Saturno

Capítulo 3: santos guacamoles

El lunes casi pierdo el bus y llego tarde a la universidad por haberme quedado hasta tarde viendo una serie y haberme quedado dormida mientras sonaba el despertador.

Llegué justo a tiempo y casi choco con una chica llena de tatuajes vestida completamente de negro y cara de pocos amigos que era bastante intimidante.

Y, hablando de gente con tatuajes, después me choqué con un chico alto, muy, muy apuesto y también lleno de tatuajes, sólo que el no era intimidante, era un tarado, pero también un imán de chicas. Se llamaba Justin, y se había acostado con más de la mitad de la población femenina de la universidad.

"Cuidado por dónde vas, linda." Me dijo y rodé mis ojos, apartándome y siguiendo mi camino sin siquiera disculparme por haber chocado con él.

Llegué a mi casillero y, luego de agarrar los cuadernos que necesitaba, corrí a clase.

A la hora de volver a casa, recibí un mensaje de Ellie, el que decía que nos veríamos en el pequeño "parque" de la entada, junto al gran árbol. Y ahí estaba ella cuando llegué, y corrió a abrazarme, como siempre.

"Hola, mi pequeño brócoli. ¿Qué tal tu día? ¿Has visto lo guapo que está Justin Bieber? Esta mañana en el pasillo sacándose su suéter se le ha subido un poco la camiseta y yo y 20 chicas más nos hemos babeado" comentó. Ella era una de las infinitas que no se resistían a sus encantos, pero yo tenía solo ojos para mi novio.
"Bueno, ¿qué te parece si preguntas a Thomas si está en el skatepark para ir a verlo, y así comprobar tu teoría, además de ver con mis propios ojos qué tan bueno está su 'enemigo'?"

"No es su enemigo. Thomas no tiene enemigos" dije antes de sacar mi celular de mi bolsillo y marcar el número de mi novio.
No contestó a la primera llamada, así que volví a intentarlo. Esta vez sí contestó.

"Hola, mi corazón. ¿Qué tal la universidad?" me saludó, tan dulce como siempre.

"Muy bien, de hecho acabo de salir. ¿A qué hora te has ido tú?"

"Hmmm, al rededor de las 11, luego de mi examen de ingeniería."

"¿Estás en el skatepark?" pregunté.

"Ajá, me quedaré hasta las seis, o algo así. ¿Quieres que nos veamos después?"

"De hecho, te llamé para preguntar si podía ir a verte aho..."

"No" me interrumpió entes de que pudiera terminar. "Digo...no, no puedes venir. Estoy...ocupado. Preferiría que no vengas. Podemos vernos después."

"Es que quería verte ahora..."

"Cariño, ahora no. Además debo irme, te llamo cuando salga" dijo y finalizó la llamada.

"¿Y?" preguntó Ellie.

"No quiere que vayamos."

"Eso es sospechoso..." dio ella rascándose la barba que no tenía.

"No lo es, dijo que estaba ocupado" lo defendí. Sí, tenía razón, era algo raro, pero tenía que confiar en él.

"Sigue siendo sospechoso. Vamos."

"¿A dónde?" pregunté. Noté un hombre no muy lejos que nos observaba, pero procuré ignorarlo. Seguro por que Ellie estaba buenísima. No lo culpaba. Sólo que se veía un poco mayor. Pero no era asunto mío.