*Cindy en multimedia*
La cara delataba a cada uno de los siete, incluyendo a Cindy y Charlie, los más valientes, e incluso a la serena de Amber, todos sentían terror.
- ¿Cual es la explicación de esto? - dijo Oliver, irritado.
- Chicos, miren - dijo Rachel agarrando el mechero de la mesa, pero cuando lo tocó su cara formó una mueca de horror.
- ¿Qué pasa? - le preguntó Alfie, preocupado.
- Está caliente - respondió.
Un tenso silencio hizo aparición.
- ¿Están seguros de que está abandonada, chicos? - pregunta Rachel, temerosa, guardándose el mechero.
- Eso dicen ... -susurró Cindy.
- Chicos, yo me largo - dijo Berry e intentó abrir una de las antiguas ventanas pero no abría, imposibilitando el escape - parece que tampoco podemos huír.
- Alguien quiere que no nos vayamos... - dijo Cindy.
Todos se miraron, tensos.
- Es que es la única posibilidad - susurró Cindy - ¿Quién nos va a preparar este "agasajo"? ¿Un fantasma? - dijo poniéndo énfasis en la palabra "agasajo".
- ¿Y lo dices tan tranquila? - pregunta Alfie, asombrado.
- A lo mejor solo es un indigente... - agrega Rachel.
- Esperemos.. - dice Oliver con cara de asco.
Los chicos rodean la mesa y salen a otra habitación, la cocina.
Azulejos rotos y cacerolas oxidadas eran la decoración de aquel lugar. No le prestaron mucha atención y enseguida subieron por unas viejas escaleras.
- Chicos, hay algo escrito en las escaleras - exclama Amber.
Cindy apunta con su linterna y en los escalones, con pintura roja y fresca, se leía "CUIDADO". Con un poco de miedo siguieron subiendo las escaleras, hasta que un grito y el ruido de tablas cayendo irrumpieron. De un momento para otro el ángulo de la linterna cambió. Nadie veía nada.
- ¿Qué pasó? - gritó Berry.
- ¡Cindy! ¿Dónde estas? - gritó Charlie.
En un instante se comenzó a sentir un sollozo, era Cindy. Provenía del piso de abajo. Rachel, Charlie y Alfie bajaron con gran velocidad.
Rachel agarró el celular de Cindy y apuntó en busca de ella. Abrieron la alacena debajo de la enorme escalera y descubrieron una enorme recamara. Adentro, en el suelo, estaba Cindy. Su pelo color chocolate estaba despeinado y polvoriento.
- ¿Qué te ocurrió? - preguntó Alfie.
Parece que se había doblado el tobillo, el último escalón estaba mal y se cayó desde una gran altura. Rachel y Charlie se ofrecieron para ser las muletas de Cindy. Todos subieron las escaleras, procurando no caer.
- Chicos, ¿y si mejor nos vamos? Esto ya se está poniendo raro - dijo Oliver.
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Haunted
Teen FictionMicro-historia en la que siete amigos se internan en una casa abandonada en una parte alejada del pueblo por plena curiosidad y no pueden escapar.