La Musa de mi Colección

Cap. 1

Hyukjae P.D.V.

-no... No....¡¡¡¡NOOOO!!!!- grité mientras lanzaba todo lo que se encontraba en el escritorio al suelo. ¡MALDITA SEA!

No me sale nada, NADA. Me siento como si estuviera vacío. No sé qué me pasa, pero no me está llegando para nada inspiración. Ya nos adentramos en la temporada "Primavera-Verano" y yo aún no he empezado mi línea "Otoño-Invierno".

Soy un importante diseñador, todo el mundo está esperando a que salga esta línea, pero yo nisiquiera tengo los diseños. ¿¡Qué voy a hacer?! No puedo darme este lujo, he trabajado mucho para llegar donde estoy. A mi corta edad de 29 años he logrado lo que otros llamarían imposible y en tiempo récord. Mis modelos y diseños se han dispersado por todo el mundo. Ahora siempre que entramos en nueva temporada están atentos a todo lo que traigo, pues soy el pionero de la moda a nivel mundial.

Mi colección pasada, "Primavera-Verano" fue todo un éxito. Creé nuevas tendencias que ahora todo el mundo está llevando. Pero no he logrado crear nada para la siguiente temporada y eso me tiene los pelos de punta. Se supone que dentro de dos meses, más o menos, presente la nueva línea.

Es mucho trabajo, tengo que crear los diseños, crear algo que pueda ser tendencia,escoger telas y estampados, escoger o crear los accesorios, mandar a confeccionarlos, escoger a las modelos, preparar el desfile.... ¡AH! ¡ES MUCHA PRESIÓN!

Hace dos semanas decidí venirme a Corea, mi país natal, para así sentirme quizás más cómodo y poder encontrar inspiración. Pero van dos semanas y nada. Estoy en un estudio del cual muy pocas personas saben que existe, y si conocen de su existencia no saben que es mio. Es tranquilo, por eso cuando necesito inspirarme o pensar viajo para acá. He estado estas dos semanas encerrado aquí, contraté a una agencia que se encarga de mandar una persona a traerme comida o cualquier cosa que necesite, por eso no tengo que salir.

Que por cierto, ya son las 2:00 y todavía no llega nadie a traer el pedido. Esto no me agrada en lo más mínimo. Soy muy estricto con mi hora de la comida, que es a la 1:30, y mi rutina de ejercicios. Me gusta mantenerme bien físicamente. Justo cuando estaba a punto de llamar a la compañía para alegar en dónde estaba mi pedido, tocaron a la puerta. Suspiré y caminé hasta la puerta. Cuando la abrí ví a un joven con la cabeza agachada, vuelto un ocho con todo lo que traía en las manos. Había pedido que me trajeran el almuerzo y la cena de una vez, para no tener que parar (si me llegaba la inspiración) y poder seguir con lo mío. Me moví hacia el lado y abrí más la puerta para dejarlo entrar. Me di la vuelta y seguí caminando.

-Ven, entra y deja todo en esta mesa.- le indiqué al jovencito, señalando la mesa que estaba en el área de la cocina, digamos que era como un comedor.

Entró y casi se cae, no sé cómo logró aguantarlo todo y no dejar que nada se cayera al suelo. ¿Es idiota o qué? Logró llegar a la mesa y poner todo encima de esta. No podía dejar de mirarlo, estaba molesto porque había llegado tarde, pero me daba gracia lo torpe que era.

-Siento mucho haberme tardado tanto, Señor. Soy nuevo en la empresa y en la ciudad, así que no conozco bien las carreteras. Me han asignado como su nuevo ayudante. Una vez más le pido que me disculpe.- hizo una reverencia y seguía con la cabeza agachada.

-Mírame.- le ordené. Oh....Por....Dios...

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Por: Ana_jarpad