CAPÍTULO 3

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Ya ni siquiera podía contar los innumerables mensajes que habían llegado a su móvil. Ji Yong se tiró sobre la cama, viendo como aquel bendito aparato vibraba y la pantalla se iluminaba en un color blanco, anunciándole un mensaje más. Suspiró con cansancio mientras lo tomaba en sus manos y se daba cuenta de que se trataba, de nueva cuenta, de su mejor amiga ChaeRin.


La joven había estado intentando comunicarse con él desde tempranas horas de la mañana. Era ya domingo por la tarde y él se rehusaba a responder. Apenas había leído el primer mensaje que la rubia había enviado, había arrojado el aparato a la cama y él se había metido bajo las mantas, con el rostro ardiéndole de vergüenza.


| ¿Qué sucedió entre mi hermano y tú? |


¿Cómo explicar exactamente lo que había sucedido? Ni siquiera sabía si era importante o no, es decir, era posible que por aquello, ni siquiera volviesen a verse a la cara. Seguramente el mayor se sentía confundido. Su joven amiga le había comentado que su hermanastro era un hombre recto, un hombre en toda la extensión de la palabra.

¿Aunque, cómo es qué la rubia se había enterado de aquello en primer lugar? Bufó con molestia mientras se retiraba con las piernas las estorbosas sábanas, amontonándolas en un rincón de la cama. Desbloqueó la pantalla del aparato y abrió el último mensaje de ChaeRin.


| Maldición, Ji Yong. ¿Qué sucedió entre ustedes? Seung Hyun estuvo muy raro todo el día de ayer y hoy por la mañana también. Dime lo que ocurre o te despido. Sí, eso. |


Abrió los ojos con sorpresa ante lo que leía; antes de que siquiera pudiese ponerse a pensar mejor lo que hacía, marcó el número de la rubia, escuchando los timbrazos al otro lado de la línea. Mordió su labio con nerviosismo mientras esperaba para escuchar la voz de la rubia, hasta que lo hizo.

"¡Sabía que con eso tendría noticias tuyas! Aunque claro, jamás te despediría, eres mi mejor maestro de baile"

"¡Ah, te odio ChaeRin!"

"Por supuesto. Ahora dime, ¿Qué fue lo que pasó? Y no me salgas con que nada como mi mojigato hermano, porque te juro que voy hasta tu departamento a patearte el trasero"

"¿Y si no pasó nada, qué es lo que quieres escuchar?"

"Los conozco a ambos lo suficiente como para saber que algo sucedió. ¿No me digas que follaron?"— la risa de la muchacha se escuchó al otro lado de la línea. El mayor simplemente mordió su labio inferior con fuerza. ¿Cómo explicar que habían estado a punto de hacerlo?

"Por supuesto que no, no seas tonta. Solo me disculpe con él, eso es todo."

"Pues no te creo. ¡Anda, dime! ¿Qué sucedió?"

"Si comentas con alguien sobre esto, te juro ChaeRin que te ahorco"— suspiró con fastidio mientras se decidía— "Nos besamos, ¿Sí? Eso pasó. Simplemente nos besamos..."

"¡Oh no! Ustedes hicieron algo más que besarse. Un beso no los dejaría así de conmocionados."

"Las cosas se calentaron un poco, ¿Sí? Nos besamos y tocamos, no sé si él sintió lo mismo pero, si el plato fuerte es igual o mejor que el aperitivo, sólo diré que me hubiese encantado llegar al postre"

"¡Estuvieron a punto de tener sexo! ¡Santo Dios!"— el chillido eufórico logró que el mayor separara el móvil de su oreja, frunciendo el ceño ante semejante grito por parte de la muchacha— "¡Pero dime más!"

"No pasó nada más, te escuchamos dispuesta a salir de la habitación así que simplemente, nos fuimos a dormir."

"¿Yo tuve la culpa entonces? ¡Lo siento tanto, Yong! Pero no te preocupes, te lo compensaré"

ATYPICAL PRINCESSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora