galaxias.

28 2 0
                                    

Las personas somos como universos, tenemos estrellas y agujeros negros, planetas y meteoritos, estrellas fugaces, entre muchas cosas, cada factor representando una diminuta sección de nuestro ser: nuestro pasado, nuestras pasiones, nuestros talentos, nuestros anhelos, nuestras pesadillas, todo lo que nos hace nosotros.

Hay gente en la que sus estrellas resaltan demasiado, brillan mucho siendo ellos y son conscientes de ello, pero aún así no despegan los pies del suelo, son personas que al conocerlas creemos que son demasiado para nosotros, para cualquiera, que nacieron para hacernos ver nuestras carencias.

Pero la clave para que no nos perdamos dentro de nosotros mismos o en otra persona es no creernos menos o más que aquél que está a nuestro lado; todos tenemos el mismo valor, la diferencia radica en cómo nos mostramos a los otros.

Algunos no temen esconder las estrellas, y otros no temen mostrar los abismos, eso es cosa de elección, de lo que estemos dispuestos a mostrar, la parte de nosotros que dejamos conocer; pero a fin de cuentas tenemos lo mismo dentro de nosotros.

Y sin embargo todos somos distintos, algunos más brillantes y otros más rotos, cada uno tan complejo que conocernos a nosotros mismos es un mero reto que muy pocos hemos cumplido; pero sin importar eso, debemos aventurarnos a conocer galaxias en otros ojos, a ver agujeros negros en otras almas, porque de una u otra forma es el camino en que nosotros logramos conocernos.

Todos nos encontramos en ese universo lleno de felicidad y rodeado de luz, que en el interior por momentos lo sucumbe la oscuridad y la pena; y sin embargo nadie se encuentra en ese mismo universo, cada quien construye su vida, su galaxia, su Andrómeda, su Barnard, su universo, y cambia o permanece todo lo que cada uno quiera, existiendo en cada poro, cada célula, cada átomo, cada milímetro de cada uno de nosotros, en nuestra alma, nuestro aura; nadie tiene punto de partida y nadie debería tener un lugar donde desplazarse, sino una dirección, un "hacia dónde", y a eso se le llama vida, llamarlo destino sería estúpido porque nos hemos empeñado en usar ése término de forma incorrecta; nosotros decidimos con nuestras acciones todo lo que nos pasa, absolutamente cada pequeña acción nos marca, todo.

El universo no tiene nacimiento ni una fecha de vencimiento, e universo es infinito, con todas las acciones, todas las posibilidades, todos los aciertos, todos los errores; y no sólo estamos en el universo.

Nosotros somos el universo.

Nothing.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora