23. Maldito Egocéntrico

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 - ¡Al fin llegaste!

- No tuve alternativa, así que aquí estoy - dijo guardando sus manos en los bolsillos de la chaqueta

- No tengo mucho tiempo, debo volver a casa pronto así que... ¿Qué está pasando contigo? Hay algo que me estas ocultando ¿qué es? - pregunte mirándolo fijamente

- No sé a qué te refieres, no te entiendo

- Soy tu mejor amiga por si lo olvidaste, te conozco más que cualquiera de tus amigos

- ¿y? - dijo molesto

- No trates de ocultarme nada. ¿Crees que me creí lo que escribiste en ese maldito papel? - pregunte enojada

- Eso es verdad ¿porque crees que no?

- ¡Diablos Jhoan! A mí no me puedes mentir, conmigo no funcionan tus mentiras, te conozco

- Es tu problema si no me crees - dijo y se levantó, dispuesta a irse


- Me preocupo por ti, eres mi mejor amigo, eres demasiado importante para mí - dije deteniéndolo


- ¡Simplemente no lo hagas, no es como una obligación, no necesito que lo hagas! - dijo en un tono de voz un poco alto


- Estás Siendo demasiado grosero, tú no eres así, ¿qué pasa? -pregunte mirándolo fijamente mi vista se empezó a nublar, estaba luchando por retener las lágrimas


- ¡NO TE METAS EN MI VIDA, ERES MI AMIGA NO MI MADRE! NO QUIERO INVOLUCRARTE EN MIS PROBLEMAS. - dijo gritándome

Y lo que había estado temiendo todo el día, me lo acababa de confirmar, estaba en problemas, pero por alguna razón que desconozco me lo estaba ocultando, no sé qué tan difícil o grave podía ser, el jamás me había ocultado nada, ni siquiera lo del embarazo de esa chica. ¿Acaso puede haber algo más grave que eso? ¡Dios no quiero ni imaginarlo!

Por un momento pensé que podía ser fuerte, pero las lágrimas fueron la evidencia de que simplemente no lo era. Que estúpida, ¿cómo puedo preocuparme por una persona a la que claramente no le importa que lo haga?

- No sé quién eres y no sé qué demonios hiciste con mi mejor amigo, te desconozco completamente - dicho esto me di media vuelta y empecé a caminar

No me importaba si llegaba a casa tarde y mi madre enfurecida, no me importaba si mi padre también lo hacía, no me importaba lo lejos que pudiera ir, estaba dispuesta a irme a algún lugar donde pudiera organizar mis pensamientos y donde pudiera llorar sin ser interrumpida con preguntas estúpidas.
Mientras caminaba con mi mirada hacia abajo, como si el suelo fuera algo digno de admirar, sentí unos brazos rodear mi cintura, voltee rápidamente y vi un rostro el cual hubiera deseado no encontrarme en ese momento, pero por favor, eres Sam Evans, el universo jamás está de tu lado.

- ¿Luke? - dije mientras usaba las mangas de mi saco para secar las lágrimas

- ¿Porque lloras? - pregunto el chico, mirándome preocupado y tomando mi rostro entre sus manos suavemente como si fuera una porcelana la cual se puede romper

- ¡No es nada de importancia! - dije tratando de evitar su mirada

- Sí que lo es. Dime que pasa, te juro que si es por un chico, me asegurare de dejarlo sin descendencia - aquel comentario de Luke, hizo que soltara una carcajada

-Todo está bien - dije aun riendo

- Si no quieres hablar de eso ahora, lo entiendo, pero algún día tendrás que contarme

- Algún día te contare - dije dándole una pequeña sonrisa

- Vamos a tomar algo - dijo Luke

- No gracias, estoy bien - dije lo más decente posible

- No es una pregunta, solo te estoy avisando, así que vamos - de nuevo hizo que riera

∞ Pequeño Infinito ∞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora