Ridículo

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Con cada abrir y cerrar de ojos su rostro estaba más cerca del mío. No podía... Y no debía...¡Pero sí quería! Me moría por hacerlo.

Una mancha roja en mi pierna me hizo reaccionar.

-¡Sangre! -dije casi gritando y aproveché la situación para intentar alejarme y pararme pero el dolor me detuvo -Ouch -me quejé.

-Tranquila -dijo Guille poniendo su mano sobre mi hombro.

-Tranquilo tú -respondí, sin sentido alguno como a la defensiva.

-Yo estoy tranquilo...

-Yo también estoy tranquila -respondí algo alterada.

-No lo parece... -dijo casi susurrando.

Se paró y me tendió la mano para ayudarme. Me quedé mirándola y la tomé.

-Ahora qué haré para sacar esa mancha de sangre... Y ese hueco -suspiré -Eran mis favoritos -dije volteando a mirarlo.

-No me mires así que no es mi culpa -dijo alzando las manos inocente.

-¡Sí es tu culpa! -me volteé e intenté ir por mi bici, cojeando. Pude escuchar una risa a mis espaldas. -¡Y no te burles de mi forma de caminar!

-¿Estas segura de que puedes seguir? -preguntó desde atrás.

-¡Claro que sí! -grité, montándome nuevamente a la bici -Yo puedo todo.

-¿Ah sí? -escuché por detrás que se volvía a montar a su bici -Pues alcánzame -dijo rodeándome.

Lo fulminé con la mirada.

-Ya no quiero nada -me crucé de brazos y me quede viéndolo montar. Guille me vio y regresó hasta donde yo estaba.

-¿Y? ¿No que podías todo? -preguntó con una sonrisa burlona y por más que quería enojarme con él no podía contra esa sonrisa.

-Me estoy desangrando por la rodilla y apesto en esto -suspiré -¿Enserio creíste que iba a poder?

Se encogió de brazos.

-¡Pues no! -respondí, volviendo a mi bipolaridad.

-¡Y yo qué iba a saber!

-¡No me hables así!

-¡Tú comenzaste! -dijo borrando la sonrisa de su rostro, lo cual me hizo notar que iba en serio.

Rodeé los ojos y suspiré.

-Esta bien... Perdón por arruinar el paseo y perdón por mi actitud, es que... Últimamente estoy muy irritable -respondí mirando a otro lado menos a sus ojos.

-¿Por alguna razón en especial? -preguntó, y yo moría por gritarle que era por él. ¡Tú me alterabas Guillermo, era tu culpa!

-No ninguna, quizás los estudios y esas cosas... -mentí.

-Vale, entiendo... Aunque no lo creas yo también he estado estresado, tantos proyectos e ideas. Casi ni salía aparte que para comer con Vegetta -río.

-¡¿Y qué haces aquí entonces?! Deberías estar en tu ordenador cluc cluc cluc en vez de estar aquí conmigo.

-¿Cluc cluc? -repitió con una cara de confusión impresionante que me hizo reír.

-Cluc, cluc pues -dije simulando escribir en un teclado pero su cara me daba a entender que aún no sabía de qué hablaba -¡El sonido que hacen las teclas al presionarlas!

-¿Es en serio? -dijo tapándose la cara con la mano, aunque con la risa por debajo.

-Déjame hacer mis sonidos -dije y me dejé llevar por su contagiosa risa.

Te quiero a mi lado (Willyrex y tú) (Segunda Temporada de Estás en mi camino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora