Una Loba para Un Vampiro

Epílogo

Epílogo

(Leysha)

Ya paso una semana del incidente con los neófitos y los Vulturi, Bree ha avanzado mejor de lo esperado; ya pasaron por las noticias un reporte sobre los desaparecidos y la imagen de Bree apareció entre las demás que pudimos reconocer a excepción de algunas, claro está. Y por su puesto aun les debo la explicación a los demás (porque mi Eddy lo sabe), de esa extraña apariencia que tuve y ya no puedo seguir prolongándola porque ya nuestra querida Bree se iría, aunque obviamente vendría a visitarnos nuestra pequeña.

Nos gustaría que se quedara, pero no podemos arriesgarnos a que la reconozcan, así que la enviaran con sus "primos" en Alaska (¿era Alaska?) hasta que se baje un poco las noticias ósea que la den por muerta. Tristemente tiene que ser así, Bree ya no es humana... su apariencia nunca cambiara y nunca morirá.... Es mejor así, aunque tuve que abrazarla en un momento de depresión al enterarse que ya no volvería a ver ni a su familia ni a sus amigos.

- Shh, tranquila Bree – le decía, mientras aun la abrazo y le acaricio la cabeza, mientras ella gimoteaba un poco.

Nos encontramos en lo que se convirtió en su habitación. Estoy sentada en el borde de su cama y yo al lado de ella. Mi vestimenta es un vestido verde manzana, unas convers negras con blanco, una chaqueta de jean manga ¾ y mis mitones verde oscuro, mi cabello recogido en un moño hecho por hacerlo simplemente; la ropa de Bree, un vestido blanco de clores manga larga, sandalias blancas y una cinta en su cabeza que forma un lazo (cortesía de Alice, por cierto).

- Los extraño mucho – dice aferrándose aun más a mí.

- Lo sé Bree, te entiendo pequeña – como no entenderla si mis padres están en el continente Europeo y yo en el norte Americano – pero esta es una de las consecuencia que debes afrontar – le digo despegándola un poco de mí, y viendo sus ojitos topacinos.

- No puedo decirles al menos que estoy bien, e inventar algo del por qué no puedo ir a verles – me pide ella esperanzada.

- Lo veremos más adelante ¿sí? Por ahora tienes un viaje largo que hacer... en avión – ella se ríe por lo último ya que puede ir de un extremo a otro sin ningún problema, pero es preferible que haga un viaje tranquilo – ¿lista para volar? – le pregunto picándole las costillas con mis dedos haciéndole cosquilla y sacándole carcajadas.

- Si – responde ella entre risa y risa.

- Ya déjala en paz Leysha, o llegaremos tarde al aeropuerto – oigo que me dice mi Eddy entrando al cuarto; vestía una camisa esmeralda, pantalones negros, chaqueta de jean y unas convers que a lo lejos se ven costosísimas (fui yo quien le escogió la ropa ;P). Bufe.

- Aguafiestas – le recrimino y el rueda los ojos para luego abrazarme y besarme.

- Odiosa –

- Amargado –

- Mocosa –

- Anciano –

- Pulgosa –

Bree tuvo que aclararse la garganta, o sino seguiríamos así por un buen rato. Bese los labios de Eddy por un rato largo y Bree hizo un sonido de asco o como si vomitara -hasta el gesto lo hizo- o como si se estuviera muriendo por tanto amor.

- Te voy a hacer lo mismo cuando te vea con pareja y te estés besuqueando con él – le amenazo revolviéndole los cabellos.

- Hay que irnos – nos reclama Edward.

- Amargado – le decimos al mismo tiempo Bree y yo a Edward, él rueda los ojos y se ríe por la sincronía.

- Me debes un chocolate Bree – digo de primera.

- Que te lo compre tu novio – me reclama ella yendo a buscar sus maletas y haciéndome reír.

- ¿El pasaporte? – le pregunto a Edward aun entre sus brazos.

- Todo listo al igual que su nuevo nombre – dice apoyando su frente contra la mía.

- ¿Aun no le has dicho a Alice? – le pregunto por telepatía.

- No, aun no te he pedido matrimonio – me hizo cosquilla con su nariz en el cuello.

- Apresúrate en pedírmelo – le reclamo yo haciéndolo reír.

Siento como me agarra mi mano y desliza algo por uno de mis dedos, abro los ojos impresionada y bajo a ver el precioso anillo que adorna mi dedo.

- Mi padre se lo dio a mí madre cuando le propuso matrimonio, ahora yo te lo propongo a ti – sonreí encantada pegue un pequeño brinco rodeándole el cuello con mis brazos.

- ¡Te amo! – exclamo repartiéndole besos por toda la cara de mi Edward... me encanta decir (y pensar) MI Edward.

El se ríe y me abraza más. Bree regreso y pregunto que sucedía, le conteste que le decíamos en el aeropuerto porque las paredes tenían más oídos que bocas. Le causo gracia a ambos mi comentario, porque sabían a lo que me refería.

Llegamos al aeropuerto en Seattel, Bree se había despedido de la familia Cullen (al completo) en la casa Edward y yo la llevamos, por supuesto no sin hacerle un pequeño cambio de imagen para que no la reconocieran... los milagros del maquillaje, obra de Alice, Rose y Esme, yo sé maquillarme no transfórmame con el maquillaje; y por supuesto una peluca peli-roja... naranja, para que se parezca más a la foto de su pasaporte.

Nos quedamos en el aeropuerto hasta el momento en que su avión se despego el suelo, pero ella no se fue sin antes saber las buenas nuevas ¡Claro esta! Si mi Eddy y yo nos casaremos... ¿Jacob se pondrá cascarrabias por eso? ñe~ es mi felicidad no la de él.

- Lo único que falta en la lista, es: 1.Decirles a los demás de tú transformación y 2.El regalo de Alice que será la organizadora de bodas y Madrina junto con Rosalie y Esme – hice un puchero antes de que me diera un beso y se riera, por la forma en que mi nariz se frunce cuando lo hago.

- Tú y tus listas – me quejo dándome la vuelta, sacando suspiros entre los hombres.

- Pero amor, sabes qué me quieres – me alcanza y me agarra de la mano. Su sonrisa saca suspiros.

- Si, y yo sé que sin MÍ, no vives tampoco bebé – le digo besándole la mejilla dejando mi labial rojo marcado en su mejilla.

- Eres única – me dice él, riendo.

- Gracias –

Nos veremos...

osjdo

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Hay un extra!!!