-Fui yo –dijo una voz inesperada, también masculina, a mis espaldas.
Esa voz. Yo conozco esa voz.
Me quedé paralizada, aún con la mirada hacia Guille. Era imposible, mi cerebro seguramente había escuchado mal. Esa voz no podía ser de...
Volteé de golpe
-¡Rubén! -dije, casi gritando, sin poder creerlo.
-¡_____! -dijo, imitando mi emoción y me abrió los brazos.
Su sonrisa.
Su cabello alborotado.
No lo podía creer.
Sin esperar un segundo más me lancé a sus brazos, literalmente, como un saco de papas. Sentí como mis pies dejaban el suelo y comenzaba a dar vueltas. Dejé la incredulidad, tomé consciencia y lo abracé muy fuerte, no solo para no caerme, sino porque lo había extrañado. Demasiado.
Después de un par de vueltas más me dejó en el suelo, quedado nuevamente frente a frente con él, con la cabeza ligeramente alzada para poder verle el rostro ahora con más detalle.
-No has cambiado nada -dijo, mientras aplastaba mis mejillas que estaban entre sus manos -Ah no... espera un momento -frunció el ceño.
Lo miré extrañado.
-¿Qué pasó con tu cabello? -dijo agarrando un mechón verde muy cercano a mi rostro.
-Largo historia -dije en un suspiro. Ya era hora de volver a mi color natural y ahorrarme todas esas preguntas.
-Aparte de eso sí sigues igualita -repitió con una sonrisa -Ah, bueno, y que ahora al parecer usas ropa de chico -añadió, mientras se burlaba de lo ancha que era la camiseta que traía puesta.
-Quería estar lo menos femenina por si eras un asesino - reí -Pero resultaste tú el asesino de los papelitos... ¿Qué te costaba solo tocar la puerta de mi casa y visitarme como una persona normal? -me quejé -Me habrías ahorrado la ansiedad.
Rió.
-Es que todo era parte de nuestro plan -respondió aun con la sonrisa en rostro.
Lo miré confundida.
-¿Nuestro? -pregunté extrañada ¿Me estaba perdiendo de algo?
-Sí... nuestro -respondió, y esta vez con una sonrisa malévola hizo unas señas con su rostro, como llamando a alguien a mis espaldas.
-¡Sorpresaaa! -gritó una voz desde atrás.
-Que no Frank, que no es -respondió una voz más -¿No le ves el cabello?
-¡Que sí! -susurró la primera voz, aunque era escuchable.
Miré a Rubén incrédula.
¿Acaso eran...? ¿¡Frank y Alex!? Tenían que serlo, sus voces eran inconfundibles. Aun así voltee para confirmarlo.
-¡Sí era! -dijo Alex sorprendido pero no más que yo al verlo. Había pasado tanto tiempo.
-Te dije, pringao -respondió Frank, burlón.
-¡Frank! ¡Alex! -grité sus nombres emocionada.
-¡_____! -dijeron al unísono, imitando mi tono de voz.
Ambos abrieron sus brazos en conjunto y sin pensarlo un segundo corrí hacia ellos de la misma manera hasta llegar y formar el abrazo triple.
-¡Yo también! -gritó Rubén a mis espaldas antes de lanzarse también al abrazo, convirtiéndose en uno cuádruple.

ESTÁS LEYENDO
Te quiero a mi lado (Willyrex y tú) (Segunda Temporada de Estás en mi camino)
Fanfiction¿Te olvidaste de mí? Porque yo no puedo olvidarme de ti.