Saturno

Capítulo 1: ¿Saturno?

"Será divertido, lo prometo." Dió un apretujón cariñoso a mi mano.

"Lo será para ti. Yo solo voy a quedarme sentada viendo." Me quejé.

"Por eso mismo; me verás a mi." Me guiñó un ojo coqueto y rodé los ojos, divertida. "Solo bromeo, amor. Vas a conocer al resto de los chicos. Además, tú eras la que insistía en venir."

Nos detuvimos y noté que ya habíamos llegado frente a la entrada del skatepark al que mi novio asistía todos los días.
Era más grande de lo que hubiera imaginado y estaba repleto de gigantes rampas en las que más chicos subían y bajaban en sus skates como si fuera tan normal y fácil como lo es respirar.

Entramos de la mano y Tom me guió hacia su grupo de amigos, de los cuales ya había conocido a algunos.

"Chicos, como ya saben, esta es Abby, mi novia." Me presentó y yo les di una cálida sonrisa.

"Ya conoces a la mayoria, y esos otros son Arturo, Malik, Charlie...." Me dijo el nombre del resto mientras los señalaba y ellos asentían en respuesta. Todos se veían bastante agradables, pero a la vez intimidantes.

Finalizada la presentación todos montaron en sus skates y se exparsieron por el lugar. Tom dejó su skate sobre el suelo y puso un pie sobre él.
"Voy a dar unas vueltas, cariño. ¿Te quedas por las gradas?" Señaló con su cabeza unas gradas de cemento en las que ya había una pareja sentada. Asentí.
"No me extrañes demasiado." Me dió un suave beso y luego soltó mi mano para alejarse.

Suspiré y fui a sentarme. Apoyé ambos codos en mis piernas y mi cabeza entre mis manos mientras seguía a Tom con la mirada. Iba de un lado a otro y hacía trucos con tal facilidad que me dejaba sorprendida. De vez en cuando miraba en mi dirección y me daba una de sus adorables y seductoras sonrisas, y yo le sonreía de vuelta.
Luego de un rato estaba algo aburrida y mareada por mirar de un lado a otro así que saqué mi celular y comenzé a jugar un juego.

"Vaya, pero ¿qué tenemos aquí?" Una voz masculina a mi lado me hizo pausar el juego. "¿Por qué tan sola, preciosa?" Levanté la vista para encontrar un chico que nunca antes había visto. Cabello marrón oscuro, ojos verdes hipnotizantes, rostro enmarcado, mandíbula resaltada, perfecta nariz y perfectos labios. Era muy apuesto y su voz también lo era. Traía puesta una camiseta negra con las mangas cortas  arremangadas, jeans negros gastados y Vans del mismo color.
"Te hablé, ¿no vas a contestarme, bonita?" Dijo, sacándome de mis pensamientos y me di cuenta que me había quedado mirando.

"Disculpa, vine con mi novio." Reaccioné a decir ante los sobrenombres que me llamaba.

"¿Cómo te llamas?" Lamió sus labios y se sentó a mi lado. Demasiado cerca.

"Te dije que tengo novio." Dije retrocediendo un poco, pero el volvió a acercarse aún más.

"Esa no fue mi pregunta, hermosa." Se inclinó más hacia mí y me dí cuenta que el no tenía límites. No le importaba si había un novio o no de por medio, si quería meterse en los pantalones de una chica insistía.

Me rodeó con su musculoso brazo y miró intensamente a mis ojos, y quedé hipnotizada con el verde de los suyos.

"A-apartate." Logré decir pero el parecía no prestar ni la más mínima atención a mis palabras.