ɢᴇᴛ ᴜꜱᴇᴅ ᴛᴏ ᴍᴇ ↠ ᴊᴀɪʟᴇʏ

Capítulo 13: Flashback.

Justin

París, Francia.
Dos días para el desfile.

Que los dueños del desfile aceptarán mi presentación no fue un gran problema. Como siempre, Scooter hizo las llamadas correctas con las personas correctas.

El gran problema fue cuando llamé a Hailey para decirle que "no iría".

La llamada estuvo llena de desilusión y molestia, pero la peor parte fue sentir su decepción al ser su primera pasarela grande y la primera a la cual no iría.

Ya que, ella y yo tenemos una clase de acuerdo en la que ella va a todos mis conciertos y yo a todas sus pasarelas, o lo intentábamos al menos.

Por lo que, en pocas palabras, mentirle al decirle que no iría me hizo sentir como una mierda.

Cuando en realidad ya estaba en París, desde hace unos días, preparando todo.

Y la única manera de no sentirme así era evitando sus llamadas. Error. Ya que ahora no sólo estaba decepcionada, si no que también estaba molesta al creer que yo estaba molesto con ella por no responder.

Todo un conflicto y como no era el caso, volví a contestar sus mensajes de emoción y sus llamadas de ansiedad, para intentar calmar sus nervios, hacerle olvidar su molestia conmigo e intentar concentrarme en los arreglos para el concierto.

Esa es la segunda cosa que me tiene como loco.
La presentación.

Aunque es cierto que hacer conciertos se volvió algo tan cotidiano en mi vida como hacer café desde los 16 años, mentiría si digo que no estoy un poco nervioso por el resultado.

Pensar que las personas pagan casi un ojo de la cara sólo para verme, hace que sus expectativa se eleven demasiado, por lo que siempre intento darles el mejor show y por supuesto, lo mejor de mi.

Para que todo salga perfecto.

Aunque esta vez no está basado en mi, quiero que todo quede perfecto. Para ella.

Y hablando de Hailey...
Ahora mismo, ella se encuentra en su hotel. Sin tener idea de que estoy a solo unas cuadras de distancia, en mi hotel.

Probablemente leyendo o jugando al Geometry Dash. Porque si hay algo a lo que Hailey es adicta, aparte de la moda, es a ese maldito juego. Ella literalmente nunca deja de jugarlo. Nunca. Hay ocasiones en las que debo quitarle el celular para evitar que me ignore. Y eso hace que se enoje y que yo me enoje porque se enojo, todo termina en un maldito problema.

Así que, cuídate Robert Topala, porque yo jodidamente iré a matarte por crear ese maldito juego.

Dejando de lado mis pensamientos asesinos, me recuesto en la cómoda cama de mi hotel, por fin, después de largas horas de ensayo.

...Y de quedarme como un completo acosador a verla ensayar un poco también.

Siempre le he sido fiel a nuestro acuerdo, no por obligación si no porque me encanta verla así, tan feliz y natural. Está más que claro que el modelar es su pasión, pero observarla en acción es algo...increíble.
Tanto como cuando ella me ve hacer música en el estudio.

"La manera en que tus ojos se iluminan cuando terminas una canción, o la manera en la que tuerces tu boca con determinación al alcanzar una nota, es algo increíble de ver. Puedo notar toda la pasión que inviertes al hacer lo que más amas." Suele decirme después de unas horas. Cosa que siempre respondo con una sonrisa y un beso.