Primos Lejanos «J.B.» Terminada

Epílogo

"Mi amor,

Quizá no soy bueno cumpliendo promesas... O quizá el mundo este contra nosotros y ahora me doy cuenta de que no soy aquel chico fuerte que creía ser. Quizá no soy capaz de luchar contra toda barrera, quizá me llames cobarde y me odies en este momento. Lo entiendo... o aunque sea trataré de hacerlo. Trataré de entender que no querrás tenerme cerca después de saber que ya no estaré a tu lado el momento en él que leas estas palabras. No podemos seguir, ellos no quieren que esto siga. Me separan de ti, pero eso no quiere decir que mi corazón dejará de ser tuyo. Tienes mi amor y tu eres la única que decidirá que hacer con él. Aún recuerdo el primer día que te vi. Todavía no he olvidado el brillo de tu sonrisa, del ligero baile de tu cabello con el aire y los elegantes pasos en tu caminar. Seguro sonrío al recordar la primera vez que me hablaste con aquel tono de voz, la loción que traías aquel día y el suave toque de tu mano. En ese momento, de alguna forma que aún no termino por comprender, supe que eras tu. Que sin importar los obstáculos, las distancias, los problemas y las peleas, seríamos uno sólo sin dejar de ser nosotros.

Es posible que no me creas pero quisiera volver a esos días donde solo hacía falta una mirada para hacernos sonreír, donde el tiempo pasaba sin que nos diéramos cuenta y todo lo demás no importaba, sólo nosotros. Nos enamoramos, a pesar de nuestras diferencias, y de nuestra relación surgió algo genuino y hermoso. Para mí nuestro amor aún no ha terminado, quiero todo de ti, siempre, cada día. Tú y yo... todos los días. Nuestro amor puede hacer todo lo que nos propongamos. Te amo, soy quien soy gracias a ti. Tú eres todas mis razones, todas mis esperanzas y todos los sueños que he albergado, y no importa lo que nos depare el futuro: para mí, cada día que he estado contigo ha sido el más importante de mi vida.

Me gustaría decirte que todo se arreglará entre nosotros, y te prometo hacer lo que esté en mis manos para que así sea. Pero si no volvemos a vernos y ésta es una verdadera despedida, sé que nos reencontraremos en otra vida. Volveremos a encontrarnos, y aunque las estrellas hayan cambiado, nos nos amaremos sólo por esa vez, sino por todas las veces anteriores. ¿Qué será fácil? Va a ser muy difícil. Vamos a tener que trabajar en esto todos los días, pero quiero hacerlo porque te quiero. Siempre se hace daño a quien se quiere. A quien no deberías hacer daño. Siempre se coge la rosa mas dulce y se aplasta hasta que se caen los pétalos. Siempre se rompen los corazones más amables con una palabra apresurada que ni siquiera puedes recordar. Y si rompí tu corazón ayer por la noche es porque te quiero más que a nada.

Te amo con mi vida, Justin."

Era la ¿treintava vez? que leía la carta, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había repasado y repasado aquellas palabras. Del mismo modo, la cuenta de cuantas veces y cuantas lágrimas había llorado era totalmente desconocida. Lo único que se lograba escuchar en aquella casa eran los sollozos desgarradores por las noches y las múltiples maldiciones que emitía hacia aquellas personas que se hacían llamar padres, ya no creía que lo eran. Sentía que lo único que tenía en ese momento eran Chris, Drake y aquel recuerdo de Justin.

Se había vuelto una máquina de lágrimas incapaz de comer o ponerse de pie para dar un paso. Su mundo estaba en el suelo, ¿y como no iba a sentirse miserable? Le habían quitado lo que más amaba en la vida pero lo que más le dolía era que él se había ido sin despedirse. Sus padres le habían dejado claro lo que él había dicho: "No me despediré, díganle que ya no importa". Quizá nunca le importó lo suficiente.

- Chris: ¿¡Enserio!?- gritó frustrado viéndola aún envuelta entre las cobijas con cientos de pañuelos por do quier-. Enana, si no te levantas en este momento juro que te jalaré de los pies y a rastras te sacaré de esa cosa que haces llamar cama.