Capítulo 1.

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La mañana del día anterior, me desperté, me duche y revolví mi armario en busca de algo que ponerme. Normalmente agarro lo primero que encuentro a la vista, pero hoy era lunes, puesto que no tenía ánimos de ir a la escuela.

Por fin me puse unos pantalones con muchos bolsillos, una blusa negra que ni fu ni fa y unas zapatillas de deporte, y me cepille el pelo. Lo tengo café oscuro, lacio y muy suave.

Josh mi padre, estaba sentado en la mesa con una taza humeante de café y una rosquilla de chocolate en su mano. Me reí por mis adentros al ver que en su bigote tenia migajas de pan.

-Buenos días padre-Plante un beso en su mejilla-.

-Buenos días cielo-Me sonrió antes de darle la última mordida a su riquísima rosquilla-.

-¿Y Elizabeth?-Pregunté al momento que me servía un poco de cereal en mi plato favorito de patitos-.

-Oh, ella esta dormida-Levantó la vista por encima del periódico que leía-.

-Bueno, subiré por mi celular- Tome el plato de cereal, pero me volví-. Me llevarás a la escuela, ¿Verdad?

-Claro cielo- Me sonrió y se levantó-. En 10 minutos te hablo-Salió de la cocina-.

Tome mi celular y lo metí en la cremallera de mi mochila y me la eche al hombro.
Me dirigí al cuarto de mis padres, puesto que ahí se encontraba mi madre.
Ella estaba sentada en la orilla de la cama, haciendo no se que cosa con sus manos.

-Buenos días madre-La abrase por detrás y plante un beso en su mejilla-.

-Ah, buenos días cielo-Se sobre salto un poco al verme-. ¿Ya te iras a la escuela?-Carraspeo un poco-.

-Sí, mi padre se encargara de llevarme-Me senté a su lado-.

-Brooke!-Mi padre gritaba desde el primer piso-.

Al llegar a la escuela, los alumnos iban de aquí para allá, unos iban apurados para entregar trabajos o presentar exámenes a la primera hora. Yo sin embargo, estaba conforme con mis 7 o 8, no era una gran estudiante, pero si capaz de hacer todo lo que me propusiera.

Al llegar al salón, deje mi mochila en mi respectivo lugar.

En 10 minutos llegaba el profesor de español. Así que fui con mi amiga Charlotte, que se encontraba justo a 4 mesa bancos del mío.

Las clases se me hicieron eternas. Los profesores solo decían tonterías y los relojes parecían moverse hacia atrás. La tarde paso despacio y borrosamente. Pero sonó la campana y por fin conseguí salir de algebra.

Esquivando alumnos, avance en zigzag por el pasillo y me asome a la sala de informática, no se encontraban mis compañeros, y fue ahí donde me di cuenta que no nos darían la última clase.

Al salir de la escuela, busque a Charlotte por todos lados, y no había ni un rastro de ella.
La llamare llegando a casa, pensé frunciendo el ceño, al momento que me acomodaba la mochila.

Charlotte era tan confusa, pero era mi mejor amiga, y no me gustaba verla así. Ella era muy linda como para desperdiciar su tiempo con un tonto.

Yo sin embargo, no era de tener muchos amigos, prefería mejor estar sola que acompañada. Y así evitarme de problemas.

Al momento que subía los peldaños del autobús, un chico con una mochila muy grande me empuja, pero yo hago caso omiso a eso. Me senté al fondo y dando un suspiro cerré los ojos. Pero los abrí al sentir una presencia junto a mí. Era un chico. Un chico alto, cabello castaño, ojos verdes avellana, muy robusto y su rostro era perfecto.

《A través de la pantalla》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora