Bodas y un corazón roto.

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Cuando mi madre me dijo que se casaba de nuevo no lo podía creer. Un sentimiento de nostalgia se hacía presente y la posibilidad de que estuviera de nuevo con mi padre se esfumó como el humo que lleva el viento.
Olivia se encontraba en el baño, Mía se maquillaba y yo estaba completamente perdida mirando la ventana. El día estaba nublado y comenzaba a hacer frío.
-¿no le has hablado a Harry?
La mire. Una mirada dolida y triste. Después de haberme acostado con Harry, sentía un vacío enorme en mi corazón. Más que nada, mi cerebro procesaba las cosas y llegaba la realidad golpeandome como un boxeador lo haría; el jamás me notaria.
-No.
-Deberías intentarlo Autumn, quién sabe. A lo mejor y te llevas una sorpresa.
-O a lo mejor una decepción más.
-No seas así, mira, un pajarito me dijo que está invitado a la boda, creo que tu madre tiene amistad con la de el.
-¿Y tú? ¿Qué hay de Olivia? ¿Cuándo le piensas decir?
Su mirada se volvió sería. De pronto, el ambiente se puso tenso. Me miro, la mire.
-Busco el momento indicado.
Asentí y dirigí de nuevo mi mirada a la ventana. No discutiría de nuevo con ella para que le diga a Olivia lo que siente por ella.
En la ceremonia estaba en un estado de ansiedad y nervios, más aún sabiendo que Harry estaba del otro lado, parado con un traje haciéndolo lucir apetitoso e increíblemente sexy. Ojos verdes me miraron de arriba a bajó, después miró el suelo dando una sonrisa curiosa.  ¿Qué había sido eso?
Después del casamiento, los novios salieron de la iglesia felices, personas gritaban, aventaban arroz y aplaudían. Nunca entendí lo del arroz o del porque el auto le ponen botellas atrás amarradas con una cuerda.
-¿porque huiste aquel día?
Me quede literalmente; congelada. Su voz ronca y varonil había sonado como un rato cayendo haciendo eco.
-¿De que hablas?
Su mirada era penetrante, me sonrió y quería morir.
-Tu lo has de saber perfectamente, nena.
Me guiñó un ojo y se alejó sin más. Me sentía confundida, ¿porque me preguntaba eso?  ¿Estaba insinuando algo? No lo sabía y no se sí quisiera saberlo.
Tenía la esperanza de que le interesará un poco, pero todo se fue a la mierda cuando vi que se besaba apasionadamente atrás de los arbustos con una chica modelo, y mi corazón se hizo trizas cuando entraron juntos al baño y se escuchaban los gemidos de su lujuria.
Una botella de ron, un pedazo de pastel mezclado con un corazón roto  hacían la combinación perfecta.

El aquí, ahora. |H.S| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora