Capitulo 9

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Cada vez que oía más cerca los pasos, más fuerte agarraba mj cuchillo. No tenía miedo, pero tenía una sensación muy extraña. No creo que una persona que tiene una choza subterránea, totalmente desordenada, con sangre seca repartida por sus paredes y que tiene fotos de casas y de personas sea alguien que sólamente pasaba por ahí, me vió desmayado en medio del bosque y me llevó hasta aquí con alguna intención, sea alguien que deba confiar. Bueno, tampoco es que me acuerde de algo desde que me desmayé. Tal vez, ni siquiera me desmayé, alomejor esta misteriosa persona me hizo tragarme o pincharme alguna mierda que hiciera que no me acordase de lo que pasó anoche. O alomejor ha pasado más tiempo, dos días, una semana... O tal vez todo eso ocurrió hace 2 horas. Lo único que sé es que no me acuerdo como llegué aquí y que me las tendré que ver con quien me trajo aquí. Quiero respuestas antes de irme.

Los pasos se acercaban y se acercaban. Se hacía escuchar el chirrido de la madera del suelo con cada paso que daba.

《Venga... ven aquí...》me decía a mi mismo, en mi cabeza.
La cosa se ponia más y más tensa. El tipo no hacía mas que dar pasos que daban que pensar que el pasillo era eterno, o que se alargaba más y más como si fuera una glma elástica; o que el pasillo funcionara como una cinta de correr. No estaría nada mal tener una de esas.

Noto que el tipo cruza y entra en otra habitación, cerca de donde me encuentro yo, preparándome con qué y qué haré cuando ese venga hacia aquí. O que yo vaya hacia él. O atacarle por la espalda.

Atacarle por la espalda... suena, tentador. Pero cobarde. Tal vez podría contenerlo sin que se dé cuenta y ponerle el cuchillo en el cuello y que empiece a soltar cosas de la boca, que me explique qué es todo esto. Pero no quiero parecervun cobarde. No lo soy. Pregúntaselo a Alex y a sus colegas, a ver qué te dicen.

Decido qué hacer: ir hacia él o ella, preguntarle quién es, qué hago aquí y que hacen esas fotos de casas y de personas. Y qué significa la cruz en alguna de ellas.

Respiro hondo, me armo de todo el valor de mi y salgl de la habitación. Me guio por el ruido que está haciendo, para saber en qué habitación está. Doy unos pocos pasos a mi izquierda, me asomo por la entrada y ahí lo veo.

Es un hombre con ropa que da la sensación que ha usado muy seguido. Como unos 5 meses. La camiseta llena de girones y arrugas, así como el pantalón con agujeros y parches.
Está de espaldas, pero desde aquí se ve que se está quedando calvo, y está un pelin gordo.
Dejo de pensar y...

Yo: Eh, tú. ¿Quién eres?

No había acabado de decir esa frase y el hombre ya se había girado hacia mi. Tenia aspecto de que le hubiera caido toda la mala suerte del mundo encima. Las escasa luz del techo le hacía marcar mucho más las arrugas de la cara. Poco más de 45 años.

X: ¿Ya te has despertado? Hace solo 3 horas que te puse en la cama de los cadáveres. Pensaba que habias muerto. Menos trabajo para mi. Pero, no. Estás despierto.

¿Menos trabajo para él? ¿Acaba de decir eso? Tenía una voz muy grave y un tono fuerte, intentando parecer simpático.

Yo: Respóndeme, y no pasará nada que tenga que pasar.

El misterioso hombre rompió a carcajadas, como si lo que acabara de decir fuera los más gracioso del mundo. Se reía haciendo notar su alta edad, una risa oxidada.

Yo: ¿Qué te hace tanta gracia, viejo?

Aquello hizo parar su risa en seco, como si le hubiera dado un infarto al momento, y puso de nuevo la seria cara de antes, más enfadado aún.

X: Voy a hacer esto rápido. Sería ideal que no te resistieras.

Mientras lo decía, agarraba lentamente su cuchillo, sucio, con sangre seca en la hoja y en el mango.
Se acerca a mi. Levanta el brazo con un leve grito y me lo intenta clavar en las costillas, a lo que yo esquivo y hago que su cuchillo se pegue contra la puerta de la habitación. Una ventaja que tomo para clavarle mi hoja en su antebrazo.
La sangre salía como una pequeña fuente. Saco el cuchillo y a continuación va dirigido al hombro.
Del dolor, se coje el hombro con su otra mano. Otra ventaja: le doy en la rodilla.
Gritaba como si su vida dependiera de ello. Como si estuviera en la montaña rusa más flipante del mundo. Y ahora veo el momento.
Que empiece a soltar.

Yo: ¿Me vas a decir qué es esto de una maldita vez?

Seguía gritando. Pero parecía que quería parar para hablar.

X: Mi guarida. Mi... morgue. Aquí es donde...

Los gritos de ese psicópata volvían a oirse, pero esta vez mas flojo.

X: Aquí mato a mis víctimas. Y tú... eres una de ellas.

Me tomé a broma ese último comentario dado como estaba el hombre de malherido, pero sacó una pistola antes de que pudiera decir algo.

X: ¿Sigues creyendo que puedes salir de aquí? Te volaré el cerebro antes de que digas "tres"... ¿Últimas palabras?

Yo: Ve a dormir.

X: Después de...

Lo único que se oyó antes de que acabara la frase fue el ruido de mi cuchillo clavándose en su garganta. La sangre salía expulsada locamente, parecía una fuente.

Pensé que algo adecuado de hacer es revisar si hay alguien más secuestrado aquí, pero no había nadie. Solo me entraban ganas de salir pitando de aquí.

Jeff's life Donde viven las historias. Descúbrelo ahora