-Voy a hacer una serie de preguntas y usted me responde con sinceridad- camino hacia el asiento que estaba al lado del diván.
-Quiero contarle algo que me paso, ¿puedo?.
-Si claro.
-Hoy en a madrugada escuche, otra vez, que alguien tocaba mi piano, no vi quien era pero cuando desperté a las 6 mire las tablaturas de la música que sonaba en la madrugada sobre mi piano.
-¿Siempre duermes tarde?
-Últimamente. Me cuesta dormir.
-Y ¿conoces la música?
-Si, la estoy componiendo, pero cuando vi las tablaturas de la música estaba casi terminada.
-¿ Has tenido alucinaciones?-sonaba muy interesado, pero las ultimas alucinaciones que tuve fueron en la casa de Alex, pero no le pensaba decir.
-No. ¿Que tengo Logan? perdón Dr. Lombardi.
-No quiero decirte una enfermedad especifica, voy a seguir evaluando y si noto algo, tendre que informar a tu responsable primero, mientras tanto te mandare pastillas para que puedas dormir.
-Voy a quedar loca ¿no?- me senté y lo quede viendo.
-Cleo, estoy aquí para ayudarte, no te va a pasar nada- dijo mientras hacia los papeles a un lado- ¿Quieres algo de tomar?
-Si.
-Puedo acompañarte a comprar algo cuando terminemos la sesión. Eres la ultima entonces no hay ningún problema, ademas si tu madre no pasa por ti puedo llevarte a casa- Sonaba como si fuera responsabilidad suya hacerlo.- o pasará ¿Alex?
-No- comenzamos a sonreír- ¿ por qué me molesta con Alex?
-No sé, parece que están enamorados.
-¿Enamorados? no conozco esa palabra, miro que usted si- tomo los papeles otra vez y comenzó a hacerme preguntas, sobre mi estado de animo, si sentía algún cambio en mi, si me sentía sola, si había tenido depresión, etc.
Cuando terminamos la sesión, Logan comenzó a arreglar los papeles para que nos pudiéramos ir, me pidió ayuda con acomodar algunas cosas, las sillas, los libros de su escritorio. Su escritorio estaba lleno de retratos, de personas que supuse que era su familia. Cuando terminamos, abrió la puerta e hizo señal para que pasara, lo mismo hizo con el ascensor.No había nadie, ni la recepcionista.
-¿Vives cerca de el centro?- dije mientras salíamos del edificio, fue una pregunta inadecuada para el momento, pero no respondió hasta que nos montamos a su carro.
-En los condominios, Hilton, ya los conoces- dijo.
Sabia donde eran porque el dueño de los mejores condominios de la ciudad era Jake. Su padre era millonario y le había dado el gusto de tener su propio negocio, termino siendo uno de los mas elegantes y caros de la ciudad. Tenia 102 pisos y lo mejor de todo es que en la terraza había un restaurante de donde se podía ver toda la ciudad, había ido un par de veces con Rachel y mamá, Jake nos invitaba cuando habían eventos importantes. Era uno de los edificios mas altos.
-Claro, ¿que piso?
-¿ Para que quieres saber eso?- Dijo mientras conducía y veía fijamente el camino, en su cara apareció la enorme sonrisa que me hacia sentir como una niña.- El ciento uno.
-Es muy alto.
-Si tengo que esperar como 20 minutos para llegar.
-Debe ser costoso.
-Si, pero Jake me lo dio a un buen precio. Vale la pena.
Llegamos a un lugar llamado La Rosa en donde vendían los mejores batidos de la ciudad, bajamos del auto y fuimos a comprar.
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Inconsciente.
RomanceLa historia es sobre una adolescente de 19 años que sufre de una enfermedad mental que acabara con su realidad. Cleo conoce a su psiquiatra quien es amable y comprensivo con ella, ellos se van enamorando poco a poco, pero saben que no pueden iniciar...