¿Pesadillas?, ¿Que son?, ¿Una tormenta que jamas acaba? Poético, ¿Para mi? Mi vida. ¿Depresivo? Tal vez, ¿Negativo? Quizás aun mas, ¿Pero como quieren que sea positiva y tenga esperanzas si hasta los sentimientos ya se extinguieron en mi?, ¿Cómo? ¿La esperanza no es lo ultimo que se pierde? Exacto, mi ultima esperanza era mi hermana y tal como lo dice el dicho, se fue. Los doctores dicen que me puse enferma debido a que la pena por la pérdida me hundió y se llevó consigo mi salud; sufro de Nefropatía terminal, en resumen mis riñones son una mierda porque ya no pueden atender a las necesidades de mi cuerpo, como sacar los desechos y excesos de agua de mi cuerpo, limpiar mi sangre y todas esas cosas para lo que sirven. En un principio creyeron que me dolía la cabeza y perdía peso por depresión, hasta que comencé con los dolores óseos, a hincharme, vomitar, me costaba pensar etc. Ahí fue cuando el Dr. Campbell me diagnosticó la Nefropatía. Los primeros tres meses fueron los peores, mi enfermedad ya estaba muy avanzada y mis riñones funcionaban solo a su 15%, por lo que mi sangre pasaba literalmente por un tubo hasta un riñón artificial; durante un tiempo intentaron ponerme un nuevo riñón pero no hubo éxito, creían que ya era un caso perdido, pero extrañamente poco a poco comenzó a subir mi grado de funcionamiento y salí del estado terminal en el que me encontraba. Ahora estoy en estado crónico, lo que quiere decir que nunca sanaré completamente, mis últimos meses en el hospital fueron principalmente infusiones de sangre y múltiples inyecciones, supongo que tengo que estar feliz pues ¿sigo aquí no? Mi madre dice que aún me pueden salvar si encuentran un riñón adecuado para mi, es una tontería, no enfermé por la muerte de mi hermana, a nadie se le cagan los riñones por eso; no fue la pena lo que me hundió, al contrario, me invadió una impotencia y una rabia desgarradora, la pena llegó después. Saben, hasta resulta gracioso que antes de que Eloise muriera era invisible, nadie jamas había dado señales de empatía conmigo y cuando murió y mi salud comenzó a deteriorarse, todos actuaron como si fueran mis mejores amigos, abrazándome, dedicándome sus miradas de lástima y la verdad lo único que necesitaba era a alguien dispuesto a escuchar sin hacerme sentir desgraciada. Al fin los doctores me dejaron volver a casa, lo único que quiero después de pasar casi nueve meses rodeada de tubos y objetos esterilizados, aun no me libro por completo de ellos, debo ir a control una vez por semana pero dicen que voy progresando. ¿Eso es algo bueno?, tarde o temprano moriré y la verdad es que poco me importa, ni siquiera se de qué sirvo en este mundo, para mis padres soy una carga y un gasto, no tengo amigos y a nadie a quien dañar si muero, aun así se que debo cuidar de ellos, se que Eloise hubiera querido que así fuera. Mañana vuelvo a ir al instituto, nadie notara mi presencia, y si lo hacen me mirarán como a un bicho raro o con desprecio, pero mi madre insiste en que vaya, dice que socializar es la clave para la salud mental y física, aunque no lo creo así, voy por complacerla.
-¿Nerviosa?- Me pregunta mamá en tono ansioso, tiene ojeras oscuras bajo sus ojos enrojecidos, evidenciando que no duerme hace días. Me mira con impaciencia, buscando algún indicio de emoción por mi parte.
-¿Debería estarlo?
-Audrey, tómalo como un nuevo comienzo, empezar de cero, que mejor oportunidad que esta para hacer amigos.- Se ve que mamá está mucho mas emocionada que yo, al ser su única hija restante, debe querer sentir la experiencia de las madres de adolescentes, algo que jamas podrá lograr conmigo, no salgo mucho de casa y no me interesa revelarme contra ella, por lo que no considerarme una adolescente resulta obvio.
-¿De verdad tengo que ir?- Ni siquiera me esfuerzo en ocultar mi aburrimiento, solo quiero cambiar su parecer sobre ir a la secundaria.
-Querida... ya ha pasado un año, tienes que aprender a seguir adelante, no es algo fácil, todos la queríamos mucho, pero por favor prométeme que lo intentarás.- Me acerca hacia ella y me funde en uno de sus abrazos que me dejan sin respirar, deposita un beso en mi frente y yo apoyo mi cabeza en su pecho dejando que peine mi pelo con sus delgados dedos.
-Lo prometo- Pero mi voz me resulta ajena, esas palabras suenan como un susurro en el viento, pues mi mente ya ha sido transportada al lugar en el que intento apaciguar el dolor cada vez que alguien la menciona.
-Te quiero- Me dice apartándose un poco y dedicándome una sonrisa.
-Y yo a ti- Camina dispuesta a salir de mi habitación, apoya su mano en el marco de la puerta y vuelve a mirarme antes de irse, percibo su fuerza al caminar, debe ser difícil ser madre, sobretodo si una de tus hijas está muerta y la otra va en vías del mismo camino, pensar que jamas tendrá nietos, no se como aún logra resistir sin romperse en pedazos, y si ya lo está no lo demuestra. Opto por una camiseta delgada para dormir y voy al baño a tomarme todas mis innumerables medicinas, me recuesto sobre la cama, abro el ordenador y en la pantalla se ilumina la frase: "La perfección de la grandeza esta sobrevalorada, los mejores momentos se encuentran en los pequeños errores del destino que ocurren cuando uno se atreve a ser valiente" Eso lo decía mi hermana cada vez que no tenía las agallas para hacer algo... como te extraño hermanita, no sabes cuanto te necesito. Una lágrima barre mi mejilla y la limpio enseguida con el puño de mi camiseta.
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Esperanza de atardecer
Teen FictionPara Audrey su vida no tiene sentido alguno, la desgracia últimamente la persigue como un depredador; mas ahora que su salud a empeorado críticamente se siente débil, muerta por dentro, incapaz de volver a irradiar esa luz que la hacia ver la vida c...