Primos Lejanos «J.B.» Terminada

Capítulo 40

Narra Justin:

Una punzada de dolor en mi frente forma un gruñido en mis labios. Abro los ojos lentamente intentando acostumbrarme a la luz de la habitación, cuando por fin soy capaz de abrirlos me incorporo en la cama llevando mis manos para frotar mi cara e intentar alejar este intenso puño de dolor.

Ahora entiendo lo que a Ryan solía pasarle, siempre que lloraba se levantaba con una horrible jaqueca. Empiezo a sentirme culpable por todas las veces en las que lo culpaba de haberse emborrachado y sin invitarme. Siempre lo negó todo pero jamás le creí.

Lentamente me levanto y de reojo veo la hora: 12:45 am. Mis ojos se abren al ver que dormí más de lo que hubiera querido, enseguida me encamino a la ducha. Una vez arreglado yo y la habitación abro la puerta con el único fin de abrir la puerta de la habitación de a lado y abrazarla para poder saber que sigue ahí. Mis planes se esfuman cuando aparece Drake en mi campo de visión con una cara de pánico extremo.

- Justin: ¿Drake?- llamo, sus ojos se topan con los míos mientras se encamina hasta quedar frente a mí.

- Drake: Hola, oye...- se pasa una mano por el cuello-. Mis padres y tus... ellos te esperan abajo.- un nudo se forma en mi garganta pero asiento y camino hacia las escaleras.

Mi corazón late con una fuerza increíble con cada paso que voy dando hasta poner un pie en la planta baja. Mi ceño se frunce al escuchar aquella voz, acaso es...

- Justin: ¿Mamá?- pregunto una vez que mis dudas se transparentan.

- Pattie: Justin...- susurra mientras se pone de pie-. No pensé que dormirías tanto pero me alegro de que ya hayas despertado. Mientras más rápido será mejor.- su frialdad me confunde.

- Justin: ¿A que te refieres con mientras más rápido mejor?

- Jeremy: Nos vamos.- responde a las espaldas de mi madre-. Es mejor que subas y hagas tus maletas.

- Justin: ¿Qué? ¿No están hablando en serio verdad?- río sintiendo como mis ojos se vuelven acuosos-. No pueden, mamá no pueden.

- Jeremy: No te estamos preguntando, ahora muévete.

- Justin: Claro que no, ¡no me iré!- niego-. No pienso dejarla, no lo voy a hacer.

- Jeremy: No te preocupes, cariño.- se dirige a mi madre-. Yo tomaré sus cosas. Adam, ¿me mostrarías la habitación?- este asiente y lo dirige escaleras arriba.

- Justin: Mamá, por favor...- ruego mientras intento detener las lágrimas-. Tía, me dijiste que arreglaríamos esto hoy.

- Eleanor: Es la mejor manera, Justin. Lo siento, pero lo último que quiero es verte con mi hija.

- Justin: No pueden, no entienden que nos amamos.

- Pattie: Deja de decir tonterías Justin. Ya es suficiente el daño que le has hecho a Eleanor y a toda su familia. Creí que conocía a mi hijo, pero ya veo que no lo he hecho ni un poco.

Sus palabras duelen, ¿cómo puede pensar que soy diferente a lo que he sido toda la vida?. Todo pasa tan rápido que en menos de quince minutos hay tres maletas en la puerta. El dolor de mi cabeza aumenta y siento que todo se mueve alrededor a pesar de sentirme consciente totalmente. Todo llego a su fin y de cierto modo las palabras que todos pronuncian llegan a convencerme: fue un error, esto no es posible. Ya ni se si están en lo correcto o yo estoy en lo correcto, me dirijo a la cocina para salir de ese ambiente tenso. Un sollozo brota de mis labios mientras apoyo mis manos en el mesón y cierro los ojos con fuerza esperando desaparecer de esta realidad y volver semanas atrás donde éramos solo los dos a toda hora.