La Musa de mi Colección

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Cap. 11

Hyukjae P.D.V.

Me levanté de un salto, vi la hora en el reloj digital encima de la mesilla y maldije por lo bajo. Era tarde, muy tarde. Corrí al baño y me di una ducha de aproximadamente cinco minutos.

Me sequé lo más rápido que pude, y sin pensarlo tomé lo primero que vi para vestir. Unos mahones y una t-shirt no se veían nada mal.

Cuando me estaba poniendo los tenis, mi celular sonó. Sin mirar la pantalla contesté, sabiendo perfectamente quién era.

-¡Mono! ¿Ya llegaste al aeropuerto?- me va a matar.

-Eh, no Min, todavía.

-¿Qué? ¿Y eso por qué?

-Eh, puede que se me haya hecho un poco tarde.- corría de un lado a otro. Me peiné y me puse mis accesorios, mientras recogía todo lo que tenía que llevar.

-Bueno, pero ya vas de camino, ¿no?- no contesté. Mientras bajaba las escaleras se me cayeron algunas cosas.

-¡MIERDA!- recogí todo lo más rápido que pude.

-Hyuk, ¿estás bien?

-Sí, solo se me cayeron unas cosas.- la cagué.

-Hyukjae, ¿dónde demonios estás?- su voz cambió de tono y ya sabía que me había descubierto.

-Estoy...- suspiré -estoy en casa, Min.- literalmente, lo escuché gruñir.

-¡¿QUÉ?!- me sobresalté y el miedo recorrió mi cuerpo. Un Sungmin enojado, es un Hyukjae en peligro. -¡JODER, HYUKJAE, JODER!

-Vamos Min, cálmate.

-¡NO ME QUIERO CALMAR, JODER! Escúchame bien, Lee Hyukjae. Quiero que te montes en un puto taxi, que llegues rápido al jodido aeropuerto, y tomes ese puto avión con destino a Francia. Si no lo haces, iré a Corea a buscarte y te traeré de las greñas. ¿Entendiste?

Su tono amenazante me hizo temblar y asentir como un idiota. Cuando fui consciente de que no me podía ver, me apresuré a decir:

-Sí, Min. Como tú digas. Ya vo-...- antes de poder terminar la oración, Sungmin me colgó.

Quince minutos después escuché sonar la bocina del taxi. Tomé todo mi equipaje y salí lo más rápido que pude. Le di la dirección del apartamento de Donghae al taxista y en menos de lo imaginado ya me encontraba enfrente de su puerta. Teníamos dos horas para llegar allí, y el viaje hasta el aeropuerto es de treinta minutos. No tenemos tiempo para perder.

Después de haber tocado el timbre dos veces. La puerta se abrió revelando a mi musa, encarnando a la perfección. Escuché a Min en el fondo gritándome que avanzara; fue lo único que me hizo reaccionar.

-Creo que se te hizo un poco tarde, ¿no? Pensé que te habías arrepentido de llevarme contigo.- dijo abriendo más la puerta para dejarme pasar con una enorme sonrisa en su rostro, y solo eso bastó para tranquilizar mis prisas.

-No sé qué me pasó, pececito. Me quedé dormido.- me pasé la mano por el cuello, nervioso y avergonzado. - Jamás me arrepentiría de esto.

-Bien, entonces entra. Voy a por mis maletas. ¿Te ofrezco algo?- negué educadamente. Antes de darse la vuelta para ir a su cuarto alguien apareció por el pasillo.

Llevaba una ¿pijama? completa de tigre. Tenía el pelo muy largo y negro vibrante. Y, ciertamente, uno de los rostros más hermosos que había visto en mi vida. La duda entre si era hombre o mujer fue rápidamente aclarada por mis recuerdos. Él es Heechul, el "hyung" de Donghae.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2016 ⏰

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