❤es "mía"

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Ambos se acercaron a donde yo estaba sentado. Los miré y les hice un gesto para que se sentaran.

-La hiciste buena esta vez -me acusó Gajeel con una sonrisa mientras me daba una palmadita en la espalda y se sentaba a un lado de mí en la mesa.
Estábamos en la cafetería de la Universidad.
-Nunca me enorgullezco de mis impulsos -le contesté encogiéndome de hombros.
-Volviste a caer en la rectoría y todavía no son las 10 de la mañana -sentenció Gajeel.
-Así es -contesté.
- ¿Y cómo te fue? -preguntó Gray.
-Creo que el rector y la secretaria están tomándome afecto. Me invitaron un café, unos bocadillos y el rector se fumó un cigarrillo conmigo mientras me decía la importancia de causar una buena impresión en esta Universidad, debido a las altas personalidades que aquí se encuentran -rieron con ganas.
-Ya no hayan como llegarte -dijo Gajeel en una carcajada.
- ¿Llamaron a tu padre? -preguntó Gray. Me encogí de hombros.
-No -contesté secamente -El rector prefiere tratar esto directamente conmigo... creo que mi padre ya le pidió que no le hablase cada 5 minutos por mis estupideces. De todos modos él no se encuentra en el país.
-Viaje de negocios -dijeron mis amigos al unísono.
-Fiesta -sentencié con seguridad.
-Me agrada como trabaja tu mente -dijo dándome una palmadita en la espalda Gray.
-Mira quien viene ahí -dijo Gajeel con desenfado y un poco divertido -Parece estar enojada.
'Ay no Lisanna, no por favor' pensé.
No estoy de humor para ser simpático, y mucho menos con ella. Me volteé con temor y sonreí al ver que era la nueva y echaba chispas por los ojos. Me puse de pie.
-Lo siento -me disculpé cuando estuvo cerca y paró en seco su brusco andar.
Estuvo bueno ese beso y no me arrepiento de habérselo dado, pero no estuvo bien besarla sin su permiso.
- ¿Te arrepientes? -me preguntó haciendo un esfuerzo por controlarse.
-No -fui sincero y recibí un puñetazo en la cara de su parte. Esto era extraño, normalmente las chicas dan cachetadas. Me sobe - ¿Y eso porque fue? -pregunté haciéndome el inocente.
- ¡Por besarme sin antes preguntarme! -me dijo y giró sobre sí misma para volver a irse.
Yo la tome del brazo y la jalé hacia mí.
- ¿Te puedo besar? -le pregunté.
- ¡No! -me dijo y jaló su brazo para poder irse.

Entonces la tomé por la cintura y la sujeté con firmeza. La volví a besar mientras forcejeaba conmigo para soltarse. Y la besé de la misma manera que antes, pero esta vez fui más rudo. Todavía me ardía la quijada por su culpa. Hasta que se quedó quieta y dejó caer sus brazos a los costados. Sus ojos marrones miraban fijamente los míos, mientras mi boca seguía sobre la de ella. Me aleje despacio y le tapé la boca con mi mano derecha antes de que me gritara.
-Dijiste que te enojaste por qué no te pregunté -me justifiqué con una sonrisa de autosuficiencia -Nunca dijiste que no podía besarte si te negabas.
Los chicos rieron detrás de mí y a ella por un momento se le hicieron agua los ojos. Luego los apretó y volvió a tener esa mirada de decisión que le pude ver hace unos momentos.

Vi a donde se dirigían sus ojos y me imaginé lo que estaba maquinando en su mente como contra ataque. La giré para que me diera la espalda, apoyando su espalda sobre mi pecho, para mantener la parte más sensible de mi cuerpo lejos de sus rodillas.
-Ahora discúlpame por mi atrevimiento -negó con la cabeza -Me temo que debo insistir. Por favor siéntate con nosotros -volvió a negar con la cabeza -Esta bien, supongo que quieres conservar algo de tu orgullo e irte de aquí -ella asintió -Y si te dejo golpearme... ¿Te quedarías? -le pregunté casi rogando
Ella no respondió de inmediato seguramente lo estaba considerando. Debía estar pensando en el placer de propinarme otro puñetazo, mientras a mí me consumían las ansias por conocer su nombre y platicar con ella. Ella asintió, lentamente, con la cabeza.
-Está bien, te soltaré poco a poco -dije y solté el agarre que ejercía mi mano izquierda en su cintura. Mientras quitaba mi mano derecha de sus labios, giro rápidamente y me dio otro puñetazo en el mismo lugar que antes -Auch.
Me sobé más de lo que realmente hubiera deseado para complacerla. Seguramente ella deseaba que su golpe me hubiera roto la quijada o haberme roto la nariz. Y seguramente a ella le duele la mano como mil demonios.
-Por fin una chica se atreve a darte tu merecido -dijo Gray y la felicitó -Eres mi nueva mejor amiga -aseguró.
-Seguro -me limité a decir mientras sacaba una silla para que ella se sentara. Cuando así lo hizo me senté a su lado -Debo admitir que pegas duro -le dije y me sobé de nuevo.
Gajeel me miró con suspicacia al igual que Gray, ellos sabían que yo estaba siendo condescendiente con ella. Habiendo sido parte del equipo de lucha en la secundaria puedo soportar mucho más que el golpe de una niña.
-Bueno, te lo merecías -respondió ella -Tu novia está mirando hacia acá.
- ¿Qué? -dije por lo bajo.
-Cree que te estoy seduciendo -los chicos trataron de ahogar una carcajada ante su comentario.
-Ella no es mi novia -le aseguré.
-Se lo deberías de informar, al parecer ella no lo tiene del todo claro.
-Bueno, supongo que tendré que hablar con ella -dije y volví a concentrarme en ella. Sin discreción miré sus piernas. Acomodó su garganta. Volví mi mirada a su rostro -Dime ¿Cómo te llamas?
-Lucy-respondió.
-Completo -le dije. Revoleó los ojos.
-Lucy Heartfilia -dijo en su suspiro - ¿Y tú?
-Natsu Dragneel McGarden, pero solo me puedes decir Natsu.
-Un nombre bastante largo -dijo ella y Gray ahogó una carcajada.
Seguramente estaba pensando en algún doble sentido para su comentario.
-Mi nombre es Gajeel Redfox, pero me puedes decir Gajeel a secas, es un gusto conocerte Lucy -se presentó Gajeel.
-Igualmente -respondió ella con una sonrisa.
-Yo me llamo Gray Fullbuster -se presentó Gray.
-Mucho gusto Gray Fullbuster -dijo ella.
-Dime Gray -le pidió él y yo revoleé los ojos.
-Dime Lucy, ¿Qué fue lo que te hizo Lisanna? -preguntó Gajeel.
Fue entonces que le presté más atención y volteé a ver a Lisanna con mayor detenimiento. Estaba hecha un desastre. Tenía los ojos llorosos, los pelos revueltos. Un rasguño, si no me equivoco, en la cara. Lucy se encogió de hombros.
-En realidad, creo que fui yo quien le hizo algo a ella -dijo mientras se iba apagando su voz. Claramente estaba avergonzada de lo que hizo -Pero todo fue por su culpa -me apuntó a mí con resentimiento -Yo normalmente no hago uso de mis fuerzas de esa manera -dijo con orgullo de sí misma. Me hizo reír por dentro.
- ¿Por qué dices que todo fue por mi culpa? -pregunté.
Se volteó a verme con la mirada fría y venenosa.
-Porque me besaste -dijo con odio.
-No veo donde esta lo malo -me hice el desentendido.
- ¡Se supone que tú y ella son novios! -Dijo indignada -O por lo menos eso es lo que ella ha contado durante toda la semana a todas las mujeres de la escuela para que no se te acerquen más. ¡Y bienes y me besas! En verdad yo no quería problemas y vengo y me topo contigo. Sabía que me darías dolores de cabeza apenas te vi -dijo con resentimiento.
-Es su problema, yo en ningún momento le pedí que fuese mi novia -le contesté al instante.
-Yo no sé, ni me interesa que clase de relación sostienes con esa loca. Pero por favor mantenla alejada de mí. No sé porque, pero solo ver su rostro me exaspera. Es una peliblanca teñida que al parecer la tintura le ha quemado las pocas neuronas que seguramente le quedaban -los tres reímos divertidos -Ya le tuve que dar una lección por amenazarme con sus idioteces, no quiero tener que...
- ¿Qué clase de lección le diste? -preguntó Gajeel demasiado interesado en la plática al igual que Gray.
La Rubia se volvió a encoger de hombros.
-Nada digno de contarse -dijo poniéndose nerviosa -Ni de repetirse...
-Ella te mira con demasiado odio -dijo Gray mientras veía a Lisanna al otro lado de la cafetería con sus amigas, las cuales no quitaban la vista de nosotros ni por un minuto. Lucy se encogió más.
-Yo también odiaría a la chica que me hiciera lo que yo le hice a ella -su voz era apenas audible debido a la vergüenza que sentía de sus acciones.
- ¿Le pegaste? -pregunté sin poder creerlo y ahí supe porque Lisanna estaba así.
-Podría decirse que... si -dijo asintiendo levemente con la cabeza.
-Creo que estoy enamorado -dijo Gray mientras tocaba su corazón y miraba a Lucy fijamente.
-La futura madre de mis hijos -aseguró Gajeel mientras hacia un ademán de grandiosidad hacia Lucy, como si estuviese mostrando un producto en televisión.
Lucy terminó poniéndose completamente roja ante las afirmaciones de mis amigos, yo me limité a patearlos por debajo de la mesa. Ellos apenas hicieron un gesto y recobraron la compostura rápidamente.
-Lastima -soltó Gajeel apenas audible.
Mi celular comenzó a vibrar, lo abrí por debajo de la mesa y leí lo que decía mientras Gajeel entretenía a Lucy y Gray me miraba fijamente.
¡No la mereces! Déjamela a mí -pidió Gray.
Al instante le devolví el mensaje.
Ya la bese, es mía. ¡Mantente alejado! -respondí.
Cuando lo vi leer el mensaje gruñí suavemente, pero suficientemente alto como para que él me escuchara.
- Lucy ¿Quieres casarte conmigo cuando terminemos la Universidad? -alcancé a oír cuando Gajeel le susurraba al oído.
Yo la tomé por la cintura y la acerqué más a mí. Pronto me arrepentí de esto, pues ella me dio un codazo que casi me saca el aire por completo.
- ¡Quieren dejar de acosar a Lucy por favor! -les pedí a mis amigos, respirando agitado por el golpe de ella. Me miraron con ojos venenosos, incluida ella.
Tal vez no fue la correcta forma de expresarlo, cuando fui yo quien la besó dos veces sin su permiso.
-Hipócrita -me acusó ella.
-No lo podría haber expresado mejor -aseguró Gajeel y Gray asintió a manera de aprobación.
-Hora de volver -dijo Gray y se levantó.
Ella miró el reloj en su muñeca.
-Es cierto -dijo ella y se puso de pie -Fue un gusto conocerlos Gajeel , Gray y... Dragneel-dijo mi nombre con resentimiento.
Yo me reí en mi fuero interno por su clara indignación para conmigo. Una chica normal estaría volviéndose loca por que la besé y se lo estaría platicando con cada detalle a sus conocidas. Pero ella estaba molesta. Eso me gustaba.
-Igualmente Lucy -le dijo Gray.
-Cualquier cosa que necesites... estamos por aquí -le dijo Gajeel.
-Muchas gracias -les dijo ella y comenzó a caminar.
Los tres miramos como se alejaba.
-Te lo dije, ella no es más de lo mismo -dijo Gray -Dragneel, ya tienes a Lisanna y a todas. Déjanos a nosotros a esta chica.
-Gray tiene razón... no la mereces -me dijo Gajeel.
-Además de que simplemente te detesta...
-Ya no tienes oportunidad...
- ¿Vas a ser un buen amigo y nos la vas a dejar? -preguntó Gray.
Mi mirada aun estaba perdida en la dirección en la que ella se había ido. Había algo muy interesante en aquella Rubia.
Y no era solo su particular belleza. Era su carácter... una chica con ese carácter no es muy fácil de que encontrar.
- ¿Qué piensas? -me dijo Gajeel.
-Que ni loco -le dije sin dejar de mirar en la dirección a donde ella se había ido -Ya se los dije, es mía.

Espero y les guste

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Bye bye besos (๑ơ ₃ ơ)♥

Dangerous Obsession Donde viven las historias. Descúbrelo ahora