III

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*Cindy en multimedia*

La cara delataba a cada uno de los siete, incluyendo a Cindy y Charlie, los más valientes, e incluso a la serena de Amber, todos sentían terror.

- ¿Cual es la explicación de esto? - dijo Oliver, irritado.

- Chicos, miren - dijo Rachel agarrando el mechero de la mesa, pero cuando lo tocó su cara formó una mueca de horror.

- ¿Qué pasa? - le preguntó Alfie, preocupado.

- Está caliente - respondió.

Un tenso silencio hizo aparición.

- ¿Están seguros de que está abandonada, chicos? - pregunta Rachel, temerosa, guardándose el mechero.

- Eso dicen ... -susurró Cindy.

- Chicos, yo me largo - dijo Berry e intentó abrir una de las antiguas ventanas pero no abría, imposibilitando el escape - parece que tampoco podemos huír.

- Alguien quiere que no nos vayamos... - dijo Cindy.

Todos se miraron, tensos.

- Es que es la única posibilidad - susurró Cindy - ¿Quién nos va a preparar este "agasajo"? ¿Un fantasma? - dijo poniéndo énfasis en la palabra "agasajo".

- ¿Y lo dices tan tranquila? - pregunta Alfie, asombrado.

- A lo mejor solo es un indigente... - agrega Rachel.

- Esperemos.. - dice Oliver con cara de asco.

Los chicos rodean la mesa y salen a otra habitación, la cocina.

Azulejos rotos y cacerolas oxidadas eran la decoración de aquel lugar. No le prestaron mucha atención y enseguida subieron por unas viejas escaleras.

- Chicos, hay algo escrito en las escaleras - exclama Amber.

Cindy apunta con su linterna y en los escalones, con pintura roja y fresca, se leía "CUIDADO". Con un poco de miedo siguieron subiendo las escaleras, hasta que un grito y el ruido de tablas cayendo irrumpieron. De un momento para otro el ángulo de la linterna cambió. Nadie veía nada.

- ¿Qué pasó? - gritó Berry.

- ¡Cindy! ¿Dónde estas? - gritó Charlie.

En un instante se comenzó a sentir un sollozo, era Cindy. Provenía del piso de abajo. Rachel, Charlie y Alfie bajaron con gran velocidad.

Rachel agarró el celular de Cindy y apuntó en busca de ella. Abrieron la alacena debajo de la enorme escalera y descubrieron una enorme recamara. Adentro, en el suelo, estaba Cindy. Su pelo color chocolate estaba despeinado y polvoriento.

- ¿Qué te ocurrió? - preguntó Alfie.

Parece que se había doblado el tobillo, el último escalón estaba mal y se cayó desde una gran altura. Rachel y Charlie se ofrecieron para ser las muletas de Cindy. Todos subieron las escaleras, procurando no caer.

- Chicos, ¿y si mejor nos vamos? Esto ya se está poniendo raro - dijo Oliver.

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