Historias Regadas.Entre Relatos y Microrrelatos

Te sigo amando.

En la soledad de la noche, recuerdo lo bello de nuestros momentos, suspiro al recordar tu suave aroma sobre el mío, lamento tanto esta lejanía, pero tuvo que ser así, no pude apartarme a tiempo, y dañe lo que debió haber sido el más bonito de los amores, aun te veo llegar al portón del jardín de mi casa, tu sonrisa jovial al verme en la ventana de mi habitación. Te amé con locura, me amaste con la misma intensidad aunque más sereno.

Sigo esperando el día en que llegarás a liberarme de este infierno, pero lamentablemente cuando tengo un poco de lucidez, recuerdo que no podrás llegar, que nunca más te veré.
Y es que la nefasta realidad es que estoy encerrada en un psiquiátrico desde hace más de cinco años, en un arrebato de mi gran amor hacia ti, te asesine alejándote de mi vida.

Quede hipnotizada al mirar cómo se escapaba tu vida entre sangre y lágrimas. Te abrace contra mi pecho para sentir tus últimos latidos. Pose mis labios en los tuyos para sentir un último beso de amor.

Tu cuerpo inmóvil, sin vida, sin alma, sin poder escuchar nunca más una palabra de amor de tus labios.

Te quite la vida por amarte tanto, acuchille el corazón que me pertenecía al saber que esa noche me dejabas por otro amor.

Otro amor que se interpuso en nuestro idilio, supo como envolver y apártate de mí.
Te recuerdo tan atractivo y galante. Te desprecio por tu traición, me atrevo a perdonarte para seguir esperando por ti.

Ahora vivo entre paredes blancas, entre sueños y pesadillas, entre correas e inyecciones, entre delirios y divagaciones, entre tu recuerdo y mi crimen.

-¿Estaré loca? tal vez no lo sé.

Solo sé que siempre estaré esperando el día que te vuelva a ver para decirte que aun te sigo amando.