Bright Black [Diabolik Lovers]

IV

Capítulo 4

Are you mine?

"In my mind when she's not right there beside me

I go crazy cause here isn't where I wanna be

And satisfaction feels like a distant memory" 

Absorbe mi sangre sin cuidado alguno, desgarrando la piel y haciendo que las perforaciones dejen caer gotas diminutas pero constantes al suelo. Está dibujando su marca, tomándome. Su cabello es suave y el aroma que irradia cautivador, mas su esencia inocente no encaja con su personalidad. Eso es lo que lo hace invaluable y digno de admirar.

El hecho de que parezca un menor sólo hace de esta experiencia más placentera, como un hermanito drenando a su preciada y perversa hermana. Una escena cruel, indebida y atrayente.

Me encanta, no puedo dejar de repetirlo.

Un gemido ahogado escapó de mi boca tras las fantasías imaginadas.

Kanato sonrió sobre mi cuello y beso el sitio donde se alimentó un instante atrás, para después ir hacia mi clavícula y volver a morder. Esto provocó que lo sujetará con mayor intensidad.

Respondió mordiendo con mayor esmero.

Nos entendemos bien, Kanato-kun.

Abrazados, unidos. Carne contra carne.

Fluye más, quema más y siento más.

Apenas puedo mantener los ojos abiertos.

Si esto está matándome, ¿Por qué me siento tan viva?

El mundo gira y nosotros no nos movemos, el éxtasis nos hace arder y el reloj está estancado. Kanato hizo un ruido sexual extraño que me dio escalofríos.

Déjame escucharlo de nuevo.

Volvió a hacer ese sonido y yo lo acompañé, animándolo a soltarse.

Pásala bien conmigo.

Sacó sus colmillos de mí para cambiar de zona.

Muñeca, garganta, hombro contrario al primero y nuca. Bebía poco y nada, pero dejaba huella en cada ataque. Como un ratón comiendo una galleta de a mordiscos veloces y breves.

Ya estoy débil y mareada, pero no me importa.

No me importa irme así.

Un golpe abrupto y seco hace a Kanato alejarse con molestia y a mí enderezarme, también un poco picada.

Soy el envase de su comida y él se hallaba ingiriendo mi contenido con absoluta paciencia, ¿Qué clase de desconsiderado no sabe que interrumpir es de mala educación?

Veo borroso y siento fuego en mi faringe, estómago, corazón y sienes. Tengo que reponerme, necesito algo dulce y cargado.

Alcé la cabeza para mirar al culpable del alboroto.

Y como era de esperarse, se trataba de Subaru.

El albino necesita modales.

Una reprimenda.

Mil ideas me asaltaron.

Y sí, son tentadoras.

Pero dudo que de su agrado.