Mi mente seguía vagando en una nube, no podía dejar de pensar en aquellas imágenes que pude presenciar, pero también sentir. Mi duda residía si todo aquello se acercaba a la realidad, ya que lo que estaba sucediendo era demasiado complejo para que mi mente lo pudiera llegar a soñar o imaginar. Pero si así era, ¿qué estaba pasando? ¿Qué significaba todo aquello? Podía sentir cómo la frustración intentaba opacar mi cuerpo, pero conseguí mantener la calma. Me faltaba información, razones, conexiones... Había demasiados huecos por llenar, pero ya desde mi llegada a aquel lugar. Pude volver a la realidad gracias a la ronca voz de Link, que se dirigía hacia mí.
-Aquí empieza realmente el Bosque de Farone -dijo Link clavando su mirada a la zona más profunda del bosque-, es mejor que no te alejes mucho de mí, ya que sólo tenemos una espada y un escudo.
Noté como un temblor recorría todo mi cuerpo de la cabeza a los pies, extendiéndose por cada uno de los vellos de mi cuerpo encrespándolos cuando vi el lugar exacto donde me raptaron hace ya unos días. Estaba en alerta o, más bien, al borde del pánico. Sentía como poco a poco lo único que podía escuchar era el rápido latido de mi corazón y mi respiración entrecortada. Las imágenes del secuestro de Talo y mío se repetían delante de mis ojos a la velocidad de la luz, así como las sensaciones de temor, miedo y dolor. Mis ojos se empezaron a aguar mientras mis piernas comenzaban a fallar, provocando que tuviera que sentarme en el suelo. Empecé a hiperventilar cada vez más fuerte, agarrándome el pecho por el temor de que pudiera salirse mi corazón de la caja torácica.
-¿Loren? -Link se giró hacia mí, pasando de un semblante serio a uno de preocupación- Hey, hey, tranquila, mírame Loren, mírame a los ojos.
Su voz era apenas audible con el estruendo de los latidos de mi corazón cada vez más descoordinados. Mi visión se había vuelto un túnel, a penas podía ver claramente. A pesar de que percibía que estaba totalmente ausente de mi entorno, pude sentir como dos manos sujetaban mi cara firmemente, dirigiendo mi pobre visión a un par de ojos azules, profundos como el mismo océano. Mis ojos se anclaron en los suyos, me sumergí en el azulón de su iris.
-Sé que esto es muy difícil para ti -comenzó a hablar serenamente, articulando cada palabra cuidadosamente-. Ya hemos pasado por cosas más duras hasta ahora demostrando lo fuerte que puedes llegar a ser, pero hay eventos que nos pueden marcar y el secuestro de Talo fue uno.
Mis lágrimas comenzaban a caerme por las mejillas como si fueran auténticos torrentes de agua, empapando las manos de Link. Ahogaba mis sollozos, pero notaba como un nudo en mi garganta se volvía cada vez más tenso y doloroso.
-Quiero que sepas que no te vas a separar de mí, esta vez no estarás sola -prosiguió mientras empezaba a limpiar con su pulgar izquierdo alguna de mis lágrimas-. Puedes estar tranquila conmigo.
Parecía que pasaron horas, pero fueron apenas algunos segundos en los que sentí que él pudo ver más allá de mis ojos irritados, que consiguió ver una parte de mí. Me sentí expuesta, pero no me importó, supo perfectamente que palabras utilizar para captar mi atención y conseguir que, poco a poco, dejara de escuchar a mi cuerpo y a mi mente. Sólo existía él, yo misma había pasado a un segundo plano.
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Mi Damisela {Link} || Book #1 ||
FanfictionLibro I de la trilogía "Aurea Virtutis" ~*~*~*~ ~NintendoAwards2016~ La mayoría de los personajes le pertenecen a Nintendo®, al igual que ciertas escenas de la historia. Prohibida la copia o adaptación de esta.