*Oliver en multimedia*
Abajo, los chicos trataban de encontrar la forma de prender la chimenea.
- Voy a buscar alcohol, me pareció ver una botella en la cocina, eso nos ayudará a que esta poca leña se queme mejor - dijo Alfie - ya vengo.
Alfie se dirigió hacia allá y Rachel seguía probando sin éxito incendiar la madera.
- ¡Esto es todo culpa suya! - acotó Oliver - yo podría estar en mi casa, tranquilo, pero no, es tarde y estoy en un lugar tenebroso con unos maníacos.
- Lo hecho, hecho está - respondió Rachel algo indiferente.
- Me da igual, ¿cómo piensas escapar gran genio? Porque yo no pienso pasar...
- Sh, sh, mira, ¡lo logré! - gritó Rachel - ¡lo prendí!
Efectivamente, había prendido el fuego.
- ¿Qué onda con Alfie? ¿Por qué demora tanto? - cuestionó Rachel - ¡Ya ven, Alfie! ¡No necesitamos el alcohol! ¡Ya lo prendí!
De pronto un ruido casi imperceptible, pero bastante molesto, hizo aparición. Era metálico, pero por más que Rachel buscó no encontró de donde venía.
Sin darle mayor importancia al sonido se acercó al comienzo del pasillo que conectaba el living con el comedor y demás parte de la casa. Mientras, Oliver estaba al lado de la estufa calentándose.
- ¿Alfie? - gritó con miedo- ¿Alfie, dónde estas? - avanzó unos pasos - ¡No es gracioso, no bromees, ven ya!
Fue tan sagaz y sistemático que Rachel ni siquiera pudo reaccionar. De repente, una botella voló por encima de la cabeza de ella y cayo al lado de Oliver, haciendo volar trozos de vidrio por todo aquel lugar. Como en una pesadilla, Rachel vio como el contenido de la botella caía enteramente sobre Oliver, quién no tardó en arder en llamas. Sus alaridos se propagaron por todo el lugar y en afán de ayudar Rachel corrió a la cocina a por agua, allí se encontró con Amber y Charlie, que confundidos, preguntaban que había ocurrido.
- Ayúdenme, sólo ayúdenme - sollozaba Rachel, desesperada.
Agarró un balde viejo y abrió la canilla, y la desesperanza se apoderó de ella. Un fino hilo de agua caía de allí, pero era la única opción, y paciente, espero un par de segundos hasta que escuchó un gran estruendo y el fin de los gritos de Oliver. Rápidos, aunque cautelosos, los tres se dirigieron al living y la escena grotesca los espantó de tal forma que Rachel rompió a llorar, Amber quedó boquiabierta y Charlie se tambaleó. Se olía carne quemada y había mucho humo, pero no el suficiente como para ocultar el oscuro cadáver de Oliver, tendido en el piso con la gran araña de techo aplastándole.
- Pero, habían logrado prender la estufa, ¿no? - preguntó Amber.
- ¿Qué mierda...? - soltó Rachel - ¡Yo misma había prendido la estufa! ¿Como puede ser qué esté apagada?
- Todo es muy raro, mejor subamos - dijo Charlie sacándolas de aquel tétrico escenario.
- ¿Dónde está Alfie, por cierto? - preguntó Charlie en el pie de la escalera.
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Haunted
Teen FictionMicro-historia en la que siete amigos se internan en una casa abandonada en una parte alejada del pueblo por plena curiosidad y no pueden escapar.