durante ese tiempo, su corazón se mancho de odio y tristeza, no quería y no estaba dispuesto a volver a ser tratado de esa manera. Su orgullo no sería lastimado nuevamente.
Cada noche salía a espantar hasta al más inofensivo animal que se apareciera en su camino. Una de esas noches, subió al auto que sus padres le habían regalado como parte de su cumpleaños de 15 años. Manejó ebrio en la carretera y por "accidente" paso por encima de un desconocido. Se tomó la molestia de bajar del auto y verificar que el sujeto estuviera vivo. En efecto, sea quien sea el arroyado, aún respiraba y eso era un problema para él pues si lo dejaba vivir, iba a ser delatado y eso no sería algo bueno para alguien con suficientes tragos amargos.
Subió a su auto y paso 3 veces más por encima del desconocido. Hacia movimientos de reversa y aceleraba constantemente. Los huesos se oían crujir y al final se escuchó su último gemido de dolor. Él bajó de su auto y contempló lo que había hecho: la sangre estaba esparcida por el pavimento y aunque no hubiera mucha luz (más que los rayos de la luna) era irreconocible que eso era un ser humano. Nadie sospecharia nada.
Subió al auto y regresó a casa. Ese suceso lo marcó, pues por primera vez se sintió poderoso al ser él el que lastimaba y no el que era lastimado.
Durante 5 noches salió para realizar la misma actividad en el mismo lugar con animales y vagabundos. Después se aburrió de esa actividad y luego salió a cazar en su mismo vecindario. Empezó a perseguir a aquellos que salían a pasear a su mascota de noche o a los que apenas regresaban a casa después de un duró día de trabajo. A algunos simplemente los asustaba y a otros, era irresistible no lastimarlos. Los jalaba del cabello y los arrastraba a la frontera de la ciudad. Se los llevaba a una casa del árbol abandonada y ahí se desacia de sus tristes vidas. Él usaba el pretexto de que nadie podía ser feliz si él no lo era y que el sólo hecho de vivir nos hace miserables y tristes. Él sólo ayudaba a las personas a terminar con su sufrimiento.
Cuando ella apareció en su vida, sus actividades se detuvieron por completo y reflexionó sobre su experiencia. El hecho de encontrar a alguien que quiere acabar con su propia vida sin la ayuda de alguien, no sólo era triste si no admirable para alguien como él. Se había vuelto loco por vengarse del mundo y ahora loco por ella.
Pero eso le enfermaba, pues además de necesitarla, necesitaba librarse de la Mierda que ella vivía. No podía matarla, pues eso sería un infierno para él; necesitaba verla, tocarla, escucharla, ólerla, pero no soportaba verla pasarla tan mal por ningún motivo. Nada iba a separarlos. Pero parece que ella quiere volver a su propia miseria y eso no era justo, porque él estaba confiando en que el destino al fin le iba a recompensar por toda la miseria ya vivida. Nada le quitaría su momento de gloria y ni siquiera ella se iría de su lado. Esa obsesión no sólo la protegería, si no también la destruiría.

Odio Y AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora