Capitulo 13 [T2] [𝚂𝙸𝙽 𝙴𝙳𝙸𝚃𝙰𝚁]

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Segunda Temporada

Pero lo más tierno fue cuando le pregunté el por qué había vuelto a la escuela, después de que se marchó cuando se enfado conmigo, y me dijo que era porque no podía tener la consciencia limpia sabiendo que no estaba a mi lado.
A veces TaeHyung era muy romántico.
Y otras un completo idiota.
Aunque la mayoría de todas esas veces, después de que nos casamos y conocí su verdadero ser oculto y mas estupideces, TaeHyung era un pervertido que malinterpretaba todo. Tenía suerte de que sólo bromeaba conmigo y con los chicos, no coqueteaba con nadie más que no fuera Jin.
Me besó en los labios, deteniéndose para abrazarme por la cintura y hacerme chocar contra su pecho. Nunca me cansaría de eso.
-Que tengas buen día, Alíen -lo besé por última vez y lo dejé ir para que no llegara tarde.
Salió y a los pocos minutos escuché cómo encendía su moto. Me dispuse a ordenar la casa antes de irme a trabajar. Ordené el sofá -el cual era un desastre después de lo de anoche-, lo sacudí y lo limpié a fondo, para que nadie sospechara nada. Barrí el piso y sacudí los muebles, hice la cama y guardé los platos en la alacena. No había mucho que hacer, sólo éramos nosotros dos. Sólo se ensuciaba más cuando Jin venía a cenar con SeolHyun, o cuando MinRae y JungKook -que habían terminado siendo novios y que ya llevaban un año juntos- nos visitaban.
Miré la hora en un reloj blanco que colgaba en la pared, sobre el televisor, y me fui a vestir.
Antes de salir de la casa, recordé sacar las llaves. Una vez se me olvidó y me quedé afuera todo el día, no pude entrar hasta que Tae llegó de la Universidad.
Bajé los escalones de la entrada, el patio seguía tal cual como el primer día en que llegamos de nuestra luna de miel, con la pequeña diferencia que ahora había un árbol en un costado y rosas en la entrada. Abrí el bajo portón y lo cerré con llave también.
Caminé unos cinco pasos y llegué al trabajo. Era camarera en la pizzería que había al lado de la casa. Al chef, Don Donatello, un hombre gordo y de bigote negro italiano, le agradaba y no había dudado en darme un empleo en cuanto le pregunté. A TaeHyung no le gustaba mucho que trabajara como camarera, el lugar era cálido, cerca -muy cerca- de casa y Don Donatello era un jefe increíble, pero Tae me decía que el único motivo para ponerme de camarera era porque Don Donatello creía que atraería clientela. Y en parte, no estaba muy segura, parecía que tenía razón, porque mi jefe me obligaba a quitarme el anillo de casada cuando trabajara.
Por eso TaeHyung odiaba mi trabajo.
Aunque para mí era completamente cómodo.
-¡Buenos días, ______! -exclamó cuando entré a la pizzería-. ¿Cómo está TaeHyung?
-Hoy es su primer día de trabajo -le dije.
-Entonces les prepararé la mejor pizza del menú para esta noche -asentí con agradecimiento, no podía rechazarla y decirle que planeaba ir a otro lugar con Tae. Además, las pizzas de Don Donatello eran las mejores que había probado en mi vida.
-Muchas gracias -pasé del mostrador y fui detrás de la cocina, donde guardaba el uniforme. En sí no era mucho, un delantal verde hasta la cintura y una blusa blanca que me hacía parecer la verdadera chef de la pizzería. Amarré mi cabello en una coleta alta y guardé una libreta y un lápiz en mi delantal, abriríamos a las ocho y sólo faltaban cinco minutos para otro día de trabajo.

(...)

-¡Iré a buscar a TaeHyung, Don Donatello, después regresaré por la pizza! -le grité a mi jefe y no esperé una respuesta por su parte, iba atrasada por diez minutos.
Mientras conducía a la escuela, me coloqué el anillo de casada para que a TaeHyung no le diera una rabieta, como siempre le sucedía que me veía sin el anillo.
No tardé ni 15 minutos en llegar, debían ser alrededor de las 6 de la tarde y el sol recién se ocultaba, era una agradable tarde de verano.
Vi la moto de TaeHyung estacionada en los sitios apartados para los maestros, no aparqué muy lejos y corrí a la entrada de la escuela. Había olvidado que era una primaria.
Ya no había niños en el patio ni en el pasillo, pero se sentía que ellos iban allí todos los días. Las paredes estaban plagadas de dibujos infantiles, las ventanas de las salas de clases tenía letras de colores y un gran diario mural se encontraba en la entrada de la escuela y tenía un mensaje de buena suerte para los niños en su año escolar.
Revisé sala por sala y por la mitad del pasillo encontré a TaeHyung sentado frente a un escritorio, ordenando unos papeles y unos libros.
-Maestro Kim, se le solicita para una cena con su esposa -le dije en tono profesional. Se volteó y sonrió al verme, me hizo una seña con la mano para que me acercara.
-______, te quería mostrar algo -me dijo, y recordé que en la mañana me había dicho lo mismo.
Caminé y observé el salón, era amarillo y damasco, en tonos pastel y ya tenía los típicos dibujos de niños de seis años en las paredes.
TaeHyung me agarró del brazo y me hizo chocar contra él otra vez, pero no me besó, sino que me miró con intensidad y colocó su barbilla sobre mi cabeza, son una sonrisa.
-Mira este dibujo -dijo. Me entregó una hoja de papel y en él distinguí algo de color verde y naranja. Reconocí de inmediato a Peter Pan.
-Estás influenciando a los niños, Tae -le regañé, pero se dio cuenta que sólo bromeaba.
-¿No te gustaría tener la casa llena de estos dibujos? -me preguntó, y de un momento a otro su voz había cambiado.
Iba a decirle que yo no dibujaba así, que no se burlara de mí. Pero caí en la cuenta de lo que en realidad me estaba preguntando.
-TaeHyung... -balbuceé.
-No te digo que ahora, pero si nos proyectamos para unos años más...
-¡Por supuesto que sí! -le interrumpí. No reaccionó de inmediato, pero cuando comprendió que yo estaba de acuerdo, que sí quería y que ya me sentía preparada para tener un hijo, me abrazó efusivamente y enterró su rostro en mi cuello.
-¿En serio? -me preguntaba una y otra vez, sin creerlo, y yo le decía sin cansarme que sí y que tendría mil hijos con él.
-No puedo... en serio seremos una familia -dijo cuando se separó unos escasos centímetros de mí.
Lo besé sin darle tiempo de protestar. No me importaba limpiar las temperas y el desorden de los niños si cubrían la casa de dibujos. Estaba segura de que amaría contarles las aventuras de Peter Pan cada noche junto a TaeHyung.

мarry мe ♡ |•| TAEHYUNG |•| [ᴇᴅɪᴛᴀɴᴅᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora