Mi corazón latía rápidamente al oír su voz, cada palabra que el decía aliviaba cada parte de mi alma. Me sentía viva, diferente al oír su voz. El sabía perfectamente que lo quería con todo el corazón.
LUCAS:
Ahora no puedo Brooke, lo siento.
BROOKE:
¿Acaso estas molesto?
LUCAS:
No, nada de eso. Después te cuento bien.
Pero haré todo lo posible por ir.
BROOKE:
De acuerdo, que tengas bonito día.
LUCAS:
Tú también Brooke.
Y colgó.
Por primera vez, escuchaba a Lucas diferente. Su voz era distinta. Lo podía sentir. Como si tratará de evitarme, o esconder algo.
El día paso muy rápido, era las 3:30 p.m.
Faltaba poco para por fin salir de mi casa.
Estuve todo el día revisando mi celular, para ver si no había mensaje alguno de Lucas. Y dicho y hecho; no había nada. Realmente lo extrañaba.
Pero alejé esos pensamientos y me paré de la cama para ir al armario.
No tenia cabeza ni para pensar en que ponerme.
¿Acaso tendría una cita con Jack? No, no lo creó. Sólo era tomar una café y charlar. Eso era todo.
Saque un suéter de franjas grises con rosa. Y aunque odiara el rosa, me agradaba el suéter. Saque unos jeans negros y por último mis vans blancos.
Al terminar de cambiarme, me miré en el espejo.
Podía admitir que con los jeans se ajustaban muy bien a mi cuerpo.
Tome mi celular y lo metí en el bolsillo trasero de mis jeans.
Cuando llegué a la sala, mi celular vibró y lo saque de mis bolsillos, mirando en el un mensaje que tanto estuve esperando.
LUCAS:
Necesitó decirte algo.
No tarde ni 1 minuto en contestarle.
BROOKE:
¿Sobre que?
LUCAS:
Necesitó decirtelo en persona.
BROOKE:
Esta bien, ¿cuando?
LUCAS:
Mañana iré a Philadelphia, tengo el día libre. Podemos ir a comer en la noche.
Mi corazón latía a mil por hora. Y no pude evitar sonreír.
BROOKE:
De acuerdo, ¿a que hora?
LUCAS:
A las 7:00 p.m.
Mañana te confirmó el lugar. Porque tengo que irme, estoy en clase.
Y Colgó, dejandome con tantas respuestas. Por tanto que decirle. Pero después me acorde que tal vez mañana lo miraría y todas mis dudas se esfumaron.
Eran las 4:15 p.m.
Y realmente se me estaban quitando los ánimos para salir. Pero sería una mala amiga si le cancelaba a Jack.
Así que tome las llaves de la casa, y salí lo mas rápido posible.
El camino a la cafetería no estaba tan lejos puesto que me quedaba muy cercas de mi casa.
Antes de ingresar al lugar, mire la hora: 4:27 p.m. Y me adentré en la cafetería.
Busque a Jack, y lo miré al fondo mirando hacia la calle.
Cuando se dio cuenta de mi presencia, una sonrisa salió de sus labios rosas. Pero una sombra cruzó su rostro y esa sonrisa se borró.
-Hola-Me plantó un beso en la mejilla al momento que yo me acercaba-.
-Hola Jack-Le sonreí sin animo-.
Jack jaló un poco la silla para que me sentara. Sus manos estaban temblando. Y sus ojos divagaba de un lado para el otro, como si temiera ser reconocido.
Nadie dijo nada por varios minutos y yo aproveche ese tiempo para mirar sus ojos rojos e hinchados. Por un momento dude en que Jack estuvo llorando. Pero jamás había visto a Jack así, con ese aspecto tan...perdido. Realmente quería preguntarle que pasaba.
