«Cinco.

78 6 1
                                    

SEBASTIAN.

Empecé a pensar lo mas positivo que pude; sobreviviría a esto, estaría bien. Las chicas no serían unas locas desquiciadas, y después de este día; faltarían dos más, tenía que lograrlo.

– Olvide esto, es para que sepas sobre las chicas –tiro un folleto, Sebastián. Genial, al menos solo era una hoja de cada chica y no un folleto por cada una de ellas.

Sí Mario se encargaba de la puerta, todo indicaba problemas. O que simplemente no dejaría entrar a la chica que no hubiera cumplido con el requisito mas esencial: Su comida.

Abrí el folleto, así empezando a ver la primera descripción:

Nombre: Ximena.

Edad: 17.

Dejé de leer cuando una chica de cabello castaño, se sentó al otro lado de la mesa. levantó la mirada, y demonios. Sé que yo no soy perfecto, ni que tampoco soy el más guapo, pero por favor ella me estaba empezando a dar miedo.

Cuando la miraba aunque sea por un segundo a los ojos, sentía que en cualquier momento se le despegarían de la cara y los terminaría teniendo yo encima; mejor era empezar la entrevista.

Agradecí cuando mire una hoja preparada con preguntas, esperaba que fueran preguntas con sentido y para nada indecorosas o inadecuadas.

– ¿Ximena no? ¿Como estas? –mire hacía otro lado; enserio parecía que en algún momento se le saldrían los ojos.

– Bien, y ¿tu cariño? –chillona, su voz era desgraciadamente chillona; Te amo mamá, soy buen hijo ¿Que hice para merecer esto?.

– Bien, gracias –hice un intento de sonrisa. Solo eran cinco minutos, cinco malditos minutos; no podían ser tan largos.

Media hora mas tarde.

Estaba estrellando mi cabeza contra la mesa, dime masoquista pero era mejor que ver o oír a chicas que hablaban de que no sabían que ponerse hoy, o que me veía muy sexy y violable; lo último ya lo sabía, pero no me lo tenían que recordar.

Un golpe, dos golpes, quizás a los tres quedaba inconsciente. Aunque lo dudaba, hasta ya había perdido la cuenta de cuantos golpes llevaba y tuve que iniciar nuevamente.

Relajate Sebastian, tu puedes resistir. ¿Porque no hacen un receso? Deberían hacer uno; lo deberían considerar mucho. Demasiado, enserio.

– ¡Toménse un descanso, en media hora se abrirán nuevamente! –gritó Juana; no encontraba la forma de agradecerle a Juana, si tan solo levantara la cabeza y alguien se llevara a la chica que esta frente a mí.

– Oye tú, ¿Que no me oíste? ¿O estas hueca estúpida? Largo –la corrió Juana; ahora le tenía que agradecer dos cosas.– ¿Estas bien?

– Demonios, Juana ¿De donde salieron estas chicas? Disculpame que diga esto de ustedes las mujeres, aunque sé que no todas son así ya no las soporto a esas, solo llegan y dicen "¿Sabes no sabía que ponerme?" o vienen y aunque me agrado un poco esa parte empiezan a decir "Ay, guapo estas como quieres" Ósea ya lo se –Juana río. Negué agachando la cabeza.

– ¿Y la conclusión de eso es? –levanto una ceja; suspire.

– Estoy agotado –admití.

– ¿Quieres parar? Podemos seguir mañana –era una buena oferta; pero quería salir de esto ya.

– Hay que terminar con esto, no puede ser peor.

Se Busca Novia | s.aDonde viven las historias. Descúbrelo ahora